Chris y Lynne Strange se dirigían a la aldea por última vez.
“Incluso es difícil elaborar este informe”, comparte Lynne. “Nos era difícil pensar en esto y durante meses temimos que llegara este momento. Nuestras gargantas se cerraban y las lágrimas brotaban en nuestros ojos sin que pudiéramos evitarlo”.
“Dios llena nuestras vidas con buenos, no —excelentes— regalos”, escribe en su informe Lynne Strange, “y dichos regalos casi siempre son personas; bien, los mejores de ellos son personas”.
Y Chris y Lynne temían enfrentar la tarea más difícil que alguna vez hayan tenido como misioneros. Después de años de amar y vivir con las familias y amigos banwaones, era difícil decir “adiós”.
“Sabemos que será en el cielo la próxima vez que saludemos a algunos de estos hermanos y hermanas en Cristo”, comparte Lynne. Por lo tanto, Lynne y Chris oraron para que Dios les permitiera expresar adecuadamente cuánto significaba la gente banwaón para ellos y “que llevaríamos a cada uno de ellos en nuestros corazones, sin importar dónde viviéramos en la tierra”.
Lynne dice que ellos estaban elaborando los planes para su visita final a la aldea cuando sus dos computadoras advirtieron que tenían mensajes entrantes. Todos los mensajes eran acerca de la noticia de que sus amigos banwaones habían hecho una colecta para celebrar con ellos un Pogsalamat (significa literalmente: “acción de gracias a Dios”).
Lynne comenta: “La noticia nos sorprendió y luego nos envolvió en una ráfaga de actividad. Repentinamente teníamos que hacer compras y luego pesar y empacar todo lo que habían pedido para la gran celebración, ¡estábamos corriendo a toda velocidad!”.
Los planes del vuelo tenían que ser cambiados, había que pedir pollo, y Chris tuvo que levantar sacos de arroz pesados para llevarlos en el vuelo.
Lynne dice que estaban abrumados con este torrente visible de amor de sus amados amigos banwaones. “Este es un tiempo difícil del año para ellos, sin embargo en sus corazones había este sentir de dar y celebrar con nosotros. Julio es el ‘mes de la hambruna’ para ellos, antes de la cosecha en septiembre”, explica ella. “Durante estos meses la comida y los fondos escasean en todo momento. …su expresión de amor literalmente nos llena hasta rebosar”.
Durante esta fiesta especial de Acción de Gracias, los centenares de personas que vinieron a expresar amor y gratitud a Chris y Lynne consumieron 27 pollos, 220 libras de arroz, 38 libras de fideos y demasiadas latas de pescado para ser contadas.
Lynne dice que ella y Chris se sintieron profundamente conmovidos. En vista de los tiempos de escasez en la tribu, era evidente el hambre que muchos habían experimentado en los últimos meses. “Era particularmente sorprendente ver personas que estaban más delgadas que la última vez que las habíamos visitado, disfrutando la comida y también riendo con nosotros por última vez”.
Antes del banquete de celebración, Chris y Lynne compartieron sinceras expresiones de agradecimiento y amor. “Compartimos que, así como Dios nos había instruido para prepararnos para dejar el hogar y la querida familia en Estados Unidos para ir a vivir entre los banwaones, continuaremos siguiéndolo a Él a donde quiera que nos lleve”.
Y los banwaones respondieron con palabras que conmovieron profundamente a Chris y Lynne. “Dijeron que aunque ellos nos van a extrañar muchísimo, la única manera de vivir correcta es en obediencia a Dios, nuestro Padre. Ellos añadieron que podremos estar separados aquí en la tierra, pero por causa de Dios, podemos mirar con esperanza a la eternidad, cuando todos tendremos ‘una casa’ en el cielo”.
Lynne comparte que ella y Chris sienten que los banwaones son como su familia, y ellos tienen la gran esperanza de algún día poder regresar a visitarlos. “La palabra ‘difícil’ se queda corta para describir nuestras despedidas empañadas por las lágrimas”, comenta Lynne. “¡Los términos ‘doloroso’ y ‘desgarrador’ tampoco expresan adecuadamente lo que sentimos! Estamos eternamente agradecidos con Dios por permitirnos ser parte de la obra que Él está haciendo allí”.
Oren por Chris y Lynne Strange mientras Dios los encamina por nuevos senderos; oren por salud, protección y guía para ellos. Oren por el ministerio que se está llevando a cabo con la gente banwaón y por Albert Castelijn y su familia, quienes pronto estarán viviendo en la aldea banwaón para continuar compartiendo el amor de Cristo, el cual une poderosamente los corazones en la tierra con la mira de una maravillosa y futura celebración en el cielo.