Amy y Elayne en el parque con amigos, incluyendo a nuestra nueva co-obrera Liesl Hypki en el extremo izquierdo
LLEVANDO UNA CARGA COMPLETA
6 de julio, 2016

AMY: Sentada en nuestras primeras clases del idioma español hace casi dos años, mi embarazo de Joel estaba muy avanzado. Era muy emocionante estar en México, ¡comenzando a captar fragmentos del idioma y esperando a nuestro tercer hijo! No imaginaba que en menos de dieciocho meses estaría embarazada una vez más y suspendiendo mis estudios otra vez.
¿Te has preguntado alguna vez cómo sería tener un bebé en un país diferente, experimentar náuseas matutinas con el segundo, al mismo tiempo que cuidas a tus hijos, la casa y aprendes una segunda lengua? Qué aventura la que el Señor me ha hecho vivir; ¡y hay muchas más alegrías por venir! Después del nacimiento de Joel, tomé un descanso de mis estudios oficiales hasta que pudiera dormir lo suficiente para pensar claramente cuando continuara. A partir de allí tomé las cosas con calma, añadiendo más horas cada semana. Antes que me diera cuenta, el Señor presentó tantas oportunidades para estar con personas y crecer en el idioma que a menudo sobrepasaba mi requerimiento semanal de 27 horas; ¡me quedé asombrada por Su bondad!
Las cosas se acomodaron dentro de una rutina después –con clases de español, la escuela de Elayne, eventos, amigos, la iglesia, estudios bíblicos y más– siempre con el objetivo de crecer en la comprensión de la lengua y la cultura de México. Y luego en este mes de enero nos enteramos de que nuestra hija número cuatro estaba en camino, y casi inmediatamente fui azotada con las peores náuseas matutinas que alguna vez haya experimentado. Rápidamente se hizo evidente que solo vivir, mantener funcionando la casa y a los niños vivos, sería más de lo que podría manejar –mucho menos ir a dedicar algún tiempo significativo al estudio de español.

Admito que el Señor tenía que hacer algún trabajo importante en mi corazón en ese tiempo. “Pero Señor, ¿qué de nuestro gran plan de terminar nuestros estudios y dirigirnos a la tribu?” “Señor, ¡quiero estudiar, quiero ver a mis amigos y a la familia de la fe! Me siento como una ermitaña que se queda aquí en la casa todo el tiempo”. Tales eran mis pensamientos mientras luchaba por rendir mi voluntad y aceptar Su hermoso plan para nosotros. Él trabajó fielmente en mí hasta que estuve dispuesta a rendirme.
¿Cómo están las cosas ahora? Bueno, nuevamente estoy estudiando español a tiempo completo. Terminaré (milagrosamente) antes que nazca nuestra hija, o ¿tendré que pausar mis estudios una vez más? Solamente el Señor sabe la respuesta, pero yo sé que cualquier cosa que Él haga será lo mejor para mí, para mi familia, para la obra tribal y el equipo, y sobre todo, será lo más conveniente para que Él sea glorificado y honrado.

JORDAN: Mientras tanto, yo también he seguido dedicado al idioma y la cultura aquí en Chihuahua. Una gran parte de mis mejores estudios en este momento proviene de simplemente salir y hacer cosas con amigos de la comunidad. Asistimos a la primera fiesta de cumpleaños de la nieta de un amigo, pasamos un día en la piscina de un parque con la familia de nuestro ayudante del idioma, visitamos sitios de recreación bajo techo donde nuestros hijos se divirtieron interactuando con nuevos amigos de su edad (¡mientras nos ocultábamos del sol de verano!), y asistimos a la celebración de los quince años de una joven de nuestra iglesia –¡la fiesta de una quinceañera rivaliza con una boda en importancia cultural! Cada evento fue una experiencia cultural valiosa, y muy divertida también.
Enseñar estudios bíblicos en nuestra iglesia sigue animándome, también me bendice en gran manera la comunión con nuestra comunidad de habla hispana de la iglesia. Después de terminar Filemón, estudiamos Ester, y ahora estamos listos para seleccionar nuestro siguiente paso. ¡Una nueva área de enfoque para nuestra iglesia ha estado ocurriendo! Después de más de seis años, nuestra pequeña comunidad está ‘creciendo’ –pasando de una tienda sobre un piso de tierra a un nuevo sitio justo arriba de la carretera. Una casa existente albergará los ministerios con los niños, y vamos a hacer una segunda edificación para usarla los domingos en las mañanas. Para ello, los hombres de la iglesia se han reunido temprano en las mañanas de los sábados para preparar el terreno y echar las bases. Despertar los sábados a las 6 am puede que no sea el plan que yo escogería por mí misma, pero la comunión con mis hermanos en Cristo ha sido preciosa más allá de las palabras.

