Darles la bienvenida es solo el primer paso en nuestro viaje juntos
29 de septiembre, 2016
Nuestra próxima tarea fue recibir a dos nuevas misioneras en nuestro campo. Recibir gente en el campo siempre es un motivo de alegría ya que hay una gran necesidad de más obreros. Sin embargo, el recibimiento de nuevos misioneros en nuestro campo abarca muchas cosas…
- En primer lugar, tenemos que conseguir una vivienda lista, lo cual incluye la firma de contratos, amueblar, limpiar y hacer muchas reparaciones pequeñas.
- A continuación está el asunto de recibirlos en el aeropuerto.
- Luego hay que pensar en comidas para la primera semana mientras se instalan y se familiarizan con cosas como hacer compras y cocinar.
- Tenemos que dar numerosas orientaciones, incluyendo asuntos de seguridad, finanzas, salud, lenguaje, sobre nuestro programa en general y así sucesivamente.
- Existe una documentación que hay que tramitar para que se nos permita estar en Senegal, lo cual requiere de certificados de salud, certificados de nacimiento traducidos, y cosas similares.
- Por último, existe simplemente la necesidad de estar disponibles para ayudar a la gente a desplazarse y conseguir lo que ellos necesitan hasta que estén lo suficientemente familiarizados con la vida para hacerlo por cuenta propia.
Para ayudar a hacer esto posible, Joel y yo nos quedamos en Dakar durante unos cinco días con los chicos antes de que comenzara su periodo escolar. De esa manera estuvimos allí para darles en persona una bienvenida al campo y también a los alrededores si necesitaban algo. Trajimos a la hija mayor de nuestras familias anfitrionas para que viniera y ayudara con los niños durante la semana, pues nosotros íbamos a tener mucho ajetreo. Yo también estaba preparando comidas para todos los que todavía estaban en la misión, trabajando en sus materiales de alfabetización. Para maximizar eso, decidimos invitar a cenar a una familia diferente cada noche para que pudiéramos ver cómo seguían las cosas. Todo eso se sumó a una semana de locura, pero muy exitosa.
Terminamos la semana con una fiesta de bienvenida para nuestras dos nuevas misioneras. Armamos una canasta de bienvenida para ellas, les pedimos que compartieran su testimonio y luego todos comimos juntos como misión. Siempre nos causa alegría ver a nuevos miembros uniéndose a nuestro equipo. Es algo para lo cual vale la pena sacar el tiempo para celebrar. Ellas tienen un largo camino por delante mientras se ajustan y se adaptan, pero una y otra vez Dios demuestra ser fiel en todo.
Y para animarlas a seguir adelante
Con las nuevas llegadas, actualmente tenemos trece misioneros en esta fase del ministerio.
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