¡Lista la sala de partos!
26 de abril, 2017
¡Nos estamos preparando para el nacimiento de la iglesia iski aquí en nuestra garganta de la selva! En menos de una semana, estaremos presentando la muerte, sepultura y resurrección de Cristo a nuestra aldea en general; ¡te cuento que este es un momento muy emotivo!
Nosotros y nuestros compañeros de equipo estamos sosteniendo a diario conversaciones con diferentes hombres y mujeres iskis, y estamos escuchando algunas reacciones muy alentadoras en cuanto a los tiempos de enseñanza. Muchos de los aldeanos están oyendo las lecciones y aplicándolas al corazón, diciendo cosas como: “Soy como el pueblo hebreo en la Pascua; soy una persona pecadora y necesito que el Salvador prometido por Dios muera en mi lugar, a fin de que yo pueda vivir, al igual que sus corderos morían en la Pascua para que ellos pudieran vivir”.
A ellos siempre les habían dicho (a través de una mezcla de religión occidental y creencias tradicionales) que Satanás y sus espíritus ancestrales son poderosos y que ellos debían tratar de apaciguarlos para mantenerse a salvo y con buena salud. Ahora, después de ver el contraste entre el poder de estos espíritus y el poder de Dios, están empezando a ver la vida de otra manera. Sí, Satanás y sus demonios son poderosos, ¡pero no son nada en comparación con el Dios que los creó!
Por otra parte, a través del Antiguo Testamento y la vida de Jesús, ellos están viendo que Dios no nos juzga con base en nuestros buenos esfuerzos o nuestra apariencia exterior (al contrario de lo que les habían dicho antes); a Dios le preocupa el corazón. El camino para ser justificados por Dios es un camino de humildad. Aquellos que reconocen que no hay nada que puedan hacer para mejorarse a sí mismos, y que depositan su fe en el Salvador prometido de Dios, serán los que se salvarán del juicio venidero.
Muchas personas de nuestra aldea nos han dicho que su única esperanza de ser aceptadas por Dios es el Salvador prometido. Muchos de ellos están viendo a Jesús como la encarnación de la promesa de Dios. Muchos están convencidos de que Jesús es el único que puede salvarlos, pero al mismo tiempo todavía no tienen claridad en cuanto a cómo va a hacerlo, o qué significará cuando sus “pecados sean quitados”. Después de escuchar y creer, ¿todavía pecarán? Si lo hacen, ¿quedarán otra vez separados de Dios? ¿Seguirán estando bajo la maldición del pecado (enfermedad, dolor, muerte, etc.) aun después de que su deuda de pecado haya sido pagada por el Salvador?
Hay muchas preguntas como estas en las mentes y corazones de nuestros amigos iskis. En realidad varias personas nos han dicho que regularmente ellas siguen preguntándose en la noche ¡cómo va a resolver Dios todo! Les aseguramos que las respuestas a esas preguntas están por llegar, pero aún así, a muchos les preocupa que no puedan “oírlo bien”.
Si todo sigue según lo planeado, estaremos enseñando el mensaje de la cruz (y la resurrección) en la mañana del 1 de mayo. Por favor, ¡sigue orando por nuestros amigos iskis! Ellos están a punto de entender lo que la muerte de Cristo ha logrado para ellos, ¡y lo que Su resurrección significa para sus vidas!
El milagro de la vida
3 de mayo, 2017
Normalmente no soy una persona muy emotiva. Por supuesto, comparto el rango básico de emociones que tienen los demás: alegría, tristeza, enojo, hambre*, etc., pero nunca me he distinguido por la efusividad y las lágrimas. La idea de llorar, en especial, no me entusiasma mucho. Conmocionarse uno a tal punto que comience a dejar escapar de manera incontrolada fluidos corporales me parece un poco exagerado, ¿no crees?
Bueno, parece que voy a tener que someterme a un examen de mis niveles de estrógeno, o algo así, porque durante los últimos dos días he estado a punto de perder el control de mis emociones en más de una ocasión. En mi defensa, sin embargo, debo decir que al ver de primera mano cómo el entendimiento de las personas se abre para apreciar las profundidades del amor de Cristo por ellas, y al oírlos expresar, por primera vez, su increíble asombro y gratitud… ¡Hombre! ¿qué otra cosa podía yo hacer sino llorar?