¡Alaba a Dios con nosotros!
- Tres de nuestros co-obreros –Rachel Chapman, junto con Pete y Liesl Hypki, ¡están de nuevo en Las Moras! Estamos animados ya que pueden seguir trabajando en la traducción de la Biblia y en las lecciones de la enseñanza cronológica.
- Amy y nuestro bebé siguen gozando de buena salud; nuestras medidas de prevención contra los zancudos funcionan muy bien y estamos emocionados por conocer a la recién nacida a principios de octubre (nota: Chihuahua no está considerada como una zona de gran riesgo para el virus del Zika).
- En la última parte del mes de julio vamos a pasar una semana con las familias de ambas partes –¡la primera vez de cualquier duración en el noroeste del Pacífico desde que llegamos a México! ¡Estamos muy emocionados con la expectativa de pasar un tiempo de calidad con cada uno de ellos!
Maneras en que puedes orar:
- Por un progreso continuo en el idioma para Amy y para mí –por Amy, ya que ella desea terminar lo más pronto que sea posible, antes de que nazca nuestra hija, y por mí, con respecto a la gran evaluación del idioma que tengo en esta semana.
- Que Amy y el bebé sigan gozando de buena salud a través de los meses ardientes del verano; también por mi espalda (los músculos se contrajeron el sábado pasado en la iglesia). Por favor, sigue orando por nuestra co-obrera Katie, todavía está en Estados Unidos, buscando respuestas médicas. El 7 de julio tiene una cita médica clave.
- Por último, pedimos continua oración mientras buscamos reemplazar nuestra ‘siempre-en-apuros’ furgoneta por un vehículo adecuado para el viaje a Las Moras… ¡y que también funcione realmente para nosotros aquí y ahora!
¿NO HAY CARRO? NO HAY PROBLEMA (PARA DIOS)

23 de agosto, 2016
Desalentado volví a recibir mis llaves del vendedor y salí; había venido a este concesionario de Chevrolet con un propósito: vender nuestra agobiada furgoneta Uplander durante mi fin de semana en El Paso, así no regresaría a México con un vehículo obsoleto registrado en mi visa mexicana de residente. Si la furgoneta se averiara en Chihuahua, tendríamos que remolcarla durante cuatro horas de vuelta hacia el norte, a los Estados Unidos, antes de poder legalmente traer otro vehículo al sur. Yo había pensado que un concesionario la tomaría de nuestras manos el mismo día en que apareciéramos; no disponíamos de tiempo para venderla en un sitio particular de El Paso. Pero cuando el concesionario me rechazó –a causa del kilometraje, ¡no por problemas mecánicos!– me vi acercándome a nuestra Uplander, abriendo la puerta del conductor, y de mala gana girando la llave una vez más. ¿Qué se suponía que debía hacer? Volver a Chihuahua con esa furgoneta parecía muy poco inteligente, pero no estaba seguro de lo que Dios quería que hiciera con esto, Su vehículo.
Sin embargo, mientras sacaba el vehículo del concesionario, Dios trajo de vuelta a mi mente el comentario casual de un amigo de la noche anterior: una referencia a un concesionario de Carmax yendo de camino a la casa de huéspedes de NTM. Parecía un lugar más probable para vender una furgoneta de ‘alto kilometraje’, así que comencé a conducir en esa dirección. Entonces, mientras abordaba la autopista, me di cuenta de algo más. La luz de ‘revise el motor’, que se había encendido un día antes en Chihuahua, se había apagado; lo que es más, ¡el motor se sentía diferente! Conducir este vehículo hacia el norte desde Chihuahua había sido una experiencia angustiante: estremecimientos demasiado conocidos, baja respuesta, e incluso luchas para reiniciar el motor me habían acompañado fielmente durante el viaje. Sin embargo, durante la media hora de viaje hasta Carmax, la furgoneta siguió comportándose extrañamente bien.

