Plantar iglesias y criar hijos son ministerios de tiempo completo.
La misionera Julie Martin permanece ocupada en más de un campo.
Ella y su esposo, Adam, están estableciendo una iglesia entre la gente akolet. Están en la aldea selvática donde han establecido su hogar, dedicados a enseñar a la iglesia akolet cómo estudiar la Biblia.
“Este ha sido un tiempo gratificante”, comenta Julie. “La gente está encantada con los principios de observar, interpretar y aplicar lo que están leyendo, y estamos viendo encenderse un nuevo tipo de emoción en muchos creyentes akolets. …Muchos están relacionándose durante la enseñanza de las lecciones, incluyendo a las damas, quienes en el pasado tendían a permanecer muy silenciosas. ¡Estamos agradecidos por esto!”.
Este ministerio de enseñanza que ella ama tanto es una ocupación de tiempo completo en sí mismo para Julie.
Pero no es su único ministerio de tiempo completo.
“Encontré una galleta salada en el bolso de mis cosméticos esta mañana”, comparte Julie. “El bolso estaba allí en la cómoda del baño —y había una galleta a medio comer en él”.
Fue un pequeño recordatorio silencioso de su otro ministerio precioso; uno que la mantiene ocupada desde la mañana hasta la noche. “Tenemos una hija muy activa de dos años que ciertamente nos mantiene alertas”, comenta jocosamente Julie.
La sagrada responsabilidad de ser padres es grande en las vidas de los Martin, aun mientras invierten sus vidas compartiendo las buenas nuevas de Jesús que están transformando las vidas de los akolets. Ellos saben que criar a una niña de dos años es un ministerio también.
Tal vez puedas apenas comenzar a imaginar los retos de criar a un pequeño mientras se vive en una aldea selvática apartada. Para comenzar, simplemente imagínate esta madre misionera muy apurada, abriendo su bolso de cosméticos y encontrando ahí la mitad de una galleta.
El ministerio para los misioneros es absolutamente de tiempo completo, en muchos diferentes aspectos.