14 de octubre, 2018
Una feliz ocasión
Todas las manos acudieron a la dedicación del Nuevo Testamento en idioma pawaiano. Era el año 2000, y Larry M. Brown, actualmente director de Ethnos360, estaba en el liderazgo de la organización en Papúa Nueva Guinea. Él estaba preparado para la celebración, no para los apretones de manos.
Un agarre de cuatro dedos
En cualquier evento de Papúa Nueva Guinea, todas las personas estrechan la mano de todas las demás. Cuando Larry estrechó la mano de un anciano de la etnia pawaiana, notó que el hombre tenía cuatro dedos; lo mismo ocurrió con el siguiente anciano, y el siguiente, y así sucesivamente. Sin embargo, los pawaianos más jóvenes tenían todos sus dedos. ¿Qué estaba pasando?
Jack Douglas, quien juntamente con su esposa Isa tradujo el Nuevo Testamento, le contó a Larry que la gente había temido tanto a los espíritus que para apaciguarlos le cortaban el dedo meñique a cada bebé.
La fe tiene cinco dedos
Pero no más; ahora la gente de la etnia pawaia ha escuchado la verdad de Dios y tiene el Nuevo Testamento en su propio idioma. Ellos saben que sirven a Dios, y que Dios los ama y es más poderoso que todos los espíritus.
Hoy en día, los grupos étnicos vecinos están pidiendo a los pawaianos que compartan la verdad de Dios con ellos. “Es porque están notando una nueva vida”, informó Jack Douglas.
Los ministerios en el idioma del corazón —traducir la Biblia, enseñarla en su idioma, enseñarles a leer y escribir— tienen resultados duraderos.
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