Al final, no sé si el concesionario de Chevrolet le hizo algo más a nuestra furgoneta que apagar la luz del motor. Ciertamente parece que Dios diseñó todo esto de manera muy deliberada, no enviándonos directamente a Carmax (quienes, por la gracia de Dios, compraron la furgoneta después de una inspección muy minuciosa –¡y a un precio en el rango de lo que esperábamos!), sino en su lugar permitiendo que el concesionario jugara primero con el motor durante su inspección. Lo cierto es que Dios, quien en primer lugar proveyó ese vehículo para nosotros en el tiempo en que lo necesitábamos, fue igualmente fiel cuando llegó el momento de venderlo. Ahora que emitimos un suspiro de alivio al dejar en el pasado la furgoneta y sus muchas luchas, agradezco a Dios por su amable recordatorio de Su fidelidad en *todas* las circunstancias… ¡incluso cuando el concesionario te dice que no quiere tu viejo y destartalado camión!
Finalmente habiendo vendido la furgoneta, ¡tenemos la gran necesidad de un vehículo de reemplazo! Los amigos nos están prestando un Corolla de repuesto los fines de semana –lo cual significa que podemos programar citas prenatales, ir a la iglesia el domingo, y comprar víveres. Esto todavía nos deja con opciones muy limitadas en cuanto a nuestro ministerio a mediados de semana, tales como la enseñanza y diversos eventos culturales. A principios de octubre esperamos el nacimiento de nuestra hija (¡y tendrá que llegar al hospital rápidamente!), el clima frío vendrá no muy lejos detrás de ella, y todavía esperamos visitar Las Moras en este invierno (para prepararnos para la construcción de la casa más adelante en el año 2017, y así nuestra co-obrera Rachel podrá progresar en la traducción de la Biblia al idioma nahuatl). Por todas estas razones, nos gustaría comprar una camioneta tan pronto como sea posible.
Video [en inglés]: ¡para viajar con éxito en la ‘carretera’ a Las Moras se necesita preparación!
Gracias a algunos amigos fieles, tenemos una buena idea de qué tipo de vehículo necesitamos para el trabajo a largo plazo en México. El ministerio en las montañas hace necesaria una camioneta de 3/4 de tonelada; la construcción de la casa y el transporte de suministros nos limitan a una camioneta que tenga un lecho de cuerpo entero. La ‘carretera’ de entrada requiere de una 4×4 que sea aceptable (junto con la preparación para condiciones muy fangosas), y el tamaño de nuestra familia hace necesaria una cabina de tamaño completo. Además, las cambiantes leyes mexicanas sobre vehículos nos indican que semejante camioneta sería demasiado pesada para ser importada temporalmente; tendremos que encontrar una que tenga 5-10 años de uso, pagar un impuesto adicional del 15%, y nacionalizarla permanentemente. Estoy muy agradecido con los colegas experimentados y conocedores de vehículos que nos han ayudado a investigar qué es lo que realmente necesitamos… sin su ayuda habríamos pasado por alto muchos detalles.
Dios ya ha hecho mucho para suplir esta necesidad. Solo hemos sabido esto con certeza desde mediados de julio; sin embargo, en este corto tiempo, ¡Dios ha provisto casi la mitad del costo esperado de $20.000-25.000 dólares! Nada de esto lo ha tomado a Él por sorpresa; por el contrario, Él actuó antes de que supiéramos algo. Nuestro deseo es que ustedes oren por nosotros en medio de esta transición. Dios nos guiará –en Su tiempo, ¡no en el nuestro!– al vehículo que Él proveerá. Nuestro deseo es ser hallados dependiendo pacientemente de nadie más sino de Él hasta que llegue ese día.

¡Alaben a Dios con nosotros!
- ¡Dios proveyó para la venta de nuestra averiada furgoneta a un buen precio!
- ¡Tenemos acceso a un paseo los fines de semana mientras esperamos un vehículo!
- Elayne y Titus están más que emocionados, ya que ella entra a segundo grado y él comienza jardín de infancia.
Maneras en que pueden orar:
- Mañana comienzo un viaje de más de una semana a Las Moras. Voy a pedir permiso para unirme a la comunidad, iniciar los preparativos para la construcción de una casa, y voy a ayudar a salir con seguridad a nuestro compañero de trabajo Pete durante la temporada de lluvias. ¡Sus oraciones por un viaje seguro y estas metas son muy apreciadas!
- Dios proveerá el valor de nuestro necesario vehículo tribal, ¡y nos ayudará a encontrar el adecuado! Oren por nuestra paciencia hasta que veamos llegar Su provisión.
- Nuestra emoción está creciendo más y más, esperando la llegada de nuestra hija a principios de octubre (eso esperamos). Por favor, oren por un parto fácil, y continua buena salud para la mamá y el bebé.
EL REGRESO A LAS MORAS
25 de septiembre, 2016

