Una vida de aventura
30 de agosto, 2017
Como C.S. Lewis nos recordó, las aventuras nunca son divertidas cuando estás experimentándolas. Y aunque es probable que todos diríamos que estamos esperando una vida de aventura, en la mayoría de los días me encuentro anhelando algo un poco más rutinario.
En las últimas semanas he escrito materiales de alfabetización en mi tercer idioma, incluyendo historias que solamente utilizan cuatro sílabas. En serio, me siento como el doctor Seuss [autor estadounidense de libros infantiles] de la lengua nahuatl.
He tratado a un niño que se cortó dos dedos con un machete. Luego le dije a mi compañera de trabajo que en mi próximo año sabático me gustaría tomar un curso sobre tratamiento de heridas y cómo suturar. Si alguien me hubiera dicho hace siete años que yo diría algo así me habría reído en su cara. A mí no me pidan que haga nada relacionado con heridas o con sangre.
He hecho una lectura minuciosa de las lecciones bíblicas y he corregido la ortografía basada en las reglas que he creado; aún así, a veces me siento confundida.
He hecho centenares de fotocopias de certificados de nacimiento y de documentos de identidad del gobierno. He copiado música de la gente de un celular a otro. He recargado radios, linternas, teléfonos, reproductores de DVD, y equipos estereofónicos que la gente ha traído a nuestra casa, la cual es una de las pocas casas de la aldea que tiene energía eléctrica. He prestado mi computadora a gente que necesita hablar con alguien de la ciudad, y he enviado correos electrónicos de personas que no saben escribir.
He perseguido en una cuatrimoto burros que estaban obstruyendo la pista de aterrizaje, he volado por toda la aldea haciendo anuncios y he salpicado con barro a mi compañera de trabajo mientras cruzaba el arroyo.
He tomado porciones de las Escrituras recién traducidas al idioma nahuatl y las he revertido al español con el fin de enviarlas a nuestro consultor para que las revise. He grabado algunas de esas Escrituras para poder repartir versiones de audio.
He participado en reuniones del equipo en las que hemos tenido que coordinar la compra de víveres, las vacaciones de Navidad y el uso de internet; lo cual es un poco diferente a las relaciones corrientes entre compañeros de trabajo de una empresa.
He preparado pedidos de joyas [bisutería] para las damas de la aldea y he revisado y clasificado cajas de cuentas y he corrido por la aldea organizando el trabajo.
He hablado con la gente que viene a la casa a pedir prestada nuestra carretilla, y nuestra pala, nuestra pica y el martillo, y una lámina de hojalata, y unas tijeras, y un cargador USB, y una película. He charlado con personas que buscaban Coca Cola, y ropa para bebé, y harina de maíz, y dinero prestado.
Y a lo largo de las semanas he tenido conversaciones con personas acerca de Dios, acerca de quién es Él y que es posible conocerlo a Él. Les he hablado del Hijo de Dios, HesuKristo, y de lo que Él hizo por nosotros, y de la esperanza que tengo en un futuro con Él.
Todos estos momentos aparentemente rutinarios son parte de la aventura de ser conformados. Para nosotros, todos los préstamos, las charlas, la ayuda, el copiado y la ayuda médica son parte de compartir la verdad de Dios. Son una parte integrante del Evangelio, y constituyen un privilegio y deben ser un motivo de gozo. Estoy trabajando en esto último y en disfrutar del camino de aventura en el que Dios me ha puesto.
Tony
2 de octubre, 2017
Tony es un hombre de edad. Según los estándares de las zonas urbanas diríamos que le están entrando los años, y según los estándares de la etnia nahuatl él es antiguo. Hace unas semanas fuimos a visitarlo y comenzó a recordar su vida. De lejos es el individuo de más edad de esta comunidad y nos preguntó si sabíamos por qué algunas personas viven más que otras. Especuló sobre las vitaminas y la disponibilidad de médicos y luego concluyó: “Creo que es por portarse bien y por llevar una buena vida”. “Seguramente entonces Dios le da a uno más días por haber hecho lo que era correcto”. Él continuó diciéndonos que alguien había matado a un miembro de su familia cuando él aún era joven. Aunque la gente le estaba presionando para que se vengara de los que le habían hecho daño, él se negó a hacerlo.
