Dios transformó la vida de Fato
Algunas personas de la aldea se asombraron que Fato construyera su casa en el valle. ¿Acaso no sabía que los espíritus moraban allí? Es más, dejó una apertura en la pared para que entrara la luz. La mayoría de las casas de los hewa estaban totalmente oscuras por dentro, aun de día, selladas para evitar la entrada de los espíritus. Pero Fato ya no vivía en temor.
Vida nueva a un paso de la muerte
Muchos años antes, Dios había puesto en marcha Su plan para alcanzar a Fato y su comunidad.
En el año 2006 una enfermedad muy contagiosa invadió el caserío. Algunos ya habían muerto. Trece habitantes se habían enfermado de gravedad, entre ellos Fato y su familia. Yanis, un creyente hewano, y el misionero Jonathan Kopf caminaron por dos días para llevar medicamentos a la aldea.
Cuando los habitantes recuperaron la salud, Fato envió una invitación para que enviaran a alguien para enseñarles la historia del Dios Creador. En el 2008, unos creyentes hewanos y Jonathan enseñaron desde la Creación hasta Cristo en la lengua hewana. Al escuchar el evangelio en su idioma, Fato comprendió el mensaje y lo creyó, junto con otros vecinos de la comunidad y comenzó a crecer espiritualmente, llegando a ser un verdadero hombre de Dios.
Entró a la vida eterna
Durante 18 meses, Fato estuvo enfermo, y finalmente, el 26 de agosto, 2019, pasó a la presencia de su Padre Celestial.
Susana Kopf escribió, “Mientras se debilitaba su organismo, su último mensaje para su familia fue de fortaleza y ánimo. ‘Antes temía la muerte, pero ahora que estoy unido con Jesús, sé que cuando yo muera, iré con Dios a Su buena tierra. No se preocupen por mí; sencillamente voy adelante para estar con Dios y luego ustedes también vendrán y estaremos reunidos nuevamente. Por tanto, confíen en Jesús y pronto nos veremos’”.
¿Gozas tú, estimado lector, de la misma esperanza que Fato? Cuando partas de esta vida, ¿comparecerás ante Dios sin mancha, vestido en la justicia de Cristo?
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