7 de diciembre, 2018
Estas son tres cosas increíbles que Dios hizo durante el tiempo que Joel estuvo en Guinea…
La conducción
El primer desafío fue conducir hasta la aldea. El viaje en general fue mejor de lo que pensaban, pero había una parte de la carretera incompleta. Están trabajando en la construcción de un puente, pero aún no está terminado. Cuando llegaron a esta parte, salieron del carro y comenzaron a medir con tablas la profundidad del agua y a preparar lo que podían para pasar el carro; entonces, justo cuando estaban a punto de intentarlo, apareció un niño y dijo que había una desviación cerca de la aldea para sobrepasar esta parte. Fue un milagro que el niño llegara en el momento exacto y eso significó que ellos pudieran hacer el viaje en menos de cinco horas.
Un mediador
Una de las cosas que es muy útil es tener una voz en la aldea. Es por esa razón que siempre animamos a nuestros misioneros a trasladarse cerca de sus sitios de ministerio y a comenzar a acercarse a la gente para ver con quien los relaciona Dios. No existe una fórmula en cuanto a cómo hacer esto y a menudo dependemos completamente de Dios para que nos guíe y nos dirija a las personas adecuadas. Cuando este equipo de misioneros apareció por primera vez en la aldea, tenían un guía, pero cuando llegaron, los aldeanos los relacionaron con un hombre de una aldea vecina que era educado y, por lo tanto, tenía un buen nivel de francés. Este hombre ha comenzado a convertirse en mediador y guía cuando viajan a diferentes aldeas.
En este viaje a la aldea, la primera persona que Joel y Ron (el otro líder de la misión) conocieron fue a este hombre. Ellos le explicaron lo que este equipo esperaba hacer en este grupo étnico, y quedaron muy impresionados con el mediador que Dios les ha provisto. Él entendió rápidamente lo que ellos querían, y es muy tranquilo, servicial y es un buen comunicador. Una vez que le explicaron todo esto, él se convirtió en su voz cuando se reunieron con los ancianos, de esa manera todo se pudo comunicar claramente en el idioma de ellos. Este hombre fue una gran bendición y estoy seguro de que seguirá siéndolo para este equipo a medida que ellos avanzan.
Un cambio de actitud
Cuando los ancianos y los líderes religiosos se reunieron, era evidente que el líder religioso era muy escéptico con respecto a los misioneros. Durante todo el tiempo que su mediador compartía lo que los misioneros querían hacer, uno podía deducir por su semblante que él dudaba en apoyar su venida a la aldea. Una de las personas que estaban en la reunión reconoció a Ron ya que él ha trabajado en Guinea durante veinticinco años. Cuando todo se había dicho sobre el tema, él hizo una pregunta muy desafiante sobre si estábamos allí para atacar al grupo religioso que estaba allí; esto abrió la puerta para que Ron explicara. Él les informó que éramos maestros religiosos; que nuestra meta no era luchar contra el grupo religioso que estaba allí, sino enseñar las Santas Escrituras en el idioma de ellos; que no se trataba de una religión contra otra, sino de las verdades que pueden ser halladas en las Escrituras y de seguir a Dios en el camino recto que él ha definido.
Al escuchar la respuesta a esta pregunta, la actitud del líder religioso cambió completamente. Él quería tener las Escrituras y que fueran enseñadas, y estaba dispuesto a que los misioneros fueran allí. ¡Servimos a un Dios increíble!
Lo que este equipo tiene por delante
Al día siguiente fueron a la aldea principal y compartieron lo mismo con los líderes de allí. El grupo les dio la bienvenida y estaban felices de que se mudaran allí pero era evidente que no estaban tan comprometidos como el primer grupo.
Esta fue otra afirmación de dónde se está abriendo la puerta para que este equipo se vaya a vivir allí. Ahora que se han iniciado todas las formalidades, el equipo es libre de comenzar el proceso de la mudanza. Regresarán el próximo mes y escogerán un terreno para construir sus viviendas, y averiguarán quiénes serán sus anfitriones en la aldea.
Los ancianos los animaron respecto a que este es el tiempo propicio para edificar pues el trabajo en los campos ha terminado y los hombres están disponibles para trabajar, entonces ellos esperan comenzar a construir lo antes posible para poder mudarse a la aldea y comenzar a aprender el idioma y convertirse en parte de la vida allí. Todavía hay mucho por delante para este equipo, pero en este fin de semana se dio un gran paso adelante. Un paso en el que Dios mostró claramente que él tenía el control y que él era el que hacía que las cosas sucedieran para su gloria. ¡Gracias por sus oraciones!
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