Los estudiantes a los que Patrick Eggleton y su esposa Dawn ministran, son hijos de misioneros que caen en la categoría frecuentemente llamada “niños con una tercera cultura”. Estos hijos de misioneros viven entre culturas y son aprendices de múltiples idiomas.
Patrick comparte algunos criterios presentados recientemente por el predicador Libby Stephens, un maestro de hijos de misioneros.
Patrick explica que los “niños con una tercera cultura” frecuentemente son mejores para relacionarse con adultos que sus pares, chicos que no saben a quién vitorear en los juegos olímpicos y que piensan de su país no como un lugar sino como gente. Usualmente ellos son adaptables, explica Patrick, pero su sentido de pertenencia es no pertenecer.
“Ellos conocen el mundo, pero no su país”, añade él.
Los chicos con una tercera cultura no son únicos en nuestros días, observa Patrick. Abraham, José, Daniel y aun Jesús, todos experimentaron lo que es vivir en una cultura y en un país diferentes por un tiempo, mientras sus raíces permanecían en una herencia diferente al lugar donde vivían.
Los graduados del colegio para hijos de misioneros donde Patrick enseña, pronto se despedirán de Papúa Nueva Guinea. Algunos de ellos probablemente nunca regresarán al lugar donde crecieron. Patrick reconoce claramente que esto puede presentar un panorama aterrador.
“Ellos quieren volver a encajar en el país de su pasaporte, pero ni siquiera piensan como otros allí. Ellos quieren disfrutar de la familia y la iglesia, pero con frecuencia tienen dificultades para relacionarse y conocerlos, lo cual los hace sentir mucho más como forasteros” explica él.
Patrick espera que las discusiones honestas que él sostiene con sus estudiantes los ayuden con el cambio. “Tener el trasfondo de una “tercera cultura” es un don maravilloso —ellos sólo necesitan aprender a vivir con y a apreciar ese don”, comparte él.
Éste es un aspecto importante de enseñar y ministrar a hijos de misioneros. Y hay cosas que tú puedes hacer para ayudar.
“Por favor, ora por las familias misioneras que tú conoces”, pide Patrick. Ora por sabiduría para que ellos entiendan bien y suplan las necesidades de sus hijos.
“Por favor, sigue orando también por obreros. Ora por un maestro de matemáticas y maestros adicionales de primaria para nuestro colegio de hijos de misioneros”, añade él.