21 de octubre, 2016
El otro día pasamos la noche en una aldea de Vigué. Mientras estuvimos allí, quisimos aprovechar la oportunidad para empezar a aprender su idioma y para usar las pocas palabras que conocíamos. Verás, en viajes anteriores a Vigueland habíamos aprendido unas veinte palabras, más algunos saludos. Y mientras estuvimos allí, ¡fue divertido ver cuánto podíamos comunicar y entender con solo esas veinte palabras! Estos son dos ejemplos divertidos:
La palabra para agua es algo semejante a numo. A eso de las 5:30 p.m., el jefe me dijo una frase larga en viemo, el idioma de los vigués, y la única palabra que capté fue numo. Agua; ahora tenía que pensar –¿qué podrá estar diciéndome acerca del agua? ¿Que si queremos beber un poco de agua? No, no creo que sea eso. ¿Que si queremos ir al lago? Lo dudo. ¡Que está a punto de llover? No, no parece. ¿Que vayamos con las damas al pozo a buscar agua? No, no parece que las señoras vayan a ir al pozo. Luego lo entendí; va a oscurecer pronto, así que ya casi es tiempo de que tomen una ducha. Como vamos a pasar la noche, ellos están esperando que nosotros nos demos una ducha también. Cuando es el momento de tomar una ducha, las mujeres ponen un cubo de agua en el sitio y luego uno puede usarlo para bañarse; apuesto a que eso es todo. Por lo tanto, respondí (en lengua jula): “¿Las mujeres pondrán los cubos de agua para que podamos ir a tomar una ducha?” ¡Huy! ¡El hombre quedó impresionado con mi nivel de comprensión! ¡Lo entendí perfectamente! Simplemente fue una conjetura afortunada basada en una palabra, el contexto, y el poco de cultura que conocía, pero fue divertido poder entender bien.
Más tarde, cuando estábamos hablando con las mujeres, ellas nos preguntaron qué planes teníamos, y si íbamos a ir con ellas a los campos al día siguiente. Entonces decidí responder con algunas otras de mis veinte palabras:
Nosotros (o “nuestro” o algo así).
¡Acuéstense! (la forma imperativa del verbo, es decir, la forma que usas para decirle a alguien que se acueste. Así que en realidad estaba diciéndonos que nos acostáramos, pero es todo lo que podía decir, sin embargo, eso comunicó lo que quería decir).
Nosotros
¡Levántense! (Nuevamente la forma imperativa; no sé cómo se dice “despertar” o “levantarse”, pero al menos me imagino que si nos levantamos, ellos entenderán que eso significa que también nos despertamos).
Nosotros
¡Vamos _____! (De nuevo la forma imperativa; luego di el nombre de la aldea que estábamos pensando visitar al día siguiente).
Nosotros
¡Saludar! (Una vez más la forma imperativa; no sé si esto significa “Dime hola” o simplemente “di hola” o lo que sea, pero lo usé con el propósito de decir que iríamos y les diríamos hola a ellos allí).
Nosotros
¡Vamos ____! (Una vez más la forma imperativa; luego les dije el nombre de la ciudad en que vivimos).
Nosotros
¡Acuéstense! (Otra vez el imperativo, diciéndonos que nos acostáramos).
¿Puedes entender lo que estoy tratando de decir? ¡Ellos pudieron! Dije que íbamos a pasar la noche con ellos, luego, que al día siguiente iríamos a la otra aldea, y después, que nos dirigiríamos a casa sin pasar la noche en la siguiente aldea. Y que dormiríamos una vez que llegáramos a casa.
Cuando uno está aprendiendo un idioma, no puede esperar poder hablar perfectamente desde el primer día. ¡Pero es divertido cuando puedes juntar lo que sabes para hacerte entender! Y con el paso del tiempo podré entender más y más de lo que se dice en derredor, y también podré hablar mejor y mejor. Oye, mientras estuvimos allí esa noche, aprendimos unas veinte palabras nuevas, duplicando nuestro vocabulario. ¡A este ritmo tendremos fluidez muy rápidamente! ?
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