Tony
2 de octubre, 2017
Tony es un hombre de edad. Según los estándares de las zonas urbanas diríamos que le están entrando los años, y según los estándares de la etnia nahuatl él es antiguo. Hace unas semanas fuimos a visitarlo y comenzó a recordar su vida. De lejos es el individuo de más edad de esta comunidad y nos preguntó si sabíamos por qué algunas personas viven más que otras. Especuló sobre las vitaminas y la disponibilidad de médicos y luego concluyó: “Creo que es por portarse bien y por llevar una buena vida”. “Seguramente entonces Dios le da a uno más días por haber hecho lo que era correcto”. Él continuó diciéndonos que alguien había matado a un miembro de su familia cuando él aún era joven. Aunque la gente le estaba presionando para que se vengara de los que le habían hecho daño, él se negó a hacerlo.
Él continuó hablando sobre la revolución mexicana, su infancia, la llegada de los primeros maestros del gobierno y muchos otros acontecimientos, citando fechas y detalles que me hicieron desear que mi mente fuera así de brillante. Después de un momento, sacó un mini SD [dispositivo de almacenamiento] de un compartimiento especial de su cartera y nos pidió las nuevas lecciones bíblicas para poder escucharlas en su celular. Nosotros habíamos venido preparados y le dimos las nuevas lecciones. Él comentó que aunque es muy difícil caminar hasta el sitio donde se enseñan las lecciones, está escuchando la enseñanza. Su oído se ha deteriorado pero puede obtener un nivel de volumen bastante bueno con los audífonos que le hemos dado.
La conversación volvió a girar en torno a la duración de la vida, y yo le dije a Tony: “Tienes razón. Nadie puede saber cuánto tiempo va a vivir; solamente Dios lo sabe. Tal vez Él te dio muchos años para que pudieras oír la verdad que Él quiere que todo el mundo conozca. Quizá te dejó vivir mucho tiempo para que pudieras conocerlo”.
Ciertamente esa es mi oración por Tony; que Dios le dé fuerza y salud hasta que conozca a su Salvador; que Dios proteja su oído y su mente; que Dios le dé la valentía para rechazar una cosmovisión a que se ha apegado durante más de ochenta años y que acepte la verdad. Que Dios produzca una nueva existencia en un viejo caparazón.
Tony vive rodeado de sus hijos, nietos y bisnietos, junto con muchos de sus parientes políticos. Su familia constituye su propia aldea pequeña a unos tres km de Las Moras. Muchos de ellos están interesados en la enseñanza y han venido a las reuniones o están escuchando las grabaciones. Varios de los hombres adultos de esta familia son líderes influyentes de la comunidad, incluyendo al juez de este año. Oremos por Tony y su familia para que lleguen a conocer al Señor y acepten la salvación que se les ofrece.
El Cordero de Dios
20 de diciembre, 2017
Los miembros de nuestro equipo dedican mucho tiempo a trabajar con hablantes nativos del idioma nahuatl, con el fin de estar seguros de que lo que digamos suene natural. Ya sea que se trate de materiales de alfabetización, la traducción, o la enseñanza bíblica, nos esforzamos por comunicarnos claramente, lo cual para nosotros los extranjeros requiere de un ajuste constante.
Hace unas semanas estaba hablando con mi amiga Bernie sobre una lección acerca de Juan el Bautista. Ella estaba entendiendo bien todos los detalles de la historia, pero le hice una pregunta sobre algo que aún no le había explicado, solo para ver qué iba a decir. “Cuando Juan vio a Jesús” le dije, “él dijo: ‘He aquí el Cordero de Dios’. ¿Por qué crees que Juan dijo eso?”
Bernie dijo: “Bueno, hace mucho tiempo la gente llevaba ovejitas a la casa de Dios. Y el que estaba a cargo allí, ponía sus manos sobre el animal y todos los pecados del pueblo eran puestos sobre ella. Y por lo tanto, no era necesario que la gente muriera porque la ovejita moría en su lugar. Luego agregó: “eso es lo que Jesús hará por la gente”.
Su explicación y los comentarios de ella y de otras personas de la aldea me conmovieron porque me muestran que están entendiendo. Me siento privilegiada de ser parte de este ministerio y me siento abrumada por la gracia de que enviara al Cordero de Dios a morir, a fin de que quitara nuestros pecados.
Ahora es la oportunidad
30 de enero, 2018
A Reina le preocupa la gente de su pueblo. Estábamos sentadas sobre tocones cortos en su cálida cocina, revisábamos la lección sobre Nicodemo. Ella estaba repitiendo la historia por párrafos, siguiendo bien el hilo de lo que Jesús había dicho sobre nacer de nuevo. Un poco más adelante en esa historia, Jesús señala que la obra del Espíritu Santo es como el viento; es real y nos afecta, pero ¿quién puede comprender cómo hace lo que hace. Reina comentó, no por primera vez, que seguramente no todos aquí van a creer. “No entiendo por qué no están escuchando”, se lamentó ella. “Le digo a mi madre y a mi hijo que vayan, pero cuando llega el día, encuentran algo más en qué ocuparse; no todos van a creer, ¿verdad?” me preguntó.
Miramos de nuevo el capítulo 3 de Juan, donde Jesús explica que Dios quiere que todos sean salvos; fue con ese propósito que envió a Jesús a la tierra —no para castigar, sino por su gran amor por todos. Pero también es cierto que algunos rechazaron a Cristo durante su tiempo en la tierra, y algunos lo rechazan incluso ahora, y la reacción de su familia a la verdad es difícil para el corazón de Reina. La implicación de lo que Jesús le dijo a Nicodemo es clara para ella. “Ni una sola persona verá ese tiempo en que Dios gobernará como rey, a menos que haya nacido de nuevo en otro momento”.
Traté de animar a Reina, recordándole que si bien algunos han estado relacionándose durante un tiempo con las Escrituras como ayudantes de la traducción y del desarrollo de lecciones, otros apenas están comenzando a oír. Le dije que nuestro equipo, y muchas personas que están lejos y que también son hijas de Dios, están pidiéndole a diario a Dios que ayude a los nahuatles a oír y creer. Le dije que ella también podía pedirle a Dios que haga eso, y que también debía hablarle de la verdad a su familia.
Jesús termina su conversación con Nicodemo comparándose con una luz. Los que creen, se acercan a la luz, pero el resto la rechaza. Reina comentó: “Con seguridad hay algunos aquí que rechazan la luz. Pero yo entiendo que todos los que no crean serán castigados. ¿Por qué no creen?” preguntó con frustración. “No sabemos hasta cuándo vamos a estar aquí, y después de morir, no podremos cambiar de opinión; ahora es la oportunidad de creer”.
Sabemos que todos ustedes también están orando para que los nahuatles vean claramente que “ahora es la oportunidad de creer”. En la próxima semana nuestro equipo presentará la muerte y la resurrección de “Aquel que Dios prometió hace mucho tiempo para salvación”. Le estamos pidiendo a Dios que convenza los corazones y las mentes en cuanto a la verdad, y que lleve a muchos al conocimiento de Él. Algunos, como Reina, parecen entender claramente y parecen estar preocupados por aquellos que podrían perder su oportunidad. Oremos para que esas personas soporten la persecución y el ostracismo con el fin de poder alcanzar a otros con la verdad. Y oremos para que la nueva iglesia se una y encuentre una identidad como una nueva familia.
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