Aunque hay regocijo en las vidas de Jag y Abby Dunn, quienes trabajan con la gente hewa de Papúa Nueva Guinea, siempre existe una decisión consciente que tiene que ser hecha, la cual dice: “¡Él es suficiente!”.
Ellos están fomentando encantadoras amistades. Los nombres son difíciles de recordar, pero frecuentemente son cambiados para que sean más fáciles de pronunciar.
Ellos tomaron parte en un banquete nupcial donde la novia fue comprada mayormente con cerdos. La comida fue cocida en la tierra con piedras calientes. No se desperdició nada –los chicos aun usaron la vejiga del cerdo como un globo.
Nada parece “higiénico”, por consiguiente, Abby decidió instituir en forma regular un tratamiento antiparasitario para su familia.
El proyecto de la construcción de su casa está suspendido hasta que haya suficientes fondos para continuar trayendo suministros por avión.
Ellos recibieron noticia de que la mamá de Jag ha estado enferma.
Un chico de la aldea se ahorcó. “Los lamentos que uno escucha lo indisponen a uno y lo único que yo puedo hacer es aferrarme a la esperanza que tenemos en Cristo. Culturalmente, los lamentos deben durar al menos dos semanas. Ellos trajeron el cuerpo y lo pusieron justo en frente de nuestra casa y han estado llorando desde entonces. Afortunadamente nuestros hijos son suficientemente pequeños para dormir con todo ese ruido”, informa Abby.
El bebé que tenía malaria ahora tiene una enorme hernia. Una mujer quería dejar morir a su hija recién nacida porque quería darle a su esposo un hijo.
Jag y Abby no pueden contar con limpieza, comida típica, juguetes, buena salud o suficiente dinero para su idea de un sentido de bienestar. Ellos están sintiendo claramente que hay un límite a lo que ellos mismos pueden hacer en cualquiera de estas situaciones culturalmente desconocidas. Sus ojos deben volverse al carácter de Dios mismo, quien promete que Él es realmente suficiente.
“Por favor, oren para que todo esto continúe llevándonos ante nuestro Padre celestial y para que nosotros confiemos en que Él usará nuestras vidas cuantas veces nos sintamos incapaces aquí”, pidieron ellos. Ellos han decidido aferrarse a Aquel que sostiene su futuro, confiando en Él.
Abby informa: “Oren por nosotros ya que estamos entrando en muchas cosas desconocidas. Oren para que permanezcamos conscientes de lo que pasará, ya que vienen personas de afuera y podrían crear problemas, pues ellos quieren culpar por la muerte. ¡Tenemos muchas preguntas y mucho por qué acudir a Dios! Apreciamos las oraciones de ustedes mientras acompañamos a esta familia en su aflicción. Nosotros vemos la importancia de llevarle la Palabra de Dios a esta gente, y esperamos y oramos para que ustedes vean la importancia de estar involucrados también. Sus oraciones van más allá de lo que ustedes ven, y nosotros nos aferramos al consuelo de que Dios los tiene a ustedes apoyándonos, sosteniéndonos mientras llevamos a Cristo a [la gente] Hewa”.