¿SACRIFICIO?
14 de agosto, 2016
TRADUCCIÓN DE LA CITA DE DAVID LIVINGSTONE:
“Si la comisión dada por un rey terrenal se considera como un honor,
¿cómo puede considerarse como un sacrificio la comisión dada por un Rey Celestial?”
David Livingstone
NOTICIAS DE SEPTIEMBRE
Goree (antigua isla de esclavos), Senegal
23 de septiembre, 2016
Gracias por sus oraciones durante las últimas semanas. Ha sido un tiempo bastante agitado con, por un lado, algunas cosas muy emocionantes que están ocurriendo y, por otra parte, algunas cosas tristes.
Pasamos la mayor parte de agosto en Senegal, trabajando en un nuevo curso de alfabetización para el idioma lorón. Llevamos con nosotros a Senegal a dos hombres de la etnia lorón para que ayudaran a desarrollar el nuevo curso, y tuvieron una experiencia de toda una vida. Ninguno de ellos conocía el océano, o alguna masa grande de agua para el caso, y nunca habían subido en un avión o en un barco, así que todo era muy nuevo para ellos. Fuimos capaces de terminar el borrador completo de un curso nuevo de alfabetización, y confiamos en que cuando se revise y se imprima ayudará grandemente a la gente lorón a aprender más rápidamente a leer y escribir en su propio idioma para que puedan tener acceso personal a la Palabra de Dios.
Donald y Jeremie, hombres lorones que están ayudando con el nuevo programa de alfabetización
A principios de septiembre pasamos una semana en Burkina Faso llevando a cabo un seminario de alfabetización con un pequeño grupo de nuestros misioneros que trabajan allí. Tuvimos un tiempo muy provechoso reflexionando sobre la importancia de la alfabetización en la evangelización y el desarrollo de la iglesia. También nos fijamos en algunos pasos prácticos para dos nuevos equipos de misioneros que pronto comenzarán el ministerio de aprender cultura e idioma en las comunidades de las aldeas. Ora por estos equipos mientras se preparan para vivir y trabajar entre las etnias bolón y vigué.
Luego viajamos a nuestra aldea en Costa de Marfil para visitar a los creyentes lorones. Todavía se estaban recuperando de la muerte de Hovare, uno de los primeros cristianos lorones, pero fue alentador ver que el Señor ya ha estado levantando nuevas personas para asumir algunas de las responsabilidades en la iglesia que anteriormente desempeñaba Hovare. Esta noche los creyentes van a tener una reunión especial de toda la noche para conmemorar y dar gracias al Señor por la vida y el ministerio de nuestro querido hermano.
Hovare
En los últimos meses nuestros padres han estado luchando con una serie de problemas de salud graves. Ellos nos han apoyado mucho durante décadas mientras hemos servido al Señor en África Occidental y creemos que debemos tomar un tiempo para concentrarnos en nuestras mamás y nuestros papás y participar en cualquier manera que podamos en su cuidado. Por lo tanto, volvimos a Irlanda del norte en esta semana para ayudar a compartir la carga con nuestros hermanos.
Hemos traído a casa trabajo de alfabetización y traducción, y una de nuestras principales metas para los próximos meses es terminar el nuevo curso de lectura y escritura para el idioma lorón, e imprimir una copia de prueba para llevarla cuando hagamos el viaje a Costa de Marfil en enero. También estaremos preparándonos para albergar a un grupo que perfora pozos, el cual planea venir a nuestra aldea a comienzos de marzo.
Realmente apreciamos sus oraciones.
UN DESCONOCIDO EN LA PUERTA
24 de septiembre, 2016
Hacia el medio día, la asfixiante humedad dentro de la pequeña choza de barro africana se volvía insoportable. Gotas de sudor inundaban mi frente y la ropa se pegaba a mi cuerpo. ¡Era difícil acostumbrarse a vivir sin electricidad y ventiladores!
