Gabinus es un maestro de alfabetización y de la Biblia en su aldea. Y él estaba tratando de abrir un coco seco con su machete grande. Pero al levantar el machete, golpeó con él un poste que había sobre su cabeza y rebotó inesperadamente e hirió considerablemente su muñeca.
Habían pasado doce horas desde el accidente y las cosas no se veían muy bien. Incluso se hablaba de la posible pérdida de la mano de Gabinus.
“Bueno, al menos no es la mano con la que él escribe”, observaron unos amigos de Gabinus.
“Esto nos hizo reír a todos, pero un hombre sin una mano en esta cultura está absolutamente limitado, ya que estas personas sobreviven haciendo trabajos físicos”, explica Kelly.
Tras varias conversaciones telefónicas con un médico de la misión y mucha deliberación, al igual que varios intentos para tratar adecuadamente la herida, se tomó la decisión de llamar al piloto misionero Nate Schrag.
“Nate Schrag no perdió ni un segundo y salió de la casa a recoger a Gabinus”, informa Kelley.
Una hora y media después, Gabinus se encontraba en la pista aérea, esperando la llegada de Nate. “Y entonces, arriba en el cielo azul apareció Nate”, comenta Kelley.
“Lo sentimos por llamarte un domingo —tú único día con la familia”, le dijo Kelley a Nate.
Y ella dice que le encantó su respuesta. “Para eso estoy en este país”, respondió Nate.
A Kelley le encanta la forma en que el Señor respondió las oraciones pidiendo ayuda, sabiendo que la herida de Gabinus requería de más pericia de la que ellos podían ofrecerle. A ella le fascina la forma tan clara en que esto muestra que el ministerio requiere de todo un equipo de personas.
“Como plantadores de iglesias, nuestras familias pueden ser las únicas en la tribu”, comenta Kelley. “Pero se necesita de un ejército de personas en roles de apoyo como aviación, medicina, administración y otros campos para completar la imagen del ministerio”.
Ella continúa: “Yo he escuchado que cuando uno es un misionero de apoyo, puede ser difícil describir en qué forma su trabajo impacta a las naciones para Cristo. Hoy no fue difícil verlo en lo más mínimo”.
Nate pudo llevar rápidamente a Gabinus a un hospital para que su herida grave fuera tratada; Gabinus pudo conservar su mano.
Nate comenta las últimas noticias: “Gabinus está bien y va a regresar al hospital en esta semana para ver si va a poder mover todos sus dedos. Pero él está vivo y no murió por el impacto, gracias al trabajo en equipo de los misioneros aquí. ¡Alabado sea el Señor!”.
Kelley pide: “Por favor, oren por el programa de aviación en Papúa Nueva Guinea. Nosotros estamos sufriendo aquí en muchas maneras y el equipo de aviación está soportando una carga tremenda. Por favor, oren por más pilotos y por la adquisición del avión Kodiak, el cual podrá servir a las iglesias tribales de esta zona”.