Penetrando las tinieblas
Yal Ki fue un drogadicto durante muchos años, pero para practicar la lectura usaba los libros de las lecciones de Efesios que tradujeron los misioneros al idioma dom. Poco a poco, la Palabra de Dios penetró en Yal Ki y comenzó a crear en su corazón una sed de ella. Él confió en Cristo y ahora es un miembro útil de la Iglesia. Oremos por Yal Ki y su esposa Kathy para que crezcan en la Palabra.