Hogar dulce hogar
8 de agosto, 2019
No fue rápido, tampoco fácil, pero finalmente regresamos a nuestra casa entre la gente de la etnia pal. Así es la vida aquí; pero permítanme retroceder un poco y contarles la historia completa.
Un par de semanas antes, mis padres, Steve y Brenda Hostetter, llegaron a PNG; luego se subieron a bordo de nuestro helicóptero NTM PNG y volaron hasta nuestra casa aquí entre la gente palense. Estábamos absolutamente encantados de que vinieran a visitarnos, y también eufóricos por todas las golosinas que trajeron. Fue un placer mostrarles dónde vivimos y trabajamos en medio de la nada en la selva de PNG.
Dos días después volamos fuera de la tribu con mis padres para tomarnos unas pequeñas vacaciones con ellos. Pasamos unos días en un centro misionero de New Tribes antes de mudarnos un poco a Orobiga, una casa para huéspedes dirigida por la Hermandad Evangélica Suiza. En Orobiga disfrutamos de una de las semanas más relajantes que hayamos tenido en mucho tiempo. Nuestros hijos nadaban en la piscina todo el día y nosotros nos despreocupábamos y relajábamos –algunas veces. Algunas veces jugamos bádminton, mini-golf, voleibol de piscina, fútbol de fideos en la piscina, voleibol con bombas [globos] llenas de agua, peleas con bombas llenas de agua, juegos de mesa y juegos de cartas. Y además de eso, todos los días devorábamos deliciosos manjares; fueron unas vacaciones de primera.
Lamentablemente, al final de esa maravillosa semana, nos despedimos de mis padres y los vimos pasar a través de la seguridad del aeropuerto de Goroka, iniciando su largo viaje a casa. Y no mucho tiempo después, nos preparamos para nuestro no tan largo viaje a casa. Fue entonces que las cosas se pusieron un poco interesantes.
Era la noche antes de nuestra partida programada, habíamos hecho nuestras maletas, nuestras cosas ‘para estar fuera de la tribu’ las habíamos vuelto a guardar, y solo faltaba limpiar un poco la casa. Fue entonces que recibimos el mensaje de texto: El helicóptero está fuera de servicio por mantenimiento. No podríamos volar según lo programado.
Tres días después llegamos al aeropuerto a las 5:15 de la mañana, pensando en salir al amanecer para la tribu. Maggie y los tres hijos menores partirían primero hacia la tribu, y luego el helicóptero vendría por Micah y por mí, junto con una pareja joven (que estaba visitando a nuestros compañeros de trabajo en la tribu) y nos llevaría a casa. Terminamos sentados en la sala de espera del aeropuerto durante unas largas horas, esperando a que la niebla se levantara, antes de que Maggie y tres de nuestros hijos finalmente despegaran. A la mitad de la mañana llegaron sanos y salvos a casa, y después el helicóptero vino por el resto de nosotros.
Cuando despegó nuestro vuelo de 25 minutos hasta la tribu, el último informe del tiempo en Pal hablaba de cielos despejados y un clima aceptable. Veinte minutos después, mientras nos acercábamos a casa, mi esposa actualizó el informe del tiempo y me envió un mensaje de texto –“Completamente empapado y lloviendo”. Como no dispuesto a darse por vencido, nuestro piloto buscó el valle al lado de la cordillera donde se encuentran nuestras casas, descendió por debajo de la capa de nubes y se dirigió al valle y hacia nuestra casa.
Avanzamos un kilómetro y medio y no pudimos seguir adelante; un sólido muro de niebla y nubes bloqueaba nuestro camino a casa. El piloto cambió la dirección y se dirigió hacia cielos más soleados. Aterrizamos en una cancha de fútbol sobre una cordillera en medio de la nada, un vuelo de solo diez minutos pero que representa una caminata de dos días. Un enjambre de lugareños salió a saludarnos y a ver el helicóptero, y nosotros tuvimos el placer de pasar unas horas con ellos.
Afortunadamente teníamos servicio de telefonía celular allí en medio de la selva y Maggie pudo mantenernos informados sobre las condiciones climáticas a lo largo de la tarde. A media tarde, abordamos nuevamente el helicóptero y nos dirigimos otra vez a casa. Combatimos vientos huracanados y cambiantes, pero la niebla y las nubes se levantaron lo suficiente para poder encontrar el camino a casa.