A finales de agosto, mi amigo Sergio y yo rodamos durante 17 horas en un viaje en autobús durante la noche; después de tres horas más en una segunda línea de autobuses pasamos la noche con un piloto de la entidad misionera UIM, luego volamos a nuestro destino en un pequeño avión de la misión. Alrededor de 42 horas después de salir de Chihuahua por fin llegamos a Las Moras: ¡la aldea nahuatl a donde mi familia espera mudarse hacia el final de 2017!
Habían pasado ocho meses desde que mi familia había visitado por primera vez Las Moras –sobre todo para aprender sobre el grupo étnico nahuatl local, y para conocer al equipo de plantadores de iglesias que trabajan con ellos. Ahora, después de habernos unido a ese equipo, estaba de vuelta (Amy y los niños no pudieron ir)… ¡en esta ocasión para iniciar los preparativos para los próximos años!

El primer objetivo de este viaje era tener una discusión con el liderazgo local. Después de aceptar una invitación para unirnos al equipo de plantación de iglesias de NTM y Pioneer que trabaja allí, necesitábamos el permiso de la comunidad para instalarnos y construir una casa en su tierra. Solicitamos una reunión para que yo pudiera hacer esa solicitud, y ¡me sentí un poco nervioso cuando llegó la hora señalada!
Al final, la reunión no podría haber sido mejor. Nuestros compañeros de equipo habían trabajado duro para poner las cosas en orden, y la bendición de Dios sobre esa preparación fue evidente por la forma en que fue recibida esta petición. “Ya hemos hablado de esto”, dijo un hombre; “es bueno que él está aquí para hablar, y hemos acordado antes que ellos pueden venir”. Después de escuchar varias respuestas similares, nuestra parte de la reunión concluyó mucho más rápido de lo que hubiera podido imaginar, ¡y salimos con el permiso necesario para seguir adelante!

Otra meta mientras estuviera en Las Moras era hacer preparativos para la construcción de una casa. Amy y yo heredamos una base de hormigón en forma de U que ya existía (para ser llenada antes de la construcción), completa con un pozo séptico que ya estaba en su lugar y listo para ser usado. ¡Esto será una gran bendición, ahorrando significativamente costos y mano de obra! La base ha estado a la intemperie durante más de cinco años, por lo tanto, quería evaluar su condición y su ubicación antes de elaborar planos.
En primer lugar, les ofrecimos a nuestros futuros vecinos el trabajo de hacer 2.500 adobes (ladrillos de tierra que usaremos para construir las paredes exteriores). El juez de la aldea (un líder elegido anualmente) administrará ese proyecto. A continuación, Sergio y un par de compañeros fueron conmigo y medimos los bordes y las diagonales de la base, tomando nota también de la ubicación de las conexiones del pozo séptico existente. Todo fue fotografiado con detalle, incluyendo las casas de nuestros colegas (para usarlas como referencia). Estas notas ya demostraron su gran utilidad en Chihuahua, cuando empezamos a considerar cómo elaborar los planos de una casa que fuera una ventaja durante la plantación de iglesias.

Después de completar todo esto, comenzamos el largo y difícil viaje en auto desde Las Moras hasta Mazatlán (nuestra ciudad de abastecimiento). Pete y Liesl iban a regresar a Estados Unidos para el nacimiento de su segundo hijo, pero estamos en la mitad de la temporada de lluvias y nuestra carretera normalmente difícil está intransitable la mayoría de las veces. Preveíamos atascamientos en el barro y cosas peores, y Pete necesitaba un par de hombres –apunten a Sergio y a mí– para la salida en auto. Este era el último propósito de nuestro viaje, y cuando fuimos bendecidos con cuatro días seguidos de sol (¡algo insólito en esta época del año!) decidimos hacer el intento un día antes de lo previsto.
Pete había enviado fuera a Liesl y a su hijo Kester en el mismo avión que nos había llevado a Sergio y a mí a Las Moras, por lo que salimos en auto junto con Rachel (nuestra otra compañera de trabajo in situ en el momento) temprano en la mañana. La carretera estaba terrible y constantemente nos deslizábamos y dábamos tumbos… Pete describió las condiciones como las peores que haya visto en cinco años allí. Sin embargo, ¡Dios nos proveyó un viaje seguro y llegamos al pavimento sin atascarnos ni una sola vez! (Luego conseguimos un camión de remolque para los 160 km pavimentados, gracias a problemas mecánicos con el 4×4… pero ese fue un problema relativamente fácil de manejar).

