26 de febrero, 2019
# 22 Hacer favores
Mirando hacia atrás, supongo que podría haber incluido el tema de “hacer favores” en el informe que escribí sobre prestar cosas, pero la primera vez que hice una lluvia de ideas en mi blog los enumeré por separado, y creo que seguiré con mi primera inclinación.

Nuestro equipo pasa mucho tiempo haciendo favores a la gente nahuatlense. Tenemos recursos importantes como internet, por ejemplo, entonces dejamos que la gente envíe mensajes en nuestras computadoras y tratamos de encontrar en Facebook a miembros de su familia que se han ido a vivir en la ciudad para que puedan comunicarse.

Tenemos una impresora costosa, por lo tanto sacamos fotocopias de documentos del seguro, certificados de nacimiento y cosas por el estilo para cualquiera que los necesite. Tenemos cámaras, entonces tomamos fotos de la gente, las desarrollamos en la ciudad y les traemos copias.

Recargamos teléfonos celulares, regalamos envases vacíos de comestibles, vendemos mantas, remitimos preguntas a las oficinas gubernamentales, compartimos comidas, y regalamos paquetes de ropa para bebé a los recién nacidos. Nuestra costosa cinta adhesiva Scotch es muy popular para reparar billetes rotos, pues de otro modo no son aceptados en la tienda.

La lista sigue y sigue. Les daré un ejemplo reciente. El gobierno emitió un nuevo formato del documento de identidad a nivel nacional. Eso significaba que nadie –ni los maestros de la escuela local ni las personas que traen dinero de asistencia social– aceptaría la versión antigua. Por lo tanto, para casi todos los adultos del pueblo tuvimos que entrar a internet, llenar un formulario, descargar la nueva página e imprimirla para ellos. Hubo días en los que prácticamente no hicimos nada más sino saludar personas en la puerta y luego las ayudamos a conseguir su nuevo documento. Lo convertimos en una competencia para ver quién hacía más, porque es mejor reír que llorar, ¿verdad?

Es difícil explicar por qué esto no es al mismo tiempo un gran problema y una fuente de gran consumo de tiempo. Pero ya sea que esté llenando un formulario, escribiendo un correo electrónico para alguien, o recargando la linterna de una familia, debo recordar que en todas las cosas el amor de Dios me constriñe. Es mi oración que los nahuatlenses vean ese amor y respondan a él.

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