21 de febrero, 2017
(NOTA: Escribí esto el jueves pasado, 6 de febrero, pero olvidé publicarlo aquí. ¡Lo siento!)
Tengo buenas y malas noticias para compartir con ustedes. Permítanme comenzar con las malas noticias, que llevarán a las buenas noticias.
Malas noticias
La mala noticia es que ha sido mucho más agotador, difícil y estresante hacer estos viajes hacia y desde la tierra de los vigué de lo que esperaba. Cada semana debo abandonar el confort y la facilidad de la vida en la ciudad y regresar a la desconocida e incómoda vida de la aldea, donde no entiendo la mayoría de lo que está ocurriendo a mi alrededor, no tengo espacio personal ni privacidad, etc. ¡Es agotador y como una montaña rusa emocional! Y en esta semana el termostato exterior subió un poco, lo cual significa que se necesita de más energía solo para vivir, por causa del calor. ¿Y la otra mala noticia? Este calor solo va a empeorar hasta alguna parte de mayo o algo así, cuando comiencen las lluvias.
Buenas noticias
Pero ¡también tengo buenas noticias para ustedes! ¡Este tiempo de ir y volver [desde la aldea] ¡puede estar llegando a su final! No inmediatamente, pero al menos en algún momento del futuro previsible. ¿Por qué? No, no es porque me esté dando por vencida y vaya a regresar a Estados Unidos de manera permanente. 🙂 Es porque en esta semana comienza el trabajo de la construcción de mi propia casa en la aldea, por lo tanto, ¡podré estar allí de manera más permanente!
Si ven la foto de arriba, la cual fue tomada en frente de la casa de mi madre adoptiva de la aldea, ¡verán que está marcado [Susie’s future house] el lugar donde va a estar mi casa! (por lo menos es una aproximación a donde va a estar. Traté de juntar lo que recordaba de andar allí el otro día y lo que vi en la foto, y es por lo menos en algún lugar por ahí). Así que sí, Jen [mi compañera de trabajo] y yo hemos hablado con el jefe de la aldea y ¡hemos conseguido un terreno para construir nuestras casas! (la de Jen estará a unos cientos de metros de la mía). También tenemos contactos en otra aldea de Vigué, Sam y Charlie,* (a quienes tal vez recuerden de una publicación anterior, ya que ellos fueron nuestros guías en la mayoría de las otras aldeas de los vigués), quienes han encontrado albañiles para nosotras, hablaron con ellos sobre la construcción de nuestras casas, y están encargándose de comprar materiales y de ser nuestros intermediarios con estos albañiles. Jen y yo no sabemos casi nada sobre cómo se construye una casa, especialmente en la aldea de Burkina Faso, por lo que estamos esperando y orando para que Sam y Charlie puedan hacerse cargo de la mayoría de los dolores de cabeza por nosotras. ¿Puedes orar con nosotras para que este proceso de construcción de casas sea mucho más rápido y fácil de lo que ha sido para otros misioneros de la zona? Conozco una familia misionera que acaba de terminar de construir su casa, y ellos estuvieron muy involucrados en el proceso de construcción, casi todos los días, durante unos diez meses para terminarla. Sam y Charlie han dicho que es probable que tome menos de dos meses ¡y que lidiarán con los inconvenientes por nosotras! Dudo que realmente sea así de rápido, pero tengo la esperanza de que se pueda hacer quizá en unos tres meses, y tal vez seremos salvadas de un montón de dolores de cabeza. ¡Gracias por sus oraciones!
Bueno, ¡estas son las malas noticias y las buenas noticias! La vida llena de aventuras puede ser agotadora, pero es emocionante ver a Dios usando esto para empujarnos a dar los siguientes pasos. Y para su información, estoy pensando en tener un dormitorio extra, así que ¡estaré preparada para cuando USTEDES vengan a visitar!
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