14 de junio, 2019
“Hay una mina de oro en [el campo], pero parece tan profunda como el centro de la Tierra; ¿quién se aventurará a explorarla?”, preguntó Andrew Fuller.
La respuesta de William Carey fue: “Yo bajaré, pero recuerden que ustedes deben sostener la cuerda”.*
¿Es posible alcanzar a todos los grupos lingüísticos no alcanzados en nuestra generación? Creemos que la respuesta es: “¡Sí!”
Dios ha dado herramientas y recursos increíbles a esta generación de cristianos. Podemos cumplir nuestra tarea si trabajamos juntos por fe en Su Palabra, específicamente hacia el cumplimiento de la Gran Comisión: todos los idiomas; hasta los fines de la tierra; todo el mundo.
Juan 20:21.
Ninguno de nosotros puede hacer todo lo que hay que hacer. Sin embargo, cada uno de nosotros puede usar los dones que Dios nos ha dado para cumplir Su voluntad.
A veces las personas nos preguntan qué pueden hacer para prepararse o ayudar. Estas son algunas ideas prácticas:
Lo que puedes hacer
La mies está madura y los obreros son pocos. La mayor necesidad son personas que estén dispuestas de corazón a invertir todo su ser, sus energías, su tiempo, su comodidad y sus recursos para expandir el equipo en aquellas regiones donde Cristo no es conocido.
Prepárate y ve tú mismo
–Capacitación en Colombia: http://www.nuevoshorizontesweb.org/capacitacion
–Capacitación en México: http://v2.institutomisionerotranscultural.com/
Envía a alguien
Promociona. Sé el promotor de un misionero. Ayuda a organizar reuniones para que él explique su trabajo. Preséntalo a tus amigos y a personas que posiblemente apoyen su ministerio. A menudo quienes apoyan el ministerio de manera más eficaz y duradera se unen al trabajo cuando sus amigos hablan sobre el valor del ministerio y presentan a la persona(s) que ministra.
Apoya económicamente. El trabajo de alcanzar una etnia remota es demasiado grande y demasiado importante para que una persona o una familia lo hagan solas. La financiación es el combustible de las misiones y una herramienta para transferir mano de obra. Les da a los misioneros la libertad de servir a otros, de contratar servicios, y de crear oportunidades de participación. Tus donativos permiten que los misioneros vayan a donde van, que vivan donde viven, y que hagan lo que hacen. Damos a los misioneros porque queremos más de lo que ellos hacen para glorificar a Dios.
Apoya en oración. Ora de manera personal, específica, colectiva y habitual. Empezarás a ver la mano de Dios obrando a medida que tus oraciones son respondidas. Si usas un diario, podrás repasar más fácilmente cómo ha respondido Dios tus oraciones y podrás compartir Sus alabanzas con otras personas. Puedes adoptar un grupo lingüístico no alcanzado y orar específicamente por cada aspecto de lo que implica plantar una iglesia saludable entre ellos (personal de plantación de iglesias, equipos de apoyo, financiación, traductores bíblicos, logística, discipulado, líderes, dar “alimento sólido”, publicación de la Biblia, etc.).
Discipulado. Invierte tu vida intencionalmente en otras personas, en el discipulado de los creyentes hacia la madurez espiritual y la evangelización de los grupos lingüísticos no alcanzados. Puedes expandir el equipo de ministerio compartiendo fundamentos bíblicos, impartiendo los valores de Dios (especialmente en relación con las “naciones” o los grupos étnicos del mundo), invitando a trabajar en equipo y preparando obreros para el ministerio. Jesús es nuestro tesoro; llevar a la gente a Jesús y enseñarles a aprender de Él, caminar con Él y adoptar Sus valores, conducirá en última instancia a unirse a Su obra en donde Él guíe.
Infórmate
- Lee la Palabra de Dios, la Biblia, acerca de Sus propósitos, planes y métodos.
- Aprende sobre la importancia de las naciones (etnias) en los propósitos de Dios.
- Suscríbete a correos electrónicos, blogs, boletines y publicaciones misioneros.
- Lee biografías misioneras para enterarte de cómo otros ejercieron su fe en Dios.
- Habla con misioneros activos sobre su vida y sus necesidades.
- Investiga sobre la necesidades en el mundo, métodos para satisfacerlas y quiénes están trabajando y de qué manera.
- Investiga en la web la “Base bíblica de las misiones”.
Educa a otros
- Descarga y muestra videos misioneros.
- Pon a disposición de otras personas publicaciones misioneras.
- Pide a tus amigos que oren por necesidades específicas.
- Aloja a misioneros en tu casa, en un grupo pequeño o en la iglesia.
- Invita a un movilizador de misiones a hablar.
Ven preparado
- Sé un estudiante de la Palabra de Dios.
- Pide el consejo de un líder de confianza.
- Sirve a la iglesia bajo supervisión. Aconseja a otros.
- Aprende a presentar el mensaje del Evangelio y a impartir el discipulado con otros.
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