La familia extendida Greenslade, ¡juntos otra vez!
21 de febrero, 2017
Saludos desde Chihuahua, México –donde el invierno no puede decidir si va o viene, ¡sin embargo el tiempo sigue avanzando!
Mientras el año 2017 toma plena velocidad, la vida sigue siendo ocupada como siempre. La vida cotidiana gira en torno a nuestro estudio en curso de español y de la cultura mexicana, con el fin de terminar bien, para luego trasladarnos y unirnos a nuestros compañeros de equipo que trabajan con la etnia nahuatl. El cuidado a tiempo completo de Amy para Lily significa que –como era de esperarse– no ha llegado el momento para que ella retome a tiempo completo su estudio formal del español. No obstante, su continuo progreso en su capacidad conversacional, derivada del tiempo de compañerismo que pasamos con nuestros amigos de habla hispana, ¡ha sido una fuente de mucho ánimo! También fue alentadora una visita de una semana de toda la familia Greenslade aquí en Chihuahua. Los veintitrés de nosotros disfrutamos de estar juntos en un solo lugar, viviendo y trabajando y jugando lado a lado, luego, como una familia, ejerciendo el privilegio de alabar a Dios juntos un domingo por la mañana. Estamos muy agradecidos por la bondad de Dios para con nosotros en esto, entre muchas otras cosas.
El mes pasado, pasé dos semanas en Las Moras con Rachel y Katie –que han estado fuera del pueblo mientras los Hypki terminan su año sabático en Wisconsin. Nuestro plan original era viajar como familia, pero nos pareció que era demasiado pronto para que Amy y Lily viajaran. Por lo tanto, los tres abordamos un pequeño avión de la misión y nos dirigimos de vuelta a las montañas de México. Para Katie esta era su primera vez después de meses de someterse a estudios médicos en Estados Unidos –¡qué respuesta a la oración!
Trabajando en el pueblo un poco más de una semana, logramos llevar a cabo muchas cosas. Los tres compramos herramientas y suministros necesarios para terminar el cimiento de nuestra casa, luego los repartimos antes de guardar apropiadamente todo. Conseguimos un grupo de hombres para traer rocas del cañón cercano, y seguimos con los líderes locales en nuestras dos órdenes de adobes –que usaremos para construir las paredes exteriores de nuestra futura casa. En todo esto tuve mi primer sabor de ‘la vida en la montaña’, encontrando que muchas cosas suceden en su propio horario y no en nuestro tiempo preferido… pero por la gracia de Dios, cada proyecto terminaba completado o progresando según lo necesario.
El haber pasado tanto tiempo en Las Moras propició la oportunidad para comenzar a fomentar amistades. Pasé un tiempo con mi futuro vecino de al lado G* –recogiendo suministros de la pista de aterrizaje, organizando un grupo para cortar y cargar rocas, y revisando un par de cientos de adobes que él había hecho para mí. Conocí a varios hombres y mujeres cuando mis compañeras de trabajo iban a visitar o recibían invitados, y pasé varias horas cargando adobes junto con otra familia nahuatl. Tal vez el tiempo más precioso fue con H,* un creyente de habla hispana que estaba sediento de tener comunión cristiana que rara vez puede encontrar. El deseo de su corazón de que Jesús sea predicado en Las Moras es muy alentador y, si Dios lo permite, estoy emocionado con la idea de pasar más tiempo con este hermano en los años venideros.
Ya se hizo un viaje en este año, ¡y ha llegado demasiado pronto el tiempo para el siguiente! Escribo este informe de nuevo en ruta a las montañas, donde mis amigos John Steinbacher y Don Chubb me ayudarán a terminar el cimiento de nuestra casa y a verter el porche del frente. Tendremos un par de hombres del pueblo trabajando junto a nosotros, y pretendemos dejar el sitio listo para levantar las paredes de adobe. Aunque el trabajo permanece ante nosotros en Chihuahua, estamos agradecidos de que Dios nos esté dando la oportunidad de prepararnos ahora para vivir en Las Moras –¡y para vislumbrar en qué manera Él ya está obrando entre el pueblo nahuatl hoy!
¡Alaba a Dios con nosotros!
- Por haber realizado lo que se necesitaba durante mi viaje en enero; por el progreso hecho por nuestros compañeros de trabajo en la traducción de la Biblia; y por la oportunidad para comenzar a fomentar amistades en Las Moras.
- Bondadosamente Dios nos dio tiempo con la familia de Amy en enero, ¡lo cual fue una fuente de alegría y rejuvenecimiento!
- Estamos viendo que Amy avanza en su recuperación del nacimiento de Lily, está comenzando a reganar energía y vigor, que se habían demorado en volver.
- Es un gran regalo tener amigos como Don y John, dispuestos a acercarse a un completo neófito de la construcción como yo, dando de su tiempo y energías para ayudar a preparar nuestra casa de la montaña… ¡todo con el fin de que Jesús sea proclamado entre los nahuatl!
Maneras en que puedes orar:
- Mientras John, Don y yo viajemos de nuevo a las montañas en esta semana, por favor, ora para que Dios nos conceda un viaje seguro y todo lo necesario para realizar lo que se necesite. Por otra parte, ¡ora para que nuestra presencia provea un testimonio del amor y la gracia de Dios a futuros amigos y vecinos de allí!
- Para que Dios revele Su suficiencia a H*, fortaleciéndolo con Su presencia incluso cuando está tan lejos de otros creyentes con los que podría tener comunión.
- Por favor, ora por Amy y los niños ya que voy a viajar otra vez muy pronto, que Él los sostenga y los anime (¡y a mí!) durante el tiempo que estemos separados –¡algo que nunca deseamos ni esperamos! Ora también por Chrissy, la esposa de Don, sus tres hijos (¡uno tan pequeño como Lily!), y por Linda, la esposa de John.
- Por último, por favor, ora por Josh, el hermano de Amy, –que regresa a Spokane desde Chihuahua, él cayó de espaldas en el aeropuerto y ahora se está recuperando de esa experiencia dolorosa.
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