18 de noviembre, 2018
Confesiones de la dama de una gata loca
Como mencioné anteriormente, nuestra gata tuvo cinco gatitos el mes pasado; ME ENCANTAN esos gatitos. Cada vez que puedo, salgo al porche para acariciarlos y jugar con ellos, les tomo fotos, y estoy segura de que nadie ha venido a mi porche sin que yo le implore que les dé una mirada y vea lo lindos que son. Mentiría si dijera que no he pensando en quedarme con los cinco (no se preocupen, solo me quedaré con uno; el resto tiene hogares amorosos esperándolos).
He buscado mucha información en Google sobre cómo cuidarlos, y siempre hago lo que puedo para que estén sanos y a salvo. La otra cosa que hago es preocuparme por ellos; mucho. Sin embargo, Rambo, su mamá gata (sí, es una hembra llamada Rambo… al principio pensábamos que era un macho), es una buena mamá. Ella siempre sabe lo que hay que hacer para cuidarlos. De hecho, al observar este proceso me ha sorprendido ver que Dios ha diseñado a los animales para que sepan qué hacer para cuidar a sus crías. No necesito preocuparme mucho por los gatitos, su mamá los cuida.
Me gustaría poder decir que lo único que me preocupa de manera obsesiva son mis gatos. Sin embargo, lucho constantemente con el pecado de la preocupación en otras áreas de mi vida. Y sí, la preocupación es un pecado —no solo una tendencia o un defecto de la personalidad. Jesús nos ordena que no nos preocupemos, entonces la preocupación es desobediencia y también demuestra una falta de confianza en él. Y la cosa es que puedo confiar en él porque él es un buen Padre; en realidad es un Padre perfecto; él siempre sabe lo que es mejor para nosotros.
Un versículo en el que he estado reflexionando mucho últimamente es el Salmo 84:11b “No quitará el bien a los que andan en integridad”. ¡Dios no está reteniendo buenas cosas para mí! Aunque a veces parece que lo hiciera. En mi vida hay cosas que quiero desesperadamente y no tengo; pero sé que o no son buenas para mí o las voy a tener algún día, ya sea ahora o en la eternidad. Pienso que muchas veces caemos en pecado porque creemos que Dios está reteniendo cosas de nosotros –creemos que necesitamos esto o aquello para ser felices, y que Dios no nos lo da, así que lo buscamos de otras maneras. Pero quiero elegir creerle a Dios. Quiero extremadamente lo que es mejor para mis propios hijos, y nunca retendría algo bueno para ellos. ¿Por qué debería dudar de que Dios quiere lo que es mejor para mí, su hija?
Así que eso es en lo que he estado pensando últimamente. El siguiente versículo es el Salmo 84:12: “Jehová de los ejércitos, dichoso el hombre que en ti confía”. Elijo confiar en el Dios Todopoderoso que me ama; es posible que no tengas gatitos que te recuerden esta verdad, pero mi oración es que hagas lo mismo.
Hasta que todos conozcan [las buenas nuevas],
Matt, Karissa, Ty, y Wyck
Por favor, oren:
– Para que Dios provea otra familia como compañeros nuestros
– Para que Dios guíe a nuestro equipo en futuras decisiones
– Para que podamos confiar en Dios
– Para que podamos servirle bien a Dios cada día que él nos dé
Alabanzas a Dios:
– Dios sigue proveyendo para nosotros
– La función de Matt en construcción/ mantenimiento va bien
– Matt sigue disfrutando de enseñar la Biblia a los estudiantes de secundaria
– Tenemos muchos motivos para estar agradecidos
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