18 de julio, 2018
Hace un año las cosas eran muy diferentes a hoy. Acabábamos de dar la bienvenida a los esposos Brooks en Paradi y estábamos disfrutando de la nueva dinámica en nuestro equipo y de un mejor café en nuestras reuniones. Kyle y Hala estaban iniciando su último año de secundaria. Vivian estaba enseñando a las niñas más pequeñas. Eli estaba tomando las vacaciones de verano del curso bíblico y estaba ahorrando para regresar a tomar su segundo año. Chuck estaba inmerso en las Escrituras del Antiguo Testamento, asegurándose de estar entendiendo lo que se decía en un idioma que no conocía. Estábamos expectantes en cuanto a los otros dos años de ministerio con la gente ga’dang que teníamos delante de nosotros; la vida era muy buena.
Las cosas hoy en día distan mucho de ser las mismas. En estos días hay soledad en mi corazón y en mi sala de estar. La ansiedad por lo que vendrá durante el próximo año se cuela con demasiada frecuencia.
Los Brooks están hoy de vuelta en Estados Unidos, pasando por momentos muy difíciles pues Danny está recibiendo un tratamiento para el cáncer. Ha completado cinco rondas de quimioterapia y en esta semana le practicarán una cirugía en el sitio del tumor para estar seguros de que no queda nada allí. Y después de que su herida sane, será sometido a seis semanas de radiación. Su pequeña familia de cuatro está pasando por momentos muy difíciles. Los extrañamos bastante. Ansiamos tener esas reuniones de equipo con café, sonrisas y carcajadas. Echamos de menos las historias de las travesuras en que Izzy y Judah se vieron involucrados mientras se adaptaban a una nueva aldea. Nos duele el dolor por el que están pasando. Nos preguntamos por qué ellos.
Hoy Kyle no está con nosotros; está viviendo en Canadá. Tiene un empleo; está aprendiendo a conducir; se está convirtiendo en un joven independiente. No está aquí para divertirnos con sus juegos de palabras; no está aquí para volver locas a sus hermanas; no está aquí para hablar de la vida hasta altas horas de la noche cuando estoy cansada; no está trabajando debajo de la casa y entrando para que Mami le saque las astillas.
Hoy Elijah está haciendo su vida fuera de la burbuja de New Tribes. Está luchando por encontrar su lugar; para encontrar un ‘hogar’. Ha tenido dificultades para encontrar trabajo y dirección para su futuro; está donde no podemos ayudarlo a aprender a conducir. Está asistiendo a eventos de la familia como un joven independiente sin la compañía de sus padres. Está dependiendo de Dios para dirección, en lugar de sus padres.
Hoy Hala está ocupando a su hermana pequeña; le está enseñando a jugar juegos de mesa y le está mostrando cómo colorear cuidadosamente. Hala prepara café para el tiempo del refrigerio y también prepara comidas. Está soñando con su futuro lejos de Paradi; está esperando para seguir adelante.
Hoy Vivian está con su familia en Estados Unidos. Terminó el primer semestre de la escuela bíblica y está buscando en Dios su futuro.
Hoy estoy en la habitación-escuela, enseñando a las niñas. Lucho por encontrar tiempo para hacer las cosas que solía hacer. He tenido que limitar el trabajo médico a las tardes, pues no he podido hallar un equilibrio entre la enseñanza de mis hijas y las constantes interrupciones. Me encanta ver a mis hijas aprendiendo más y dominando nuevas habilidades, me encanta y detesto enseñarle a Beatrice a leer.
Hoy Chuck está sumido en el desarrollo de lecciones. Ha escrito diez de cuarenta y dos lecciones en idioma ga’dang; ha preparado bosquejos detallados de otras doce lecciones; ha añadido 450 palabras nuevas a su lista de palabras de ga’dang que no aprendió en su estudio formal del idioma. Aproximadamente un tercio de esas palabras eran totalmente nuevas; con las demás, estaba familiarizado con diferentes formas de la palabra.
Hoy en día Chuck está tratando de evaluar a las termitas que se están comiendo nuestra casa. Se han comido siete vigas del piso. Varios paneles de la pared y pisos de madera contrachapada están huecos. Devoraron por completo un estante de libros de historias. Últimamente él ha perdido días de trabajo en las lecciones por tratar de impedir que se desvencije nuestra casa.
Hoy estamos a la expectativa en cuanto a dónde estaremos dentro de un año; es una expectación de emoción, temor e incertidumbre. En tan solo diez meses regresaremos a Canadá para iniciar una parte distinta de nuestras vidas; hoy día no sabemos qué vamos a hacer allí o donde viviremos. Hoy trato de no pensar en eso y disfrutar de las tormentas vespertinas y de las personas que cocinan y limpian para nosotros. Hoy sonrío y disfruto de poner una curita sobre un pequeño corte de los niños. Hoy continúo trabajando en mi amistad con la hija de un año de edad de la señora que nos lava la ropa, aunque ella no me recordará dentro de dos años.
Hoy día es difícil.
Durante las últimas semanas he encontrado algo de música nueva para mí. No estamos expuestos a nueva música cristiana muy a menudo por aquí; una de mis favoritas es “Joy” [Gozo] de For King and Country. Cuando todo pesa mucho en mi mente y en mi corazón, me resulta fácil pensar que podría ser peor. Podríamos estar pasando por lo que los Brooks están atravesando; podríamos estar pasando por la muerte de un cónyuge. Pero anoche, mientras escuchaba otra vez esta canción, el Señor me recordó que debo elegir el GOZO sin importar las circunstancias.
Incluso si la vida fuera más difícil y yo estuviera pasando por más cosas que los demás, tendría que elegir el gozo. El Señor está conmigo sin importar lo difíciles que puedan estar las cosas. Él es de quien debo depender para mi fuerza y mi gozo, no del pensamiento de que podría ser peor.
En mi lista de reproducción también tengo a “I just need u” [Te necesito] de Toby Mac. Él es todo lo que yo necesito; Él es todo lo que necesitan los Brooks; Él es todo lo que tú necesitas. Su amor por mí abunda; siempre está allí. Puedo depender de Él.
En esta semana leí el libro Warriors Don’t Cry [Los guerreros no lloran] de Melba Patillio. En esta biografía de su vida, cuando era una adolescente negra que asistía a una escuela de secundaria de blancos en 1957, su abuela le decía repetidamente que leyera el Salmo 23. Al leerlo nuevamente hoy, me hizo recordar que Él está conmigo a través de estos días. No es necesario experimentar soledad porque Él siempre está conmigo. Su presencia me conforta durante estos días. Oro para que ustedes sean confortados con Su presencia en sus vidas.
Oren por nosotros pues vivimos con nuestros corazones y nuestras mentes en el pasado, el presente y el futuro. Oren para que podamos ser fieles en todo lo que tiene delante de nosotros. Oren para que Satanás no se salga con la suya y nos desanime. Oren para que sigamos aferrados a Aquel que más necesitamos y que nos da gozo.
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