5 de marzo
Dentro de pocos días habremos cumplido tres semanas de estar en Senegal; ¡todavía nos cuesta creer que esto sea verdad! Antes que la novedad desaparezca por completo, quise compartir algunas de las formas en que Senegal nos sorprendió cuando llegamos aquí:
- La comida es excelente; no sé lo que esperaba, pero todo lo que hemos comido ha sido maravilloso. ¡También el chocolate! Al parecer es algo muy especial en Senegal. Y yo que pensaba que tendría que despedirme de mi golosina favorita. Fabulosa para mi paladar –no para mi cintura.
- Los inodoros se descargan tirando hacia arriba de una palanca (?) que está encima del inodoro, no hacia abajo. Esto puede parecer una insignificancia, pero uno ignora la fuerza con que está arraigada esa costumbre.
- Aquí todo es tarde; como el almuerzo, es a las 2; y la cena puede ser a las 8 o más tarde, un poco tarde. Nos ha resultado muy difícil adaptarnos a esto, sobre todo por causa de las siestas de las niñas más pequeñas.
- Hemos sentido frío en la noche. Ahora, antes de que los amigos de Wisconsin comiencen a llamarnos flojos, sepan esto, el viento se mueve constantemente en nuestra casa, y ¡puede volverse frío! Está bien, llámennos ahora flojos.
- Polvo; deberíamos haber esperado esto, pero recuerdo claramente nuestra salida del aeropuerto, mi cara se llenó de polvo y pensé: “No luches con esto”.
- La gente; sé que habrá personas que tratarán de aprovecharse de nosotros, y sé que habrá otras que no serán amables. A pesar de eso, una y otra vez me ha conmovido la amabilidad genuina de diferentes personas con las que nos hemos relacionado hasta el momento. Dios parece saber cuándo necesito una sonrisa.
Para que lo sepan, yo (Stacy) escribí esto. Así que no molesten a Michael por el comentario sobre la cintura.
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