22 de octubre, 2018
Dios obra a través de las dificultades y usa circunstancias aparentemente imposibles para darse a conocer.
Cuando pasamos una semana en la unidad de cuidados intensivos (UCI) con nuestro hijo el mes pasado, las cosas ciertamente parecían imposibles. Parecía difícil incluso imaginar que Calvin superaría esta prueba, y sin embargo, como la mayoría de ustedes ya saben, Dios ha permitido precisamente eso. Estamos muy agradecidos con los miles de personas que estuvieron orando en todo el mundo y enviaron palabras de aliento y ofrendas para ayudar. Sus oraciones nos ayudaron durante ese tiempo y nos recordaron la fidelidad de Dios.
Enviamos un correo breve electrónico inmediatamente después de ser dados de alta del hospital el mes pasado, pero quisimos tomar el tiempo para dar un relato más exhaustivo. Esperamos que este testimonio sea un estímulo y un recordatorio para ti de la bondad de Dios, tanto como lo ha sido para nosotros.
Viajamos hasta Waukesha, Wisconsin, para visitar a la hermana de Cameron, Bethany, y su familia, en el Instituto Bíblico Ethnos360. El día que llegamos Calvin se estaba quejando de un dolor de cabeza. Su dolor persistió durante el día siguiente y en nuestro segundo día allí lo llevamos a un centro de urgencias cercano. Allí ellos recomendaron que fuéramos al Hospital de Niños de Wisconsin en Milwaukee para que le hicieran unos exámenes de sangre.
Después de llegar al hospital, y mientras esperábamos a que le sacaran sangre, Calvin tuvo convulsiones y una falla respiratoria potencialmente mortales. Ahora sabemos que las convulsiones probablemente fueron causadas por la meningitis y la encefalitis virales que más tarde le diagnosticaron. El excelente personal del hospital inmediatamente entró en acción e intervino para detener las convulsiones y puso a Calvin bajo sedación y en un respirador. Luego él fue trasladado a la UCI.
Terminamos pasando ocho noches completas en la UCI. Durante ese tiempo ellos le hicieron cientos de exámenes de sangre y múltiples resonancias magnéticas y tomografías computarizadas, y también un electroencefalograma. Los médicos estaban desconcertados porque todos los exámenes resultaron negativos y no pudieron identificar la causa exacta de su meningitis y encefalitis.
Durante los primeros cuatro días en la UCI, la condición de Calvin se deterioró rápidamente y su estado mental se agitaba más y más, hasta el punto de que ya no podía reconocernos y lloraba por temor. Esos fueron días muy oscuros y verdaderamente nuestra única esperanza y seguridad era en la fidelidad de Dios sin importar cuál fuera el resultado.
Durante ese tiempo, la mamá de Katy viajó desde el estado de Nueva York hasta Wisconsin y fue una gran ayuda para nosotros. Con nosotros tres allí, podíamos relevarnos unos a otros y dormir un poco. Los padres de Cameron se dirigían a Pennsylvania para una capacitación con nuestra organización y tenían una escala en Chicago. Decidieron cancelar la capacitación y alquilaron un carro para el corto trayecto entre el aeropuerto de Chicago y Milwaukee. El hermano de Cameron también voló desde Texas para estar con nosotros.
En nuestro quinto día en la UCI, teníamos la esperanza de que Calvin estaba recuperándose. Aunque todavía estaba dormido y no reaccionaba, parecía mucho más tranquilo y ya no parecía sentir dolor. En este punto, sus niveles de oxígeno en la sangre comenzaron a disminuir y los doctores determinaron que había sufrido una lesión renal aguda y que sus pulmones se estaban llenando con líquido. Ellos recomendaron que fuera sedado y que lo pusieran en un ventilador otra vez, y que luego le hicieran diálisis.
Fue un momento muy difícil y estuvimos agradecidos por los muchos cientos de personas en todo el mundo que estaban orando por nosotros y Calvin. Autorizamos a los doctores para que le hicieran diálisis.
Durante las siguientes veinticuatro horas, le hicieron dos rondas de diálisis, y también exámenes y análisis de escáner adicionales. Teníamos la esperanza de que Calvin iba a recuperarse pronto, pero al mismo tiempo estábamos ansiosos, tentados a imaginar lo peor. Dios nos consoló y nos dio paz durante este tiempo, a pesar de las circunstancias, y una vez más fuimos animados, sabiendo que muchos de ustedes estaban orando.
En el sexto día en el hospital, sacaron a Calvin de la sedación; lentamente comenzó a ser capaz de responder a órdenes simples como mover los pies o apretar las manos. Después de tantos días de incertidumbre, nos regocijamos incluso con este pequeño progreso. Calvin siguió progresando y a la mañana siguiente ya podía abrir los ojos y hablar con nosotros.
Fuimos dados de alta del hospital poco tiempo después y después nos quedamos en la zona de Milwaukee durante tres semanas con el fin de que Calvin fuera a las citas médicas de control y asistiera a las terapias físicas y del habla. Durante estas semanas Calvin recobró rápidamente su fuerza y su capacidad mental y física.