Era octubre de 1987, pero a pesar del irritante calor, aquellos eran días emocionantes. Hacía apenas seis semanas que Marina y yo nos habíamos mudado con nuestros cuatro hijos pequeños a esta zona apartada del noreste de Costa de Marfil, África Occidental. Estábamos ansiosos por ser de ayuda y bendición a la gente tribal lorón y también a los otros misioneros que estaban viviendo y trabajando entre ellos.
Había pasado la mayor parte de la mañana tratando de analizar algunos de los verbos y pronombres del idioma lorón, y fue alentador sentir que estaba, por fin, comenzando a lograr algún progreso en el reconocimiento y la comprensión de algunos de los complicados patrones del idioma.
Mientras estudiaba cuidadosamente cuadros de pronombres extendidos ante mí sobre el sencillo escritorio de madera contrachapada, mi concentración fue interrumpida por el sonido de pasos que se acercaban a la puerta de malla de la pequeña choza de barro. Aparecieron dos hombres en la entrada. En lugar de tocar a la puerta dijeron el ya conocido ‘kaw kaw’ para hacerme saber de su presencia.
Ya conocía a uno de los hombres; su nombre era Chavaray. En las semanas anteriores nos había ayudado mucho para acoplarnos a la vida de la aldea. En esa mañana él había estado sacando agua del pozo cavado a mano que está justo al lado de nuestra casa para lavar una ropa nuestra. El otro hombre era un desconocido; nunca antes lo había visto. Llevaba una larga bata religiosa, pero parecía un hombre lorón.
Invité a los hombres a que entraran en la choza y Chavaray me presentó al recién llegado. Su nombre era Hovaray. Cuando nos saludamos y nos estrechamos firmemente las manos, pude sentir la aspereza de su piel. Era evidente que había estado trabajando duro, probablemente en sus campos, sembrando comida para su familia. Cuando lo miré a los ojos, sentí una inusual intensidad y estado de alerta. Era una de esas personas que dejan una impresión permanente cuando las conoces. Hovaray tenía unas preguntas para las que desesperadamente quería respuestas, y pensaba que nosotros podríamos ayudar.
Como apenas teníamos unas pocas semanas de estar viviendo en la aldea, todavía no podía comunicar mucho en la lengua lorón; habíamos aprendido algunos saludos básicos y algunas expresiones útiles, pero necesitaríamos de años de estudio concentrado del idioma antes de podernos comunicar eficazmente con la gente lorón en su propio idioma. Hovaray solo podía hablar su lengua nativa; no hablaba nada de francés, el idioma nacional. Sin embargo, Chavaray me explicó en francés por qué había venido Hovaray.
Hovaray estaba buscando la verdad. Estaba desilusionado con el culto a los ídolos que impregnaba todos los aspectos de la sociedad lorón. En una ocasión se mudó a una ciudad apartada de su gente y trató de encontrar ‘la verdad’ siguiendo la religión principal de esa región, pero allí tampoco halló paz o satisfacción. Después de regresar a su aldea, estaba teniendo un sueño recurrente, pero no podía entender su significado. Cuando se enteró de que había gente de raza blanca viviendo cerca de su aldea, estuvo seguro de que ‘los blancos’ podían ayudarlo a descubrir el significado de su sueño.
Hovaray nos dijo que en su sueño él veía un libro. Había ciertas palabras en la cubierta del libro, pero como no sabía leer, no estaba seguro de qué palabras eran; dijo que si viera el libro, lo reconocería. En su sueño había visto un recinto amurallado, y dentro de este había descubierto el libro. También había visto personas que eran puestas en un pantano y estaban completamente cubiertas de agua. No entendía el significado del sueño, pero a medida que se repetía se ponía muy ansioso por saberlo.
A medida que Hovaray repetía las palabras que pensaba que había visto en el libro, yo me esforzaba por entender lo que él estaba diciendo; las palabras no parecían ser de su propia lengua. Tome mi Biblia de inglés y se la mostré y le pregunté: —¿Es esto lo que viste en tu sueño?
Él respondió: —No, ese no es el libro.
