La misionera Julie Martin informa que ella y su amiga Skola “sonríen al considerar los asombrosos caminos de Dios”.
Primero fue Wankap, el esposo de Skola, quien llegó a creer. Skola había orado intensamente y durante mucho tiempo por Wankap y sus hijos, y les había pedido a otros que oraran con ella.
Así que, cuando Wankap llegó a la fe en Cristo, fue causa de muchas acciones de gracias y celebración.
Julie observa: “Todos los creyentes están diciendo que él es el caso más parecido que tienen del apóstol Pablo, quien pasó de ser un gran antagonista de Cristo a ser salvo y a arder por Él”.
Poco después, Wankap y Skola comenzaron a orar juntos por su hijo adolescente, Luke. También les pidieron a otros que se unieran a ellos en oración. Ellos invitaban a Luke a ir con ellos a las reuniones de evangelización.
Pero Luke no tenía interés.
“Luego Luke y algunos de sus amigos fueron golpeados por el líder local de otra religión. Fue una golpiza brutal”, comparte Julie.
Ella dice que Luke salió de esta experiencia con una nueva perspectiva. “Se dio cuenta a dónde lo estaba llevando su forma de pensar”, añade ella. “¡Dios tomó su corazón y ahora él también cree!”.
¿Escucha y responde Dios las oraciones? Julie dice que Skola está “dichosa; todo esto le produce humildad y asombro”.
Con un brillo en sus ojos, Skola le dijo recientemente a Julie: “¡Y ahora sigue el viejo!”.
“Skola pide oración por su suegro Watingo, un hombre frágil físicamente y duro de corazón que maldice hasta por los codos cada vez que uno de sus familiares cristianos trata de hablar de asuntos espirituales con él”, explica Julie.
Tú puedes unirte ahora mismo a Julie, Skola, Wankap, Luke y otros creyentes para orar por Watingo. Ora para que Dios, en Su gracia, suavice su duro corazón y lo lleve a ver su pecado y su urgente necesidad de un Salvador.
Y luego únete al regocijo de Skola y Julie Martin por los asombrosos caminos de Dios.