Una iglesia que madura es una señal de éxito para los misioneros a la gente sekadau.
Mientras muchos buscan una seguridad laboral, un aspecto muy singular del trabajo de plantar iglesias tribales es el deseo y el proceso de entregar la obra.
Mientras los misioneros Paul y Bella Gervasi, junto con su coobrera e hija, Cori, enseñan, capacitan, animan y corrigen, hay un crecimiento constante que un día les permitirá dejar sola a la gente sekadau.
Ese crecimiento es evidente mientras los creyentes sekadaus asumen roles que históricamente han sido efectuados por los misioneros.
Los creyentes de la iglesia aquí están aprendiendo a cuidarse unos a otros. El don de ayudas se está cultivando más y más.
Dios está enseñándoles a ser líderes buenos y sólidos a medida que los prepara para ser ancianos y maestros de Su Palabra.
Ellos están tomando en serio sus responsabilidades al celebrar reuniones donde hablan acerca de la vida de la iglesia y lo que se necesita para continuar madurando. Se están desarrollando y revisando guías de enseñanza para enseñar cronológicamente la Biblia sin la participación de misioneros.
Se están llevando a cabo esfuerzos de evangelización en otras aldeas a medida que crece el deseo de compartir la Palabra de Dios con otros.
A pesar de que todas estas cosas son positivas y buenas, hay una expectativa esperanzadora de que el crecimiento se multiplicará ya que las primeras porciones impresas de las Escrituras están siendo distribuidas. Ellos están sosteniendo y leyendo la Palabra de Dios con sus propias manos y ojos.
Recientemente se revisaron e imprimieron doscientos noventa y dos versículos. Éstos fueron entregados a los líderes para que ellos empiecen a tomar y aplicar a sus vidas lo que leen por sí mismos, en lugar de simplemente recibir la enseñanza de lo que los misioneros estudian en la Palabra de Dios.
Hay mucha necesidad de mejorar en el campo de la alfabetización, para que una lectura buena y abundante estimule más la sed de estudiar. Los misioneros han sido muy fieles teniendo clases y programas para alfabetizar. Ellos han desarrollado libros de historias para usarlos en su tiempo de clase, imprimiéndolos para que todos, desde los niños hasta los abuelos, los disfruten y aprendan de ellos.
La alfabetización es otra responsabilidad por la cual Paul, Bella y Cori le están pidiendo a Dios; para que Él cree un deseo y una necesidad sentida en los adultos de enseñar a otros a leer y escribir. Ésta es una enorme responsabilidad, pero puede ser asumida y puede ser bien hecha por la gente sekadau.
Oremos por este programa de alfabetización ya que, cuando un programa es exitoso, tener las Escrituras impresas y en las manos de creyentes sedientos puede tener efectos transformadores más y más profundos.