27 de mayo, 2018
Vuelve esa época del año en que termina el año escolar y muchos de los obreros de apoyo que sirven en la escuela regresan a sus países de origen para un merecido descanso. Algunas familias van a regresar a sus países de origen para dejar instalados en su nueva escuela a sus hijos que se han graduado de bachillerato, mientras otros de nosotros permaneceremos aquí en nuestro hogar de las tierras altas para mantener las cosas funcionando sin problemas, y para garantizar [que] las necesidades de los misioneros de la ‘selva’ sean suplidas y la proclamación del Evangelio continúe. Nuestra familia será una de las que se quedarán a cargo por ahora, pero nuestro tiempo de descanso está por llegar.
En Estados Unidos tenemos tiempos de descanso y diversión en forma de largos fines de semana festivos y vacaciones familiares, pero al servir en otra cultura, es más difícil lograr ese tipo de descanso de un fin de semana en la playa. Porque si estás estresado por hablar otro idioma y actuar apropiadamente en esa cultura, o por ser observado por ser extranjero, esas tensiones también te acompañarán a la playa. Cuando nos pusimos en marcha hacia PNG por primera vez, calculábamos que estaríamos en el país durante un período completo de cuatro años, sin ningún descanso fuera del país, pero después de pasar más de un año aquí, nos estamos dando cuenta de que un descanso más corto en nuestro país de origen, cada dos años, podría ser más apropiado para nuestra familia.
Por lo tanto, una vez que regrese la avalancha de misioneros descansados y comience el nuevo año escolar, tomaremos nuestro descanso. En este mes de octubre vamos a volver a Estados Unidos para pasar once semanas visitando a la familia, volviendo a familiarizar a nuestros hijos con su “cultura de origen” y teniendo al menos un examen de ojos para un nuevo miembro de nuestra familia con miopía que se estaciona a medio metro del televisor. Mientras estemos en nuestro país, también pensamos comer cereal en caja para el desayuno, siempre que sea posible, mirar a las ardillas retozando en el césped, y comprar todo el pepperoni que podamos empacar en nuestras maletas.
Cuando visitemos la familia y los amigos en el sur de Michigan/norte de Indiana y Wisconsin, también pensamos compartir acerca de lo que Dios está haciendo entre la gente de PNG, y la gente que ha escuchado el Evangelio por primera vez desde que estamos aquí. Hemos aprendido mucho sobre la cultura de PNG desde nuestra llegada, y estamos emocionados por compartir en ese tiempo lo que hemos aprendido sobre el corazón de Dios por las misiones.
En los últimos días de diciembre, cuando regresemos a PNG para retomar nuestras funciones aquí, ¡vamos a traer a la abuela Margaret Streeter a PNG para que pase un breve tiempo! ¡Estamos muy contentos de que ella pueda visitar nuestro hogar en PNG durante unas semanas y que pueda dar un vistazo a la vida cotidiana aquí de nosotros los misioneros de apoyo, y que también conozca a algunas de las personas de PNG!
Deja un comentario