Los iskis de nuestra aldea escucharon cuatro horas de enseñanza ayer en la mañana, culminando de manera eficaz los últimos tres meses y medio de lecciones bíblicas cronológicas diarias que nuestro equipo había estado presentando. En esas cuatro horas escucharon sobre la muerte, sepultura y resurrección de Cristo. Oyeron cómo esos acontecimientos fueron la culminación de todas las promesas de Dios con respecto a su pecado y su necesidad de un Salvador. Escucharon cómo el pago que ofreció Cristo satisfizo completamente el juicio de Dios sobre el pecado y les ofreció vida nueva en Él. Y luego, más adelante en esa tarde, volvieron a escuchar todo (de manera voluntaria), por medio de las grabaciones digitales de las lecciones de la mañana.
Durante todo el día de ayer la aldea estuvo bastante apagada; en realidad todo lo contrario a un ambiente de plenitud. Y en esta mañana, después de enseñar una corta lección sobre cómo Cristo regresó al cielo, prometiendo volver otra vez, dimos la oportunidad para que la comunidad se expresara. Lo que siguió fue impresionante; no estoy seguro de haber oído alguna vez interpretaciones más hermosas de lo que es entender la gracia por primera vez:
“Creo que esto es cierto. Yo era pecador desde que nací; nací en el clan de Satanás. Ayer escuché la historia del Salvador que murió por mí, y la creí. Jesús murió y le dijo a Su Padre: ‘¿Por qué me has desamparado?’ Yo entiendo lo que significa eso, y he sido sanado de mi pecado”. –Makoleta
“Dios sufrió y llevó mi dolor. Antes, escuchamos la historia de Jesús sanando al hombre ciego. Yo estaba ciego, pero ayer mis ojos fueron abiertos”. –Rudolph
“Hemos escuchado las historias y que estamos separados de Dios. Juan el Bautista, cuando vio a Jesús, dijo “He aquí el Cordero de Dios”. Ayer escuchamos la historia del Salvador que murió por nosotros. Fue algo grande para mí. Dios tuvo misericordia de nosotros y descendió del cielo para salvarnos. Él llevó nuestro pecado, Él llevó MÍ pecado; fue separado de Dios por mí” –Avara
“Si no creo, la separación entre Dios y yo permanecerá cuando muera, pero creo que esta enseñanza es verdadera y que soy salvo”. –Greg
“Oí la historia del Salvador que murió por mí. Dios es amor y envió a Su Hijo para salvarnos, para salvarme. Entendí que Dios murió por mí; Dios envió a Jesús para salvar a Boni. Dios me rescató del clan de Satanás”. –Boni
“Esto es cierto para mí, el Salvador vino, como un cordero sin mancha murió por mí”. –Bnaga
“Esta enseñanza que hemos oído desde el principio, que Dios enviaría un Salvador, ahora la entiendo. Él sufrió y murió por mí; yo creo eso, me parece maravilloso. La muerte y la resurrección de Jesús, si uno las cree, estará bien, y yo las creo”. –Tobías
“Esto es grande. No voy a hacer ninguna obra para salvarme. Me esconderé bajo la sangre del Salvador”. –Alvis
“Antes, yo trataba de ir a Dios con mi propia fuerza. Antes, no podía poner fin a mis propios pecados; trataba, pero no podía. Era como un cerdo ciego en la cerca del cerdo. Desde que mi madre me dio a luz, no podía hacer nada bueno, solamente lo malo. Estaba en la cerca del cerdo, y ustedes los misioneros estaban fuera de la cerca. Durante un tiempo pensé que ustedes serían los que nos sacarían. Pero ahora entiendo que solo hay un camino, y que es Jesús el que nos salva. Escuché la historia de Adán y del Salvador prometido; escuché que Jesús sufrió y murió por mí. Él me sacó de esa cerca, Él llevó mi pecado y me puso en su buena cerca, y el mal olor se ha terminado. Ahora soy limpio a los ojos de Dios. Ahora la puerta del camino que lleva a Dios está abierta, ¡y puedo ir a Él!” –Priska
“Estoy muy agradecida con sus familias, con sus padres que los enviaron a ustedes con sus hijos, con sus nietos. Si ellos no los hubieran ayudado a ustedes y no los hubieran enviado, nosotros no habríamos oído esta enseñanza, pero lo hicieron. Ahora todos formamos un solo clan: el clan de Dios. Todos somos hermanos y hermanas, y veremos a las familias de ustedes en el cielo. Antes adorábamos a Satanás, ¡ahora queremos adorar a Dios solamente!” –Cecilia
Si tus ojos están secos después de leer todo esto, entonces eres un robot.
