Dos mil cajas al fin han llegado a Senegal desde Canadá. Y no son cajas comunes.
Jenn DeAtley comparte acerca de la tarea de distribuir estas cajas con regalos de Operation Christmas Child [Operación Navidad]. “La meta es enfocarse en los niños más necesitados (todos son necesitados) de las escuelas locales…. Cuando escuchamos que íbamos a recibir 2000 cajas este año, ambos nos sentimos abrumados por la cantidad de trabajo que representaba y emocionados porque tantos niños fueran a recibir una caja”.
Jenn y Shawn actualmente están trabajando en idioma francés para discipular a los creyentes del sitio y ayudar a un grupo de una célula, que es una amalgama de nacionalidades de África Occidental, para que llegue a ser una iglesia creciente y madura.
Este es el segundo año en que van a organizar la distribución de estas cajas con regalos. Las cajas son enviadas a un pueblo vecino que queda a una hora de distancia. Su iglesia local reunió ofrendas para pagar un camión para que lleve esta carga inmensa y emocionante.
Algunos miembros de la iglesia local trabajan con escuelas repartiendo boletos para que los niños reclamen su caja con regalo especial. Su iglesia alquila un altavoz y antes de repartir los regalos, se da una bienvenida a todos y se presenta el Evangelio en dos o tres idiomas: francés, wolof y diola kerak.
Se instruye a los niños de la escuela para que no abran sus regalos hasta que lleguen a sus casas. Jenn dice que la espera es para evitar un “caos total”. Pero pocos pueden contener la anticipación y emoción por tanto tiempo.
Jenn comparte: “Ellos reciben cosas como adhesivos, dulces, pasta para modelar, muñecos pequeños, papel y lápices”. Uno de los regalos favoritos es un balón de fútbol desinflado que puede ser inflado. Jenn agrega: “Hay ocasiones en que los chicos han llegado a nuestra casa preguntando qué es alguna cosa, como la plastilina. Ellos se preguntan si es algo para comer”.
Jenn informa que una vez un niño trajo una caja de dulces americanos. Es un producto que los DeAtley no pueden conseguir donde viven. “¿Qué es esto?” preguntó el chico. Jenn le respondió sonriendo, “Oh, ¡no es algo que tú quieras! ¡Mejor es que me lo des!”. Ella explica que el niño supo inmediatamente por su tono de broma con él que eran dulces.
Shawn y Jenn les enfatizan a los niños y a los padres que las cajas no son de los misioneros. Jenn y Shawn quieren evitar ser vistos como el personaje “Santa Claus”. Ella comparte que la distribución de las cajas con regalos es una gran oportunidad para comunicar a los niños y a los padres que Jesús es el don supremo.
“Una de las cosas más destacadas… es un libro acerca de Jesús. ¡Mi vecina, Yassine, vino a mí con una sonrisa y dijo que ella había leído el libro que iba en la caja de su nieto! Fue una buena oportunidad para compartir más acerca de lo que yo creo y por qué lo creo”, informa Jenn.
“Como nuestra iglesia es pequeña y está creciendo, este proyecto es un medio para evangelizar a la gente, e incluso les ayuda a darse cuenta de que aquí hay una iglesia y un grupo de creyentes que se reúnen para adorar y aprender”.
Oren por Shawn y Jenn y sus ayudantes, quienes actualmente están organizando la distribución de estas cajas. Oren para que estas cajas empacadas con regalos especiales no sólo sean motivo de gozo para niños necesitados sino también oportunidades para que el Evangelio llegue a los corazones.