Él continuó hablando sobre la revolución mexicana, su infancia, la llegada de los primeros maestros del gobierno y muchos otros acontecimientos, citando fechas y detalles que me hicieron desear que mi mente fuera así de brillante. Después de un momento, sacó un mini SD [dispositivo de almacenamiento] de un compartimiento especial de su cartera y nos pidió las nuevas lecciones bíblicas para poder escucharlas en su celular. Nosotros habíamos venido preparados y le dimos las nuevas lecciones. Él comentó que aunque es muy difícil caminar hasta el sitio donde se enseñan las lecciones, está escuchando la enseñanza. Su oído se ha deteriorado pero puede obtener un nivel de volumen bastante bueno con los audífonos que le hemos dado.
La conversación volvió a girar en torno a la duración de la vida, y yo le dije a Tony: “Tienes razón. Nadie puede saber cuánto tiempo va a vivir; solamente Dios lo sabe. Tal vez Él te dio muchos años para que pudieras oír la verdad que Él quiere que todo el mundo conozca. Quizá te dejó vivir mucho tiempo para que pudieras conocerlo”.
Ciertamente esa es mi oración por Tony; que Dios le dé fuerza y salud hasta que conozca a su Salvador; que Dios proteja su oído y su mente; que Dios le dé la valentía para rechazar una cosmovisión a que se ha apegado durante más de ochenta años y que acepte la verdad. Que Dios produzca una nueva existencia en un viejo caparazón.
Tony vive rodeado de sus hijos, nietos y bisnietos, junto con muchos de sus parientes políticos. Su familia constituye su propia aldea pequeña a unos tres km de Las Moras. Muchos de ellos están interesados en la enseñanza y han venido a las reuniones o están escuchando las grabaciones. Varios de los hombres adultos de esta familia son líderes influyentes de la comunidad, incluyendo al juez de este año. Oremos por Tony y su familia para que lleguen a conocer al Señor y acepten la salvación que se les ofrece.
El Cordero de Dios
20 de diciembre, 2017
Los miembros de nuestro equipo dedican mucho tiempo a trabajar con hablantes nativos del idioma nahuatl, con el fin de estar seguros de que lo que digamos suene natural. Ya sea que se trate de materiales de alfabetización, la traducción, o la enseñanza bíblica, nos esforzamos por comunicarnos claramente, lo cual para nosotros los extranjeros requiere de un ajuste constante.
Hace unas semanas estaba hablando con mi amiga Bernie sobre una lección acerca de Juan el Bautista. Ella estaba entendiendo bien todos los detalles de la historia, pero le hice una pregunta sobre algo que aún no le había explicado, solo para ver qué iba a decir. “Cuando Juan vio a Jesús” le dije, “él dijo: ‘He aquí el Cordero de Dios’. ¿Por qué crees que Juan dijo eso?”
Bernie dijo: “Bueno, hace mucho tiempo la gente llevaba ovejitas a la casa de Dios. Y el que estaba a cargo allí, ponía sus manos sobre el animal y todos los pecados del pueblo eran puestos sobre ella. Y por lo tanto, no era necesario que la gente muriera porque la ovejita moría en su lugar. Luego agregó: “eso es lo que Jesús hará por la gente”.
Su explicación y los comentarios de ella y de otras personas de la aldea me conmovieron porque me muestran que están entendiendo. Me siento privilegiada de ser parte de este ministerio y me siento abrumada por la gracia de que enviara al Cordero de Dios a morir, a fin de que quitara nuestros pecados.
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