15 de marzo, 2020
Si has leído mis cartas informativas por correo electrónico, recordarás que estoy haciendo un estudio del libro de Hechos a través de Bible Study Fellowship (BSF). De vez en cuando ellos hacen referencia a otros libros de la Biblia —en esta semana fue 1 Tesalonicenses. Mientras repasaba las notas, me di cuenta de que, en una visita reciente que hice a uno de nuestros sitios de ministerio en la selva, acababa de presenciar un ejemplo cercano de lo que describe 1 Tesalonicenses 2.
Una de nuestras cuarenta y cuatro obras activas de plantación de iglesias, Wusuraambya, está ubicada en las tierras altas de Papúa Nueva Guinea. Los esposos Andrew y Cathy Goud actualmente están trabajando solos allí; los dos han estado juntos allí durante veintiséis años, y ella estuvo allí varios años antes de que se casaran. Ellos viven entre la gente wusuraambyana, enseñando, traduciendo y, en general, amándola; ellos han enseñado la Biblia y han plantado una iglesia. Hay tres maestros bíblicos wusuraambyanos que ahora llevan a otras aldeas el mensaje de las buenas nuevas, de lo que les ha sido enseñado, incluso a una distancia de tres horas y media de camino.
Los Goud siguen fielmente, a pesar de circunstancias muy desalentadoras —cosas que te hacen querer levantar las manos y preguntar “¿Por qué Dios?” Pero ellos continúan entregando estas situaciones en las manos del Señor y dicen: tal vez Él va a usar esto para bien. Repasando 1 Tesalonicenses 2, las notas de BSF dicen “el objetivo de los siervos-líderes es que otros experimenten el mayor propósito de la vida: glorificar a Dios y disfrutar de Su presencia para siempre”, y “Todos los que viven por fe obedecen activamente la Palabra de Dios y confían en los resultados que Él determina de manera soberana”. En la vida de los Goud pude ver ese enfoque —ayudar a la gente wusuraambyana a experimentar el propósito de Dios en sus vidas. Al mismo tiempo, ellos se entregan al poder de Dios y trabajan en la vida de la gente wusuraambyana para hacer que eso suceda, viéndose a sí mismos solo como vasos a través de los cuales el Señor obra.
Nuevamente, en el estudio que leí, “Pablo invirtió su vida en adoración a Dios mediante el servicio a Su pueblo. Esta carta [1 Tesalonicenses] muestra lo que es emplear bien el tiempo con las personas en estudio, sufrimiento, dolor, capacitación, oración y expectación gozosa”. Eso es lo que vi en este viaje –la disposición de los misioneros para invertir en las personas— capacitándolas, alfabetizando a los niños, brindando atención médica, día tras día, como adoración a Dios.
A pesar de que se acercan a los sesenta años, todavía sueñan con maneras de adelantar el Reino de Dios entre los wusuraambyanos. Están considerando la posibilidad de trasladarse a un nuevo sitio de plantación de iglesias para promover el discipulado allí, permitiendo de esta manera que los maestros bíblicos vayan aún más lejos, para enseñar la Biblia en un nuevo grupo étnico.
Incluso después de que su principal ayudante de traducción se mudó, los Goud siguieron trabajando con la meta de terminar la traducción del Nuevo Testamento en el idioma wusuraambyano. Ante la dificultad de los adultos para aprender a leer y escribir en su idioma tribal, ellos optaron por enseñar a los niños. Con un idioma complicado que puede tener hasta diecinueve sílabas y cuarenta y tres letras en una palabra, ¡no es de extrañar que sea difícil de aprender! Los Goud continúan avanzando para asegurarse de que estos niños puedan leer la Palabra de Dios. Los niños incluso aprenden a leer mediante la lectura de historias bíblicas en su idioma tribal.
Oren conmigo por los Goud –tienen acceso limitado a internet y sus cuatro hijos regresaron a Canadá. Oren para que el Señor fortalezca a diario sus corazones y los consuele con Su presencia, al mismo tiempo que sigue animándolos para que hagan Su obra en el pueblo wusuraambyano. Oren para que ellos no se sientan solos y para que la iglesia se preocupe por e invierta en ellos mientras ellos invierten en el pueblo wusuraambyano.
Oren por mí mientras trato de fomentar la relación ente los misioneros y sus iglesias y apoyadores para que alguien invierta en ellos mientras ellos lo dan todo por el Evangelio entre las naciones. Oren para que mi tiempo en Wusuraambya dé frutos a medida que los informes y publicaciones que produzca desarrollen comprensión y profundicen la relación.
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