Durante este tiempo, la familia Creech, compañeros de trabajo en África occidental y que están tomando una licencia en este tiempo, amablemente nos hospedó. Nuestros hijos son buenos amigos de sus hijos y era el ambiente perfecto para que Calvin se recuperara.
Después de tres semanas Calvin terminó las sesiones de terapia y finalmente nos fuimos de Wisconsin y viajamos a Midland, Texas, donde estamos actualmente. Él todavía tiene que ir a más citas médicas aquí en Texas y tiene algunos problemas persistentes, pero confiamos en que Dios le va a conceder una recuperación total; él ya nos ha llevado más lejos de lo que podríamos haber imaginado. Dios ha provisto nuevamente un lugar para que nos quedemos, está vez los abuelos de Cameron amablemente nos permitieron quedarnos con ellos en un apartamento auxiliar detrás de su casa. Estamos agradecidos por la estabilidad que esto nos da en este tiempo.
El diagnóstico final que nos dieron los médicos en Milwaukee: meningitis y encefalitis virales, que provocaron las convulsiones, seguido de una lesión renal aguda debido al Acyclovir (uno de los medicamentos antivirales que le administraron inicialmente).
Quería volver a contar esta historia pormenorizada por dos razones. En primer lugar, para dar un informe a aquellos de ustedes que oraron fielmente por nosotros durante este tiempo. Y en segundo lugar, y más importante, resaltar varias áreas que catalogo como intervenciones milagrosas de Dios.
Desde el principio, sospechamos de meningitis y después de buscar la voluntad de Dios en oración, lo llevamos al hospital. Veo la milagrosa mano de Dios obrando cuando me doy cuenta de que Dios nos llevó directamente a la sala de urgencias de uno de los mejores hospitales de niños de Estados Unidos en el momento justo. Podríamos haber estado en CUALQUIER LUGAR cuando Calvin tuvo las convulsiones, pero ¡Dios bondadosa y milagrosamente nos llevó a un lugar donde los profesionales pudieron intervenir instantáneamente!
También veo la obra de Dios en las diferentes formas en que él hizo posible que la mamá de Katy, y los padres y el hermano de Cameron viajaran y nos animaran y nos ayudaran. La madre de Katy, en particular, pudo quedarse con nosotros en el hospital, y debido a que ella misma es enfermera registrada, pudo ayudarnos a entender lo que estaba sucediendo.
Continuamente le pedíamos a Dios que les diera sabiduría a los doctores para descubrir los problemas y ayudar a Calvin. Vemos claramente la mano de Dios por la forma en que logró esto. El urólogo que finalmente descubrió que los riñones de Calvin estaban lesionados y que recomendó la diálisis es un cristiano. Vemos que Dios usó los años de preparación, experiencia e inteligencia que él le ha dado a este hombre para permitirle descubrir este problema y salvar la vida de Calvin.
Vemos la intervención de Dios por la forma en que él proveyó un lugar para que Gracia se alojara mientras estábamos en el hospital. Como habíamos estado visitando a la hermana de Cameron, Gracia pudo quedarse allí con ella, y fue un ambiente seguro y estable para ella durante este tiempo aterrador.
Dios también nos proporcionó milagrosamente un lugar para quedarnos durante las semanas posteriores a la hospitalización. Como mencioné anteriormente, pudimos alojarnos con nuestros buenos amigos y compañeros de trabajo en África. La casa que nuestros amigos habían tomado en arriendo para su tiempo de licencia tenía un apartamento de “suegra” sin usar adjunto. El dueño aceptó dejarnos quedar en él durante varias semanas, y luego los Creech lo limpiaron y encontraron muebles para él, ¡e incluso llenaron la cocina con comida para nosotros! Es asombroso ver cómo, incluso en pequeños detalles como este, Dios ya estaba obrando, acondicionando esta casa para que nosotros nos quedáramos, mucho antes de que ninguno de nosotros supiera que la necesitaríamos.
Y, en último lugar, vemos la mano de Dios en la forma en que él usó a toda la comunidad de creyentes a nuestro alrededor. Todos los días recibíamos llamadas y mensajes de aliento de personas de todo el mundo. Vimos nuestras peticiones de oración reenviadas muchas, muchas veces, e incluso traducidas a otros idiomas a medida que se difundían por todo el mundo. El curso bíblico nos incluyó en un plan de comidas. Incluso hubo algunos que enviaron fondos para ayudarnos con los costos. Dios elige obrar a través de su pueblo, y podemos decir honestamente que sus oraciones y mensajes fueron para nosotros como una boya en una tormenta.
Estos son algunos de los momentos que más se destacan para nosotros. Claramente, Dios estaba obrando y le damos a él toda la gloria por haber elegido preservar la vida de nuestro hijo. Esperamos que este testimonio nos recuerde a todos que nuestra protección, seguridad y vida descansan en última instancia en las manos de Dios. Podemos descansar en él, sabiendo que nada sucede fuera de su voluntad, que él ve cosas que nosotros no podemos ver, y que sabe cosas que no podemos saber. Nuestra responsabilidad es confiar en él y responder a su dirección para nuestras vidas.
Que Dios continúe dándonos a todos la gracia y la sabiduría para andar con él, viviendo cada momento para él. Gracias de nuevo por sus fieles oraciones y apoyo.
-Cameron & Katy
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