24 de mayo, 2019
La siguiente parte emocionante de nuestra vida fue un nuevo proyecto al que llamamos taller de E2. ¿Recuerdan que hace tres meses recibimos a tres familias y un soltero en nuestro campo de misión? Actualmente ellos están en un periodo de tiempo al que llamamos E2. Es el tiempo en que aprenden francés, comienzan a adaptarse a la vida en África occidental y se convierten en parte de la iglesia local aquí. Ya que ellos han estado aquí por un tiempo, creciendo en su conocimiento del francés, todos están en un punto de transición a la siguiente fase de su programa. En la nueva fase del programa van a tener sesiones individuales con el idioma, van a ser asignados a distintas iglesias, y en esas iglesias van a recibir una familia anfitriona, y se trasladarán a una nueva casa que esté lo más cerca posible de esa familia. Decidimos probar algo que no habíamos hecho hacía un tiempo: realizar un taller con ellos, ayudándolos a estar mejor preparados para esta nueva fase del ministerio.
Por lo tanto, los llevamos a pasar una semana en un campamento en la playa. Llevamos también a sus ayudantes del idioma y a las señoras que cuidan a sus hijos, y mi madre anfitriona fue a cocinar para todos. Durante esos días cubrimos temas que incluyen el programa de idioma que usamos, consejos para iniciar su relación con la familia anfitriona, la hospitalidad africana y muchos otros temas. También pasamos tiempo en la Palabra y cantando, de lo cual han tenido pocas oportunidades para hacerlo en inglés desde su llegada hace tres meses.
Por ser la primera vez que Joel y yo dirigíamos esto juntos, implicó mucho trabajo; sin embargo, salió muy bien. Escogimos esta semana porque era la única ventana que teníamos en nuestro calendario, pero todos dijeron que era el momento perfecto en su programa. ¡¿Indudablemente Dios es bueno, verdad?!
Estas son unas fotos de la semana…
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