Le mostré una Biblia en francés. —No, eso tampoco es. No se me ocurría qué otra cosa mostrarle y no sabía qué más podía hacer para ayudarlo.
Hovaray estaba seguro de que estaba en el lugar correcto, porque cuando llegó a nuestra casa esa mañana, había notado la pared de ladrillos de barro y piedras que rodeaba la casa. Las paredes estaban allí para mantener a las vacas y las cabras de la aldea fuera del patio, pero para Hovaray era igual al recinto que había visto en su sueño. Él estaba seguro de que este era el sitio donde podía hallar el libro. Seguía repitiendo las palabras que pensaba que había visto en el sueño.
Entonces recordé el evangelio de Juan que había sido traducido al idioma lorón por un traductor suizo. Esta porción de las Escrituras fue la primera en ser imprimida en lorón tan solo uno o dos años antes, pero como no había personas de esta etnia en nuestra zona que supieran leer, casi nadie la había visto. Había un par de estos libritos en lo alto de un estante justo debajo del techo de paja dentro de la pequeña choza de barro. Alargué la mano y tomé uno de los libritos del estante. Cuando me di la vuelta con el libro en mi mano y le pregunté a Hovaray si esto era lo que estaba buscando, escuché un gemido y una respuesta emocionada. —Sí, ¡ese es el libro! —dijo él.
Se lo entregué y él lo tomó con ambas manos. Lo contemplaba con ojos muy abiertos y repetía lentamente: —Sí, ¡este es!
En ese día no teníamos idea de lo que el Señor iba a hacer en y a través de Hovaray, o de hecho, en y a través de muchos otros hombres y mujeres lorones a medida que el Evangelio se apoderara de la gente lorón de Costa de Marfil. Hovaray comenzó a asistir a los estudios bíblicos semanales que llevábamos a cabo bajo un árbol de mango grande en el borde de la aldea. Un par de meses después de nuestro primer encuentro, él depositó su confianza en el Señor Jesucristo para salvación.
Hovaray, creemos, fue uno de los primeros lorones en llegar a tener un claro entendimiento de la gracia de Dios. Rápidamente comprendió que la oferta de salvación de Dios no tenía nada que ver con nuestras buenas obras, sino que era solo por gracia, por medio de la fe únicamente, solamente en Cristo.
Después de creer en el Señor Jesús, no tuvo más sueños con libros o recintos amurallados o aguas bautismales. Él había encontrado la verdad. Ya no era un extraño en la puerta, había entrado en las riquezas gloriosas de la gracia y el amor de Dios.
Durante casi treinta años Hovaray hizo todo lo posible por compartir las buenas nuevas del Evangelio de Cristo con su familia, sus vecinos y otros grupos étnicos de la región. Participó en cada aspecto de la actividad de la iglesia entre la gente lorón y sirvió al Señor con ilimitado amor y entusiasmo.
Él fue una inspiración y un desafío para muchos jóvenes cristianos lorones que se han dedicado a servir a Dios por medio de la enseñanza bíblica, la alfabetización, la traducción de la Biblia y el desarrollo comunitario.
El 27 de julio de 2016, después de una corta enfermedad, Hovaray partió para estar con su Salvador. Damos gracias al Señor por la vida y el ministerio de este querido hermano.
Aleluya, bendito sea nuestro Dios. Me regocijo en gran manera al leer esta historia maravillosa. Gracias y que Dios bendiga a cada uno de ustedes por el trabajo que desarrollan.
Aleluya, bendito sea nuestro Dios. Me regocijo en gran manera al leer esta historia maravillosa. Gracias y que Dios bendiga a cada uno de ustedes por el trabajo que desarrollan.
Que el Señor te bendiga a ti también hermano. Ojalá podamos contar con tu apoyo en oración. Este trabajo sólo se puede hacer en el poder de Dios y con Su provisión y dirección.
– Esteban, NTM
Que el Señor te bendiga a ti también hermano. Ojalá podamos contar con tu apoyo en oración. Este trabajo sólo se puede hacer en el poder de Dios y con Su provisión y dirección.
– Esteban, NTM