Ya estamos instalados y hemos retomado la rutina; Maggie y los niños comenzaron su nuevo año de educación en el hogar en esta semana, y yo me metí enseguida en el discipulado, la traducción y la capacitación de maestros bíblicos. Por favor, sigan orando por los creyentes y la iglesia de Pal. La iglesia debía comenzar un esfuerzo de evangelización la semana pasada, pero se ha suspendido por el momento; sin embargo, ese informe será para otro momento.
La lucha
20 de agosto, 2019
¿Cómo reaccionamos cuando una nueva idea desafía lo que sabemos? Nos aferramos muy firmemente al conocimiento y las ideas que hemos adquirido a una edad muy temprana y hemos llevado con nosotros durante toda nuestra vida. Aprendemos que tenemos que decir “Por favor”, y “Gracias”; eso es lo correcto, ¿verdad? Y mis hijos deben beber un vaso de leche con cada comida para que tengan huesos y dientes sanos y fuertes, probablemente. Cuando una de esas creencias fundamentales es desafiada por una nueva idea, bueno, generalmente es la nueva idea la que sufre una muerte precipitada y brutal.
Si estás en las redes sociales, probablemente ves a diario a personas discutiendo vehementemente por sus opiniones y creencias, incluso hasta el punto de perder amigos y crear enemigos. ¿Con qué frecuencia alguien se da por vencido en una discusión y cambia de bando? Casi nunca, ¿verdad?
La gente de la etnia pal está viendo que sus valores y creencias fundamentales están siendo desafiados –desafiados por la Palabra de Dios. Muchos han depositado su fe en Jesucristo y tienen la Palabra de Dios como su autoridad, pero sus viejas creencias no están muriendo fácilmente. Ellos luchan todos los días para rechazar las viejas creencias –creencias que la carne disfruta y a las cuales desea aferrarse– y caminar en la nueva vida a la que Dios los llama.
Recientemente, nosotros como iglesia palense tratamos el asunto. Dejamos a un lado la lección del libro de Hechos que estaba programada para ese domingo y abordamos esas viejas creencias a las que muchos creyentes todavía se aferran. Exhortamos a la iglesia palense a desechar esas falsas creencias de una vez por todas y a mantenerse firmes solo en la Palabra de Dios. Los exhortamos a decidir ese día a quién iban a seguir; también tratamos este asunto con los maestros bíblicos de Pal; tuvimos que apartar a cuatro de ellos de sus puestos como maestros, lo cual sirvió como una grave advertencia para el resto del grupo.
Muchos creyentes palenses han rechazado sus viejas costumbres y viejas creencias de una vez por todas. Algunos tomaron esta decisión hace años y muchos lo hicieron recientemente; pero hay quienes todavía intentan andar por un camino intermedio inexistente: “Creo que la Palabra de verdad, pero. . .” Es una lucha.
Pero Dios está obrando aquí; somos seres tercos, necios e impenitentes, pero nuestro Dios, que creó las estrellas con su aliento, está obrando en nosotros. Él está obrando entre sus hijos aquí, mostrándoles y enseñándoles su gracia, poder, santidad y amor. Y hay crecimiento y esperanza, y la luz está penetrando las tinieblas.
Ayuda al heli
30 de agosto, 2019
Muchos de los lugares donde trabajamos son muy remotos, de difícil acceso y casi inalcanzables —no hay carreteras para conducir o ríos para navegar en canoa, las aguas del mar no son tranquilas, y la selva no puede ser domada. Los helicópteros no solo nos permiten llevar a nuestros misioneros y sus familias a esos sitios, sino que también acortan la cantidad de tiempo que se necesita para cumplir la tarea de plantar una iglesia. Con un helicóptero los misioneros no se distraen con la creación y el mantenimiento de una pista de aterrizaje o viajando fuera de la comunidad étnica durante días para traer suministros. Tener un helicóptero disponible también asegura que estemos preparados para cualquier emergencia médica, especialmente en aquellas zonas de difícil acceso. Los helicópteros también permiten que los misioneros itinerantes realicen viajes regulares de vuelta a sus sitios de ministerio para continuar alentando y desarrollando la iglesia.
La plantación de iglesias realizada correctamente es un proceso largo, y sin embargo es una tarea urgente. Los helicópteros son la herramienta que podemos usar para aumentar la eficiencia y acelerar el avance del Evangelio. Actualmente, quince de nuestros sitios de ministerio son atendidos con un solo helicóptero, y el número es cada vez mayor. Desafortunadamente, nuestro helicóptero es viejo y a menudo está fuera de servicio debido a reparaciones.
Permite que New Tribes Mission PNG tenga la capacidad de expandirse a nuevos lugares, ora por la necesidad que tenemos de más mecánicos, más pilotos y los fondos para expandir los servicios del helicóptero.
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