5 de febrero, 2019
Navidad y un pollo
La Navidad para nosotros comenzó con la celebración en nuestra iglesia. Todos participaron en la celebración y nos dio mucho gozo ver a los miembros de la comunidad de nuestra iglesia celebrando juntos el nacimiento de nuestro Salvador.
El Día de Navidad distribuimos comidas como es normal y luego salimos a celebrar con nuestra familia anfitriona en su aldea. La mayor parte del día salió como estaba planeado; sin embargo, en un momento del día el niño con el que jugaba Tyler le trajo un pollo vivo como regalo. Tyler no quería tocarlo y decía “no”, pero el niño insistía, entonces acudí a rescatar a Tyler y a aceptar nuestro pollo. Aunque no era la primera vez que nos regalaban un pollo, sí fue la primera vez en que la única opción era traerlo a casa. Así que alimentamos al pollo durante la siguiente semana, hasta que estuvo lo suficientemente grande para ser disfrutado en una comida.
El día después de Navidad fue nuestro tiempo en familia para continuar con algunas de nuestras tradiciones de nuestro mundo natal.
Nuestra Navidad terminó con un esfuerzo de evangelización y una distribución de regalos en un vecindario donde hemos tenido un club de niños durante todo el año. La verdad de Dios sigue saliendo cada semana al compartir la Palabra de Dios con estos niños.
Cuando recuerdo la celebración de la Navidad me hace sonreír porque es una representación de nuestra vida con una mezcla de culturas. Tenemos la alegría de celebrar de muchas maneras diferentes; realmente somos bendecidos y la época fue un recordatorio para mí de todo lo que Dios ha hecho por nosotros.
Cerámica
21 de febrero, 2019
Hace unas semanas llevamos a nuestros hijos a un sitio donde podían hacer cerámica; el centro al que los llevamos es un ministerio que trabaja con la comunidad sorda de Dakar, pero ellos también tienen sesiones individuales con niños. Nuestros hijos trabajaron con alguien que les ayudó a hacer un animal de su elección, y después también pudieron hacer un artículo en la rueda de alfarería.
Cuando nuestros hijos aplicaron su mano a la rueda del alfarero, me hizo recordar otra vez qué gran imagen puede ser una rueda de alfarería. Es muy bueno ver a alguien moldeando algo de barro y recordar lo que Dios hace con nuestras vidas. Ver al instructor trabajando con nuestros hijos también me recordó un poco cómo es nuestro ministerio.
Acabamos de recibir tres familias y un soltero en nuestro campo misionero. Nuestro papel durante los próximos años será acercarnos a ellos, involucrarnos en su rutina diaria y ayudarles mientras trabajan deliberadamente para cambiar y dar forma a sus vidas con el fin de estar más conectados con el entorno aquí.
El proceso acaba de comenzar, y el resultado será diferente para cada uno de ellos, pero tenemos que estar allí y sostener sus manos firmes mientras trabajan. Nos encanta poder estar a su lado y ayudarles a medida que se adaptan. Dios siempre hace cosas asombrosas y es muy bueno ver cómo lleva a cada uno a través de este proceso y le da exactamente lo que necesita.
Entonces, ¿cuáles son algunas cosas específicas por las que pueden estar orando?
Hemos empezado a buscar iglesias anfitrionas y familias anfitrionas para cada uno de estos nuevos misioneros. Esperamos tenerlas identificadas en los próximos meses, así que oren para que Dios relacione a cada uno de los misioneros con la familia y la iglesia correctas.
Una vez que tengamos familias para ellos, entonces comenzaremos el proceso de buscar viviendas cercanas a estas familias. Eso implica buscar entre muchas casas diferentes y resolver muchos detalles; a veces parece muy complicado, ¡pero Dios tiene todas las cosas en sus manos!
Oren por nosotros a medida que nos reunimos regularmente con ellos para tratar de ayudarlos a mantenerse animados durante estos meses difíciles de cambio y adaptación.
Cuando la vida te lanza bolas curvas [situaciones inesperadas]
15 de marzo, 2019
A finales de enero recibimos un grupo de misioneros nuevos. Dos semanas después de su llegada ellos comenzaron sus sesiones diarias para aprender a comunicarse en nuestro mundo del francés.
Cuando llegan varios misioneros, por lo general hacemos que pasen por la primera fase de nuestro programa como un grupo, lo cual significa que cada día avanzan juntos como grupo. Ahora adelantémonos un mes en el relato al accidente que tuvo una nueva familia con un hijo que se fracturó un brazo. Una fractura que requería cirugía y fue mejor recibida fuera del país. Por supuesto, la respuesta es ir rápidamente y tener la cirugía necesaria, pero entonces afloran las realidades de qué hacer ahora con un grupo que se supone que debe avanzar unido. Nuestra ruta planeada que se puso delante de nosotros ahora estaba bloqueada. Mi cerebro comenzó a considerar inmediatamente todo tipo de opciones diferentes.
Al final, hicimos que la mitad de ellos siguieran adelante y le pedimos a una familia que esperara una semana para que la otra familia regresara. Sabíamos que sería difícil hacer una pausa en su progreso y tomar un descanso, pero la vida no siempre tiene que ver con progreso.
Puesto que esta familia estaba en modo de espera la invitamos a visitarnos durante el fin de semana. Fue una gran oportunidad para conocerlos más y para que ellos vieran dónde vivimos.
Todavía no estamos seguros de qué es lo que está haciendo Dios, pero sabemos que él tiene el control. Sabemos que cuando él nos envía una bola curva es porque él tiene un plan diferente –así que podemos aprovechar al máximo la nueva ruta que tenemos delante de nosotros.
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