Lisa Kappeler va a regresar a Papúa Nueva Guinea.
Los últimos nueve meses de su año sabático han estado colmados de reuniones con viejos amigos y conociendo a nuevos amigos —todos deseosos de escuchar las cosas asombrosas que Dios ha hecho entre la gente uriay. Ella ha tenido la oportunidad de compartir esta historia emocionante con muchas personas en estos meses.
Además, comenta Lisa, éste ha sido un tiempo en que Dios la ha amado y bendecido inmensamente a través de Sus hijos.
“Estoy totalmente maravillada por las oportunidades que Dios me ha dado para compartir acerca de Su grandeza, poder y hechos formidables –y Su abundante bondad, gloria, suficiencia, misericordia y gracia”, comparte Lisa. “He visto cómo me ha cuidado Dios en el campo misionero, pero en estos últimos meses Él ha llevado eso a un nivel totalmente nuevo”.
Lisa está muy animada; Dios ha sido fiel. Y a pesar de que las despedidas serán duras, se siente reanimada y apoyada en oración y amor ahora que regresa a su ministerio.
Como sus coobreros no van a regresar a Papúa Nueva Guinea hasta después de algunos meses, Lisa no va a vivir en su casa de la aldea por un rato. Va a vivir con otros misioneros de NTM a unas horas de distancia.
Sin embargo, Lisa está deseosa —a pesar de la distancia— de reanudar su labor de traducir la Biblia al idioma uriay y ora para que sus ayudantes nativos de traducción puedan venir a pasar una semana entera con ella a fin de que la obra de traducción continúe avanzando.
Hasta que pueda mudarse, ella también va a estar visitando la aldea donde está su casa, al menos una vez a la semana, para animar a los creyentes uriays y para cultivar su crecimiento en Cristo.
Lisa aprecia que oremos por estos creyentes uriays que están creciendo. Ella sabe que varias clases de eventos en la vida de la aldea tienden a confundir su pensamiento y les hacen recaer en sus viejas formas de pensar en lugar de continuar confiando en la verdad de la Palabra de Dios.
“La gente uriay es nueva en su andar con Cristo, pero el Espíritu Santo puede hacer que recuerden la Verdad. Oren para que escuchen y se sometan al Espíritu en lugar de oír temerosamente… mentiras”, agrega Lisa.
Oren también por Lisa mientras regresa al ministerio y la tarea que tanto aprecia. Oren por su seguridad y para que la mano de Dios sea bendiciéndola y animándola mientras invierte gozosa su vida en el propósito divino de alcanzar con amor a la gente uriay.
Ella sabe que habrá dificultades y retos cuando regrese. “Pero”, informa ella, “Dios usará todo para el bien —para mi bien y el bien de la gente uriay— porque eso es lo que Él hace y lo que Él es… Oren para que yo continúe descansando en esa verdad —sin importar las circunstancias”.