Por favor, ¡únete a nosotros en acciones de gracias a Dios por el milagro que ha hecho en los corazones de nuestros queridos amigos iskis! Alrededor del trono de la gracia habrá otro idioma representado, ¡cantando interminables alabanzas al Dios que dejó todo para darles vida nueva!
La iglesia iski ha nacido, ¡y es hermoso!**
* Para mí, el hambre tiene su propia categoría especial de “puerta de entrada a las emociones”; si quieres verme siendo irracionalmente difícil de tratar, lo único que se necesitará será privarme de algunas comidas.
** Oh, no, aquí voy de nuevo, ahogando lágrimas de alegría. Creo que necesito ir a comer carne roja y hacer algo varonil…
¿Cuántos misioneros se necesitan…?
12 de mayo, 2017
Nuestro equipo aquí entre los iskis ha estado recibiendo mucha atención últimamente debido a que acabamos de terminar una temporada bastante emocionante de nuestro ministerio: acabamos de presentar el Evangelio a nuestra aldea, en su lengua materna, por primera vez.
Muchas personas, que nunca habíamos conocido, han escrito cosas muy amables acerca de que están siguiendo la labor en la que estamos involucrados aquí y que están muy emocionados de escuchar lo que Dios está haciendo entre los iskis. Familias, iglesias, grupos de oración –miles de personas- ¡todos han estado hablando con Dios, y unos con otros, sobre nuestro equipo y nuestros amigos iskis! Ha sido edificante, alentador e impresionante. Y al mismo tiempo también ha sido un poco complicado.
Verás, a pesar de lo divertido que es ser el centro de atención, las labores combinadas de nuestro equipo solo representan un porcentaje muy pequeño del esfuerzo humano total que se ha requerido para presentar claramente el Evangelio a la gente iski. Así que, mientras estamos sentados en nuestra casa, sudorosos, con muchos insectos, lejos de nuestro país, y recibiendo a diario una cantidad exorbitante de aclamación verbal, estamos muy conscientes de que, al mismo tiempo, muchos de nuestros compatriotas que están trabajando en otros lugares no están recibiendo el reconocimiento que merecen por su contribución a este evento, a pesar de que ellos han trabajado muy duro por la misma causa.
Me refiero a los hombres y mujeres de NTBI (Instituto Bíblico NT) que invirtieron en nosotros durante dos años, cimentándonos en las verdades de la Palabra de Dios porque querían vernos preparados para una vida de ministerio fructífero.
Me refiero a los hombres y mujeres del CCM (Centro de Capacitación Misionera) que también invirtieron en nosotros durante dos años, preparándonos con las destrezas prácticas que se requieren para funcionar en una cultura extranjera, con un idioma no escrito y en un contexto distante.
Me refiero a los hombres y mujeres que sirven en las oficinas de nuestra misión en la Florida, que se ocupan de todos nuestros impuestos, administran todos nuestros fondos, mantienen todas nuestras páginas web y nuestras cuentas de correo electrónico, y ayudan a mantener bien informadas a las personas que nos apoyan.
Me refiero a los hombres y mujeres que están aquí en PNG y que han dejado a sus familias, amigos y países de origen para venir a vivir en nuestros centros de apoyo con el fin de facilitar que equipos como el nuestro puedan trabajar en el sitio tribal. Sinceramente, no sé qué haríamos sin nuestros pilotos, médicos, compradores de suministros, etc., ¡haciendo todo lo que hacen entre bambalinas para que nosotros podamos vivir y funcionar bien en la tribu!
Muchas de esas personas han invertido tanto como nosotros, si no más, para hacer que el Evangelio esté disponible para los iskis… pero en este momento muy pocas de ellas están recibiendo correos electrónicos para agradecerles por sus esfuerzos.
Por lo tanto, me gustaría animar a todos los lectores que conocen a algún miembro de Ethnos360 (anteriormente conocido como misionero de New Tribes) que está cumpliendo una función no tan fascinante, a que le envíen una nota rápida y le den gracias por la parte que ha desempeñado para que nuestra aldea fuera alcanzada con el mensaje de la cruz. Hazle saber que TÚ sabes que aquello por lo que ellos están trabajando vale la pena, y que estás agradecido por su fiel servicio. Dios ha obrado un milagro aquí entre nuestros amigos iskis, ¡y ha usado a muchas personas para hacerlo!
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