Después de pasar unos días reparando la camioneta de los Hypki en Mazatlán, regresamos a Chihuahua. El reencuentro con Amy y los niños después de nueve días fue maravilloso, y nos despedimos de Pete y Liesl quienes se dirigían al norte, a Estados Unidos. Rachel se quedó en Mazatlán, donde está trabajando en la traducción de la Biblia al idioma nahuatl, y Sergio se subió a un autobús para regresar a su casa aquí en la ciudad.
A veces la rutina diaria de estudiar idioma y cultura reduce la visión de nuestro campo. Puede ser difícil ver más allá de las metas, los desafíos, las fallas y los logros diarios –¡sin importar qué tan excelentes sean nuestras razones para perseguirlos! Este viaje a Las Moras terminó sirviendo para un propósito inesperado: nos recordó la meta suprema que Dios nos ha dado, ser parte de la labor de hacer discípulos de Jesús entre el grupo étnico nahuatl que aún no ha sido alcanzado. Nunca habíamos olvidado ese objetivo… pero la realidad de estar entre el mismo pueblo que estamos bregando por alcanzar, reavivó un sentido del propósito más grande de Dios para nuestra presencia en México. Todavía queda mucho trabajo por hacer, ¡pero estamos agradecidos por el bondadoso ánimo de Dios a través de este viaje mientras seguimos adelante en Su servicio!
Últimas noticias sobre la búsqueda de vehículo
Nuestra búsqueda de un vehículo continúa, buscamos una camioneta capaz de recorrer la abrupta carretera de la montaña que lleva a Las Moras. Además de la búsqueda de vehículos en Texas, Nuevo México y el noroeste del Pacífico, hemos ampliado nuestra búsqueda a vehículos en Chihuahua y ciudades cercanas. Hay desafíos de idioma y cultura para comprar un vehículo en México, pero eso evitaría el costo, los problemas logísticos y la inversión de tiempo para nacionalizar una camioneta comprada en Estados Unidos. El mercado es bastante limitado, pero mantenemos abiertos nuestros ojos para ver cómo provee Dios.

Tenemos la intención de volver a Las Moras en enero. Hay mucho trabajo por hacer entre llenar la base y supervisar la construcción de adobe; también, Rachel espera avanzar en la traducción in situ mientras estemos allí. Ir en avión es una posibilidad, sin embargo, la necesidad de suministros requeriría de múltiples vuelos, y sin una camioneta no podríamos llevar los adobes terminados al sitio de nuestra casa. Por estas razones, nuestra esperanza es comprar una camioneta en los próximos meses.
Amy y yo estamos agradecidos por cada uno de ustedes que Dios ha usado para proveer tan rápidamente los fondos que ahora tenemos a la mano, y estamos emocionados de seguir observando a medida que Él suple esta necesidad. Pedimos oración continua por esta situación –Dios sabe qué camioneta necesitamos, dónde está, cómo hacerla llegar a nosotros, ¡y cómo conformarnos más a Jesús mientras esperamos en Él!
¡Alaben a Dios con nosotros!
- Él nos dio a Sergio y a mí un viaje seguro a Las Moras, nos permitió llevar a cabo todo lo que necesitábamos hacer allí, y protegió a nuestro equipo mientras conducíamos a través de una ruta traicionera bajando de las montañas.
- El 44% de los fondos necesarios para nuestra camioneta de la montaña ingresó muy rápidamente, la mayor parte de estos incluso antes de que compartiéramos la existencia de esta necesidad.
- Finalmente tuve la oportunidad (nuevamente con la ayuda de Rich Agnew) de reparar uno de nuestros refrigeradores inundados, permitiendo que Amy esté mucho más cómoda en estos últimos días de su embarazo.
Maneras en que pueden orar:
- Estamos a una semana de la fecha de Amy: ¡2 de octubre! Por favor, oren por ella y el bebé en estos últimos días de espera, y por el parto.
- Pidan a Dios que nos conceda sabiduría mientras planeamos para el futuro: trabajar en la continuación de los estudios de idioma y cultura, comenzar a planificar la construcción de nuestra casa tribal, y considerar el tiempo de un año sabático entre estas dos tareas.
- Oren también por las metas de la actualidad, y la capacidad para mantener en equilibrio nuestras prioridades –todas las peticiones anteriores, relaciones con amigos y vecinos que honren a Dios, fidelidad para criar a nuestros hijos, y seguir siendo conformados a Jesús.
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