11 de octubre, 2018
En junio de este año comenzamos un programa de discipulado hacia el liderazgo para preparar a los creyentes de la etnia hewa para que designen a sus primeros ancianos y diáconos en nuestro sitio.
Nuestro plan era capacitar a los que era obvio que el Señor estaba preparando para el liderazgo, enseñándoles lecciones claves que podrían llevar a sus hogares y re-enseñarlas en las noches. Nuestro objetivo era instruirlos para que asumieran un papel más activo en el pastoreo de sus propios parientes. Ignorábamos que el Señor ya estaba trabajando en los corazones con el fin de prepararlos para este momento.
Uno de los temas que cubrimos en las primeras lecciones fue las etapas del crecimiento espiritual, empezando con el nuevo nacimiento y avanzando hacia el tipo de madurez y sabiduría que se expresa en el corazón que ama y sirve al Señor. Enseñamos que todos estamos en distintas etapas de desarrollo espiritual, y que mientras ellos procuran ayudar a los miembros de su familia a crecer hacia la madurez, primero necesitan asegurarse de que cada persona haya dejado de confiar en su buen comportamiento para confiar en que el pago que Jesús hizo en la cruz la ha hecho justa ante los ojos de Dios.
Después de llevar a sus hogares la lección sobre el nuevo nacimiento, los líderes en formación regresaron entusiasmados, hablando acerca de cómo algunos miembros de su familia se habían dado cuenta de que estaban confiando en sus buenas obras y no en Jesús, y que algunos de ellos le habían pedido perdón al Señor, basados en el pago de Jesús en la cruz.
A medida que hemos continuado con nuestro enfoque en el discipulado hacia la madurez durante los últimos meses, la emoción ha ido creciendo a medida que los aprendices del liderazgo han estado compartiendo historias sobre cómo los miembros de su familia están interactuando con el Señor. Era obvio que Dios estaba obrando en los corazones a través de sus estudios diarios de las noches.
Ahora, más recientemente, después de haber concluido nuestros estudios y de haber dedicado un tiempo a la oración para buscar la guía del Señor antes de designar líderes de la iglesia, hemos estado hablando acerca de celebrar un bautismo para los nuevos creyentes que deseen mostrar públicamente su confianza en Jesús.
Quedamos complacidos cuando llevamos a cabo nuestra primera reunión el 5 de octubre y escuchamos a cada persona hablar sobre su travesía espiritual y sobre cómo llegó al punto de confiar en Jesús. Nos alegramos con ocho historias claras de nuevo nacimiento espiritual; pero luego llegaron más personas, diciendo que también les gustaría dar su testimonio como preparación para el bautismo.
El 6 de octubre, diez personas más expresaron su confianza en la sangre de Jesús para ser hechas hijas de Dios; pero luego llegaron más personas, entonces nos volvimos a reunir el 7 de octubre y otras siete personas expresaron su fe en Jesús; pero llegaron más personas y nos pidieron que nos reuniéramos de nuevo la noche siguiente, así que el 8 de octubre once personas más confesaron que se apartaban de sus intentos religiosos para satisfacer su deuda de pecado, y el 9 de octubre ¡diez más dijeron que habían confiado en el sacrificio de Jesús! Eso no es todo; nuestra propia hija Mikenna quiere expresar públicamente su fe mediante el bautismo, juntamente con los demás.
En los últimos días, mientras hemos estado haciendo planes para el bautismo en un arroyo cercano, algunas personas más han pedido que también escuchemos sus testimonios. Estamos muy emocionados por lo que el Señor está haciendo, y estamos esperando con ilusión el bautismo de este próximo sábado, 13 de octubre.
Nos ha animado mucho escuchar los testimonios, ya que la variedad de historias muestra que el Señor ha usado muchas maneras diferentes de plantar sus semillas de fe en estos últimos años, muchas de ellas por medio de los esfuerzos de evangelización de nuestros maestros bíblicos en las aldeas vecinas. Y más recientemente esas semillas fueron regadas con profunda convicción de pecado por medio de la enseñanza de Apocalipsis en el año 2016, y con la ayuda visual de la película “Jesús”, y ahora con el curso de discipulado.
Alaben al Señor con nosotros por la manera en que él está atrayendo a sí mismo a muchas personas tribales hewanas. Y oren, por favor, por el servicio bautismal del sábado, y por el reconocimiento de los nuevos ancianos y diáconos hewanos el domingo; y también, por favor, no olviden orar por la salud de nuestros compañeros de trabajo, los George, ya que les gustaría mucho regresar a Hewa para continuar con el discipulado y los ministerios de enseñanza a comienzos del próximo año.
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