6 de julio, 2017
“Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto… –Juan 15:5
PRIMERA VISITA A DAQÁN
El primer destino de este viaje, apropiadamente, fue una visita con el propósito de realizar el primer chequeo de la traducción en el idioma daqán. Para llegar a la aldea, Bob voló en un avión comercial durante una hora, luego montó en un vehículo de tracción en las cuatro ruedas durante otra hora, hasta que la carretera terminó en un gran río llamado el Mandai. Descargamos el vehículo y llevamos la carga abajo, hasta una pequeña balsa que era impulsada por un motor fuera de borda, y pronto cruzamos el Mandai y cargamos mis pertenencias en una carretilla de dos ruedas. Después de una corta caminata de quince minutos, llegamos a la casa del misionero traductor.
A la mañana siguiente nos reunimos en la ‘oficina de traducción’ con cuatro hablantes nativos del daqán que no habían escuchado la historia de Jonás antes. Después de conocerlos un poco y darles algunas instrucciones básicas para que supieran cómo sería el procedimiento, empezamos a trabajar en la traducción de Jonás, un párrafo a la vez.
Pronto se hizo evidente que el traductor había hecho un trabajo muy bueno al comunicar la historia de una manera clara y natural en el idioma daqán, y por esa razón pudimos avanzar con bastante rapidez a través del libro. Cuando llegó la hora de la cena ya habíamos terminado de chequear los cuatro capítulos, y ¡los hablantes nativos comentaban sobre lo emotivo que había sido escuchar la Palabra de Dios en su propio idioma! Siempre es fabuloso oír ese tipo de comentarios, pero en esta ocasión fue un poco más especial porque tres de los cuatro hablantes nativos ni siquiera eran creyentes. Así que, ¡tenemos grandes esperanzas de que a medida que el equipo produzca más traducción, Dios usará Su Palabra para atraer a más personas de la etnia daqán a Sí mismo!
AVENTURAS A CAMPO TRAVIESA
Mi viaje por carretera para ir a un lugar del interior con el fin de realizar la segunda revisión de la traducción, en idioma sekadau, terminó siendo una aventura, ¡mucho más allá de lo que esperaba! Si deseas leer la historia completa, pulsa el siguiente enlace: “Una aventura inesperada de motocross“.
El equipo Sekadau ha estado traduciendo ya por casi diez años, y en esta visita particular íbamos a revisar los libros de Efesios, 1 Tesalonicenses y Apocalipsis. Como en el caso de mi primera parada, los traductores habían hecho un trabajo muy bueno al comunicar el contenido de esos libros en la lengua local, y por eso terminamos de revisar los 649 versículos en siete días.
Durante mi visita, pude asistir a un servicio de la iglesia el domingo por la mañana, en el cual toda la congregación deja sus sandalias en la puerta y se sienta en el piso. Un creyente sekadau hizo un buen trabajo enseñando sobre el libro de Éxodo, y como el idioma de ellos está relacionado con la lengua nacional, pude seguir el esquema general del mensaje. Después de terminar el servicio normal, todo el grupo atravesó la aldea y bajó al río para el bautizo de dos nuevos creyentes (como habría de esperarse, el recinto de la iglesia no tiene fuente bautismal).
¡DEDICACIÓN DE LA BIBLIA EN IDIOMA SEMANDANG!
Después de terminar esos dos chequeos de traducción, regresé a la ciudad por unos días y tuve la oportunidad de visitar el famoso monumento de la línea ecuatorial que fue construido para marcar los cero grados de latitud. Mientras estuve allí, incluso aproveché la oportunidad para la pose obligatoria de plantar un pie en el hemisferio norte y el otro en el hemisferio sur.
Luego, después de jugar al turista por un día, abordé un autobús junto con otros treinta misioneros e invitados y nos dirigimos a la tierra del pueblo semandang. Después de veinte años de trabajo fiel del equipo de traducción, se planeó allí una gran celebración para marcar la terminación de su proyecto de traducir la Biblia. Desde el año pasado, todo el Nuevo Testamento y muchas porciones significativas del Antiguo Testamento habían sido revisados y completados en el idioma semandang, y yo tuve el privilegio de servirles como consultor de traducción durante los últimos años.
Más de mil personas se reunieron en el interior y en los alrededores del edificio de la iglesia para el evento, incluyendo la congregación local, misioneros, creyentes de grupos lingüísticos vecinos, invitados de iglesias de Estados Unidos que apoyaron el proyecto de traducción a través de los años, funcionarios del gobierno, e incluso un equipo de noticias de la televisión local. Todos se reunieron para conmemorar la gran ocasión de presentar las biblias terminadas a los creyentes locales. Después del servicio, se sirvió un banquete que incluyó alrededor de 1500 libras de carne de cerdo, así como arroz y verduras. Los visitantes de Estados Unidos pueden haber sido sorprendidos al ver que a pesar de la ceremonia formal y el enorme banquete, ¡no se proporcionaron cubiertos ni servilletas! Después de consumir la comida con los dedos, se formó una larga fila en el grifo de agua de la aldea, donde todos lavaban sus manos antes de dirigirse a sus respectivos sitios de alojamiento temporal.
Al terminar la celebración, nos dirigimos de nuevo el autobús para el viaje de regreso de seis horas hasta la ciudad. Desafortunadamente el aire acondicionado no estaba funcionando, a así la temperatura interior fue de treinta y dos grados centígrados hasta que el sol se puso. Luego, al día siguiente, me dirigí al aeropuerto para iniciar mi viaje a casa, pasando por Singapur, Tokio y Atlanta, antes de aterrizar en Indiana ¡cuarenta y cinco horas más tarde!
Cada parada de mi viaje fue muy provechosa, desde el comienzo de un proyecto de traducción hasta la culminación oficial de otro. Además, todo el tiempo disfruté de seguridad y suena salud. Una vez más, estoy muy agradecido con todos los que oraron por mis viajes y mi ministerio mientras estuve ausente.
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