Los misioneros Jason y Shannon Swanson, quienes ministraron entre la gente siawi por muchos años, han asumido ahora la responsabilidad de otro ministerio en Papúa Nueva Guinea.
Ellos visitarán a los siawis varias veces al año para ayudar a los ancianos a madurar en su papel de líderes. Como van a dejar la cultura siawi, la cual es familiar para ellos, y van a aprender las normas culturales de la nueva zona donde van a ministrar, están experimentando un conflicto de emociones.
“¿Cómo dejar atrás 13 años de vida con la gente siawi?”, se pregunta Jason. “Una última caminata en la pista aérea, una última caminata por la aldea? ¿Un último viaje, como familia, a nuestro charco favorito? ¿Una última y deliciosa papaya o un último banano de Siawi? ¿O quizá debo quitar el listón de madera de 2 por 4 pulgadas que tiene las marcas de crecimiento de nuestros hijos a lo largo de los años que vivimos en la aldea desde 1999?”.
Jason y Shannon intentaron tomar fotos de cada familia siawi para poder recordarlas mejor. A medida que fomentaron amistades y aprendieron cultura e idioma, el vínculo de amor se hizo más fuerte.
La iglesia siawi está comenzando a funcionar sola ahora, y la necesidad de la guía de los misioneros es menos crítica. Pero para Jason y Shannon, salir significa el final de muchas cosas.
“Significa dejar de preparar palomitas de maíz para las mujeres que rastrillan la pista aérea bajo el ardiente sol tropical, dejar de ver a nuestros hijos jugando fútbol en la pista aérea con los niños siawis, dejar de ayudarles a remendar sus faldas o tapar con cinta un hoyo en el plato de plástico en que hacen pudín de sago, dejar de cambiar plátanos por sal, o dejar de verlos caminando por la pista y cargando leña en sus cabezas, o pescados atados con bejucos de la selva sobre sus hombros, o dejar de ver a dos hombres cargando un cerdo salvaje grande sobre un palo largo, dejar de sentarnos en el frente de nuestra casa para platicar acerca de cierta lección bíblica, o dejar de subir a la aldea los domingos para las reuniones de la iglesia; no, esos días ahora van a quedar atrás”.
Ora por Jason y Shannon mientras se trasladan de la aldea donde han vivido por muchos años y se hacen cargo del nuevo ministerio, entre tanto que continúan con un rol semi-activo en la iglesia siawi.