11 de enero, 2017
En octubre, Edward y Francesca se convirtieron en la cuarta familia misionera mengen que deja su casa para viajar a un lugar distante. Su historia es especial en muchos aspectos.
Hace dos años, Edward fue a visitar una aldea a cierta distancia. Uno de los hombres de allí había escuchado algunas enseñanzas bíblicas durante el primer esfuerzo de evangelización. Estaba entusiasmado y ansioso porque su propia familia pudiera oír. Le dijo a Edward: “Mira allí —esa es mi esposa. Mira allá —esos son mis hijos y mi familia es la que está allí. Si mueren y van al lugar de fuego, ¿de quién será la culpa? Será su culpa porque ustedes escucharon las buenas nuevas hace diez años y todavía no han venido a informarnos”.
Debido a que Edward ha sido el maestro bíblico principal de la aldea donde vivimos, pasó un tiempo antes de que fuera liberado y pudiera ir. Sin embargo, el primero de octubre, él, Francesca y sus tres hijos pequeños se trasladaron a la aldea S. para comenzar su nuevo ministerio. Tan pronto llegaron, ¡la gente vino y quería que ellos empezaran a enseñar esa misma noche! Por lo tanto, un par de días después, Edward comenzó a enseñar y ¡enseñó siete días a la semana durante trece semanas! ¡Absolutamente increíble! Incluso sus hijas pequeñas entraron en acción, ¡ocasionalmente ayudando a explicar los carteles de la historia bíblica a diferentes personas!
La enseñanza bíblica terminó el día de Navidad y, al final, treinta y cuatro personas depositaron su confianza en Cristo. Varios otros han oído la enseñanza y necesitan un poco más de repaso, pero el Señor ciertamente está obrando en sus corazones. Durante todo este tiempo la gente despertaba continuamente a Edward temprano en las mañanas, ¡deseando hablar del Señor! Todos los días los aldeanos le proveían comida a Francesca para que no tuviera que plantar un huerto. Este tipo de cosas es casi desconocido en esta cultura, pues la gente siempre quiere un pago por sus “regalos gratuitos”.
Ahora otro grupo de al menos treinta personas está ansioso por escuchar la enseñanza bíblica. Edward pronto estará comenzando de nuevo en la primera lección y enseñará a un grupo totalmente nuevo. Al mismo tiempo, él va a enseñar el libro de Hechos a los nuevos creyentes para cimentarlos en su fe; un programa increíble y agotador, por decir lo menos.
Muchas gracias por tus oraciones a favor de ellos y el resto de los misioneros mengens mientras sirven al Señor.
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