5 de septiembre, 2018
“Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” Fil. 4:7.
¡Queremos expresar nuestro agradecimiento por todas sus oraciones y apoyo en estos últimos meses! Hemos visto la ayuda del Señor de maneras asombrosas a lo largo de este tiempo de gran transición para nuestra familia, ¡y sabemos que su apoyo ha tenido mucho que ver en eso! Esta carta se tomó una buena parte de mi día, en gran parte por tener que decidir qué fotos iba a adjuntar. Mirando cada una, me hace recordar no solo cómo han cambiado las dinámicas de nuestra familia, ¡sino Su fidelidad a través de todo! Estuvimos en Estados Unidos por tan solo siete semanas (Jeremiah, un poco más) con una meta principal: Ayudar a Jordan en este gran cambio, de PNG, donde pasó toda su infancia, a esta nueva vida como residente de Estados Unidos y estudiante del instituto bíblico.
Aterrizamos en Kansas City el 11 de junio, recogimos en Missouri un carro que el Señor proveyó para Jordan (¡y nuestra familia!), ayudamos a Jordan y a Judah a conseguir sus permisos de conducción el 13 de junio (¡en ese día también se cumplía nuestro vigésimo aniversario!), recogimos al padre y a la madrastra de April en el aeropuerto el día 14, y luego ¡organizamos una reunión familiar/graduación/celebración del día del padre que duraría del 15 al 17! Por supuesto, tuvimos mucha ayuda, y ¡estamos muy agradecidos por haber podido reunirnos con nuestra familia en un lugar tan hermoso! Esto fue muy significativo para nosotros, ya que ayudamos a Jordan a aclimatarse a su nuevo (¡pero natal!) país –¡ver a toda su familia, que hizo este viaje para mostrar su apoyo, fue una gran bendición para nosotros los padres!
El siguiente fin de semana nos dirigimos a Augusta, KS, para visitar una iglesia que apoya nuestro ministerio, ver a la familia y permitir que nuestros hijos visitaran a sus amigos de nuestro último año sabático. Fue un fin de semana vertiginoso, y ¡lamentamos mucho no haber podido ver en esa zona a más amigos y personas que apoyan nuestro ministerio! ¡Sin duda los veremos la próxima vez! Después de eso, participamos en la reunión de una comunidad de creyentes recién establecida en Kansas City, donde tuvimos el privilegio de darles a conocer las misiones tribales y lo que el Señor está haciendo en PNG.
Al día siguiente hicimos el viaje en auto de quince horas hasta Albion, MI, donde vivimos durante las próximas semanas. El Señor proveyó una gran casa para nosotros a través de una dulce dama de nuestra iglesia que se ofreció a mudarse donde su madre para que tuviéramos un lugar para quedarnos y un carro adicional; ¡qué regalo! Aquí disfrutamos de una dulce comunión con nuestra iglesia local, ¡la cual nos ha bendecido en muchas maneras!
Un buen amigo le ofreció a Jordan un trabajo durante el verano, donde pudo ganar la mayor parte del dinero para su matrícula del primer semestre. ¡Alabado sea el Señor! Jordan también hizo las pruebas para su licencia de conducción y aprobó, abrió una cuenta de cheques y ahorros, y lo más importante, ¡se reencontró con el uso del drive-thru [servicio de comida hasta el carro]! (¿qué clase de padres seríamos si no le enseñáramos a nuestro hijo cómo alimentarse en este nuevo reino?) Mientras tanto, Jeremiah continuaba pasando innumerables horas en la elaboración del borrador del Evangelio de Lucas en el idioma dinangat. Nuestros compañeros de trabajo, los Schlegel, pasaron el verano en Dinangat. Para una descripción detallada de lo que el Señor está haciendo allí, pulsa aquí para ver su informe.
Y luego llegó el día fatídico. El 30 de agosto salí del país con Judah y Alayna, quienes necesitaban comenzar la escuela en PNG, y dejamos a Jeremiah para que ayudara a Jordan a instalarse en el instituto bíblico durante las siguientes semanas. Despedidas llorosas, corazones oprimidos por el dolor, esta madre dejó a su hijo mayor para que comenzara la vida por su cuenta y abordó un avión para irse muy lejos. Bueno, eso suena un poco dramático, pero tengo que decir que eso duele. Y todavía duele; pero Dios. No haríamos esto por nadie más; solo él es digno; solo él puede fortalecernos en este supremo sacrificio –¡aunque incluso dudo en usar esa palabra! Dios es el único que verdaderamente sacrificó al entregar a su Hijo en manos de asesinos y burladores por el bien de un pueblo que todavía le da la espalda-. Hemos dejado a nuestro hijo en las manos de un Dios amoroso y perfecto, en un instituto que le enseñará verdades asombrosas a la vez que le proporcionará tres comidas al día y techo. Va a estar rodeado de personas que aman al Señor, y a solo unos treinta kilómetros de la iglesia que nos envió, que no solo le hizo una fiesta de graduación generosa, sino que ¡también le celebró su baby shower hace dieciocho años! Hay otras dos familias cercanas de la iglesia que lo conocen y lo aman, y familiares que viven fuera del estado y que se han comprometido a estar allí en el acto cuando los necesite. Así que sí, esta separación duele muchísimo, y todavía me levanto todas las mañanas por unos momentos, esperando que él esté en su habitación; no está, pero no está separado de su Dios; y tampoco nosotros; así que no hay problema.
Entonces, aquí están unas peticiones de oración, ¡y así terminaremos esta epístola!
- Por favor, oren por todos nosotros los Markley, aquí y allá, ¡para que mantengamos puesta nuestra mirada en Jesús y sigamos creciendo en nuestra dependencia de él!
- Oren por un trabajo para Jordan ya que necesita comenzar a pagar cuentas y otras cosas.
- Alabado sea el Señor porque parece que Jordan se está aclimatando muy bien hasta ahora, disfrutando de sus clases y pasándola de maravilla.
- Por favor, oren por unos grandes gastos que se nos avecinan, necesitamos pagar los vuelos para regresar a Dinangat y nuestros gastos de verano nos han pasado factura (¡literalmente!)
- Por favor, ¡lean el informe de nuestros compañeros de trabajo! (el enlace está en un párrafo de arriba). Alaben al Señor por lo que está haciendo en Dinangat, y oren por el continuo crecimiento de la iglesia y por sabiduría y celeridad en el proyecto de traducción.
¡GRACIAS por acompañarnos en este ministerio!
Sirviendo y confiando en Aquel que es digno,
Jeremiah, April, Jordan, Judah y Alayna Markley
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