21 de agosto, 2020
¿Has esperado algo durante mucho tiempo y luego, cuando realmente sucede, es difícil de creer? ¡Eso es un poco parecido a lo que estamos sintiendo ahora mismo! ¡Estamos regocijándonos y dando gracias al Señor porque algunos de nuestros amigos amdu ahora son hermanos y hermanas en Cristo!
Estamos muy agradecidos con ustedes que han sido fieles durante estos años a través de sus donativos, sus oraciones y sus palabras de aliento. Ustedes han tenido una parte para que el Evangelio de la gracia llegara por primera vez con claridad a la gente amdu; ¡y el Señor está obrando en los corazones de los hombres y las mujeres amdu!
Queremos compartir algunos testimonios que hemos escuchado de aquellos que están descansando solo en el sacrificio de Cristo para el perdón de sus pecados a fin de que ustedes se regocijen con nosotros por el milagro que el Señor ha hecho aquí. El viernes 7 de agosto presentamos la lección sobre la muerte, sepultura y resurrección de nuestro Señor Jesús, y desde entonces hemos pasado las semanas hablando uno a uno y en pequeños grupos con aquellos que asistieron fielmente a la enseñanza bíblica de Desde la Creación hasta Cristo. Nos hemos emocionado al oír confesiones de fe sencillas; estas son algunas:
Hace unos días estaba sentado con un hombre que tiene aproximadamente mi misma edad y que ha tenido una vida intensa. Él tiene varias esposas y es conocido como un hombre poderoso; es un buen cazador y un andariego; la gente lo respeta y atiende lo que él dice. Pero escuchen su testimonio; él me dijo: “Bart, durante casi toda mi vida la gente me dijo que yo nunca iría al cielo, que no podría o no sería aceptado de ninguna manera por tener varias esposas y por la vida loca que he vivido. Pero cuando los escuché a ustedes enseñar que fue la sangre de Jesús la que Dios estaba mirando para pagar mi deuda con Dios, ¡me llené de gozo! ¡Él no estaba mirando todo lo malo que yo había hecho, sino solamente lo que hizo Jesús para eliminar mi problema con Él!
Yo fui un gran pecador e hice muchas cosas malas, pero la sangre de Jesús es lo suficientemente especial para cubrirlo todo. ¡Estoy muy feliz! He abandonado mi magia ancestral y personal en la que confiaba y me aferro solo a la muerte de Jesús en mi lugar. ¡Ahora estoy ansioso por oír el Curso 2 cuando ustedes vuelvan a enseñar pronto!”
Amigos, ¡este hombre ya habla a la gente de su nueva fe! Él, que pensaba que estaba demasiado lejos para que Dios lo alcanzara, ¡ha sido felizmente liberado de todo lo que lo ataba! Ahora otros, a los que se les ha impedido venir a nuestra enseñanza pero que se relacionan con este hombre, están yendo donde él a preguntarle qué ha aprendido de la enseñanza. Podría decir más cosas de él, pero quiero reservar un espacio para comentar sobre otros que también creen.
Lo siguiente es sobre un anciano que ha estado asistiendo fielmente y todos los días se sienta y escucha con mucha atención: “Nací como hijo de Adán y debido a eso yo era una rama desgajada de Dios. Pero Jesús es el único camino; su muerte en la cruz quitó todo mi hevi (pecado). Todo lo que vemos –las montañas, los árboles, los pájaros, los animales, y los ríos, la tierra y las rocas, Dios lo hizo. Las historias de nuestros antepasados son falsas; la historia de Dios, como lo que ustedes nos han enseñado, es la única historia verdadera. Y Dios envió a Jesús; y solo Jesús puede quitar el pecado. ¡Yo digo que eso es verdad! Así que, aunque es difícil vivir en esta tierra por culpa de Adán y Eva, un día voy a estar con Dios en el cielo”.
De un hombre de mediana edad que caminaba todos los días desde una aldea vecina: “Debido a que soy una rama desgajada, mi confianza está en la muerte de Jesús en la cruz; Él quitó mi pecado y soportó mi castigo”.
De una señora mayor que sonríe cada vez que la vemos: “No puedo dejar de pensar en todo lo que ustedes nos han enseñado. ¡Mi corazón no tiene ningún peso!” “Jesús vino y murió y su sangre quitó mi pecado. Yo digo amén a eso”.
De un hombre que es líder de un grupo religioso aquí: “Todos esos caminos que escuchamos que eran el camino a Dios –hacer el bien y no hacer el mal, ser buenos con las demás personas…– no son el camino. Jesús muriendo en mi lugar es el único camino que Dios hizo para estar bien con Él nuevamente”.
¡Regocíjense con nosotros por estos nuevos miembros de la familia! No hay ninguna persona que esté demasiado lejos para que Dios la alcance. ¡No hay nada demasiado difícil para Él!
¡Y hay otros testimonios similares! Pero también hay un puñado de personas que aún no entienden bien, o que escuchan lo que Dios dice pero no pueden comprender que no deben hacer nada sino aceptar el regalo de la salvación de Dios para ser hechos justos delante de Sus ojos. Las continuas conversaciones están ayudando a que estas personas tengan mayor claridad. Y la próxima etapa de enseñanza es justo lo que ellos necesitan para afianzar lo que ya han escuchado de la Palabra de Dios. ¡Mientras estemos aquí, enseñaremos la Palabra de Dios y ayudaremos a los creyentes a crecer en gracia y conocimiento!
Sigan orando por nuestro equipo mientras seguimos con la traducción y la enseñanza de la Biblia. Ha habido mucho trabajo hasta ahora, pero en algunos aspectos el trabajo apenas está comenzando. Sabemos que hay desafíos por delante para estos nuevos creyentes y para nosotros. El Señor es fiel y Él da la fuerza para cada paso del camino. ¡Gracias por sus oraciones y aliento!
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