Jim y Judy Burdett han visto últimamente un fruto emocionante, como producto de muchos años de servicio a Dios entre la gente dom.
Durante los últimos meses, la pequeña iglesia dom ha estado involucrada en su primer proyecto de evangelización en muchos años, después de ser invitados por otra aldea a ir a enseñar las buenas nuevas de Jesús.
Jim comparte que la recepción inicial del pequeño grupo congregado en esta aldea no fue muy alentadora. Aunque ellos habían pedido la enseñanza de la Palabra de Dios, no eran muy expresivos y no se sabía qué estaban sintiendo; era difícil saber si realmente estaban absorbiendo la verdad.
Luego, una tarde, después de la enseñanza bíblica sobre la traición, el juicio y la crucifixión de Jesús, una emoción silenciosa se propagó entre las once personas reunidas en la pequeña aldea.
“Un hombre, Joe, sonrió y aplaudió. Luego Pita se pronunció y dijo que él entendía… y el amado Árbol Rojo, quien generalmente era muy callado, habló y dijo que él creía que, al igual que el ladrón en la cruz, ahora él también podía esperar con ilusión el cielo”.
Jim se sentó, sorprendido e impresionado por la obra fiel de Dios para producir fruto después de muchos años de labor y preparación.
“Fue algo emocionante”, comenta Jim, “especialmente por Árbol Rojo. …Durante todas estas sesiones de enseñanza él se sentaba allí escuchando atentamente, sin decir mucho. …Nunca estuve seguro de qué tanto estaba captando”.
Pero esa tarde, añade Jim, se hizo muy claro que la Palabra de Dios estaba haciendo su obra en el corazón de Árbol Rojo. “Él dijo que Jesús había hecho el camino para él; que así como el velo del templo se rasgó, ahora él podía acercarse a Dios por medio de la obra de Jesucristo”.
Jim y Judy están animados, por decir lo menos. “Todos estamos exultantes” comparte Jim. “Ha sido un honor y ha sido emocionante haber compartido el camino de salvación con este pequeño grupo de personas interesadas”.
Los Burdett llegaron para ministrar a la gente de la tribu dom en enero de 1982. Ellos han invertido décadas de sus vidas para compartir el Evangelio con esta etnia.
El calendario de Dios para cosechar fruto para el Evangelio no siempre es fácil de imaginar; a veces el progreso toma tiempo. Pero las dos pequeñas iglesias de la etnia dom ya están establecidas y se están emocionando con la idea de evangelizar otras aldeas.
Ver la obra fiel de Dios en las vidas de la gente dom produce mucho gozo y es muy gratificante.
Judy comparte: “¡La respuesta de este grupo al Evangelio fue un evento asombroso!”.