DIOS SABÍA
17 de abril, 2017
Hace treinta años, yo era una niña descoordinada a la que le encantaba danzar. Mi abuela se compadeció de mí y decidió pagar para que me dieran clases de danza. Poco sabía ella que esas lecciones serían solo el comienzo.
Seis años más tarde, al comienzo del bachillerato, me uní al grupo de danzas; sucedió que este grupo hizo algo único –nuestro asombroso entrenador permitió que los estudiantes de último año verdaderamente coreografiaran las rutinas. Esto no solo me permitió tener mi primera experiencia en coreografía, sino que nuestra rutina giraba en torno al tema del Rey León, por lo que realmente fuimos y tomamos unas clases de danza africana para prepararnos para coreografiarla. Poco después del bachillerato, una persona de mi iglesia se acercó a mí y me pidió que coreografiara algo para unas chicas de nuestra iglesia, yo no estaba segura de que pudiera hacerlo sola, pero decidí probar. Esto se convirtió pronto en algo regular que proveía un poco de práctica a medida que me sentía más cómoda en esta área. Luego, unos años más tarde, una escuela cristiana local perdió a su entrenador de danzas y me preguntaron si podía ayudarles. Esto era algo que estaba mucho más allá de mi zona de confort, pero decidí ayudar; esto dio lugar a dos años y medio como entrenadora de un grupo de secundaria. Después de eso, fuimos a comenzar la capacitación misionera y todo esto se desvaneció en el fondo porque ya no era una parte regular de mi vida, y realmente nunca pensé que volvería a serlo.
Luego nos fuimos a África. Las danzas tienen un lugar preponderante en la vida y la celebración aquí. Las danzas aquí son bastante diferentes de aquellas a las que estaba acostumbrada y cada grupo étnico tiene su propio estilo. Trabajé duro para observar y aprender todo lo que podía, para que cuando me pidieran que participara, pudiera a lo menos moverme en forma similar. Nos reímos mucho juntos durante el proceso, pero así sucedía con casi todas las áreas de la vida de este nuevo mundo. Comencé a apreciar la preparación que tuve en danzas, me había llevado a un nivel en el que al menos hacía que no tuviera miedo de participar. Luego, hace un año y medio, me pidieron que ayudara a coreografiar una rutina para los niños y el resto es historia.
Hace poco estuve mirando atrás y pensando…
¿Quién hubiera pensado que esa chica descoordinada necesitaba un poco de práctica de danza para poder verse un poco menos tonta en el mundo de la danza africana? ¿Quién hubiera sabido que coreografiar rutinas sería parte del ministerio que ella tendría en su iglesia africana local?
¡Dios sabía! A veces solo debo mirar atrás y recordar que Él estaba orquestando todo desde el principio.







UN VIAJE MARATÓNICO
20 de abril, 2017
El mes pasado marcó uno de los viajes más largos que Joel haya hecho alguna vez. Lo que comenzó como dos viajes separados terminó fusionado en un viaje maratónico. Joel participó en este viaje junto con otra pareja de nuestro equipo de liderazgo. Durante el viaje se relacionaron con ocho equipos distintos. Yo estaba preocupada por el viaje ya que es fácil desgastarse por los viajes y las reuniones consecutivas, pero Dios realmente los estaba cuidando. Estuvieron en el carro durante más de cincuenta horas, en unas carreteras inusuales y no tuvieron ningún problema con el auto. No se enfermaron y estuvieron de buen humor durante todo el viaje. Joel se sintió alentado por todas las reuniones que tuvieron. Siempre es bueno relacionarse con las personas de nuestro campo de misión y escuchar lo que Dios está haciendo, enterarnos de las luchas que afrontan y animarlos mientras continúan en la tarea. Es cierto que cuando él volvió a casa estaba a punto de desplomarse, pero yo estuve alabando a Dios por la forma en que Él los había sostenido durante este viaje. No hay manera de resumir un viaje tan largo en un post, pero ¿qué tal unas fotos de algunos de los diferentes aspectos de su viaje?
















EL PAISAJE DEL SENEGAL MERIDIONAL Y GUINEA
21 de abril, 2017
Unas buenas fotos más que Joel me trajo para compartir con ustedes















Deja un comentario