Rachel Ueland aún siente escalofríos cuando ve bichos en su casa que miden más un centímetro.
Después de casi un año de estar estudiando la cultura y el idioma en Brasil, Rachel dice que todavía lucha con cualquier cosa del idioma que no sea del tiempo pasado, presente o futuro simples. Ella a veces se pone nostálgica por su familia. Dice que su cocina brasileña aún deja un poco que desear. Todavía depende de amigos para que la ayuden a ir a nuevos sitios de la ciudad, la cual tiene varios millones de habitantes.
Pero Rachel tiene en cuenta las bendiciones del año pasado. Ella ha hecho progreso en el idioma. Tiene nuevos amigos y una nueva familia en Cristo. Ella ha aprendido a cocinar algunos platos locales. Todavía no se ha enfermado con dengue o malaria.
Y hay una bendición que descuella sobre todas las demás.
Rachel comparte: “Me he sentido sola a veces, pero Dios me ha llenado en una nueva manera y se ha vuelto mucho más precioso para mí. Todavía no sé qué planes tiene el Señor para mí después de que aprenda el portugués, pero he aprendido más acerca del emocionante trabajo que el Señor está haciendo en la edificación de Su iglesia en Brasil, y anhelo ver el plan que tiene para mí en ella”.
Hace poco Rachel entregó su solicitud para una nueva visa. Aunque ella ha estado sumergida en los estudios de cultura e idioma durante todo su tiempo en Brasil, dice que esa inmersión “pronto será llevada a un nuevo nivel”. Ella va a realizar un viaje de seis semanas para visitar varias tribus. Rachel viajará con una brasileña y estará lejos de hablantes de inglés durante seis semanas. “En este viaje, no sólo tendré un buen ejercicio de mi portugués sino que veré nuevos lugares donde NTM trabaja y experimentaré la vida tribal”.
Rachel pide oración por este próximo viaje, el cual está programado para comenzar en la primera semana de abril. Ella pide oración por buena comunicación, viajes seguros, “y que Dios reciba la gloria en este viaje”.