Granos de cacao
4 de agosto, 2016
A menudo me siento como el tonto más grande de la selva. Como hoy, por ejemplo, cuando iba caminando en la selva, detrás de uno de mis amigos de la etnia iski. Di un paso en falso y terminé hundido en el barro hasta las orejas, mientras mi amigo descalzo y su hijo de cuatro años de edad caminaban juntos como si estuvieran paseando en un centro comercial.
Sí, a veces me siento como un inepto. En otras ocasiones, sin embargo, me siento como toda una estrella de rock (soy como una montaña rusa). Estas experiencias de estrella de rock son muy especiales porque son increíblemente raras; diría que un estimativo aproximado ubicaría mi relación de idiota/impresionante alrededor de 10:1 (no a mi favor). Siendo ese el caso, podrán comprender mi emoción cuando hace poco me convertí en el señor Genial ¡DOS VECES en la MISMA SEMANA!
Técnicamente, estos dos incidentes probablemente podrían ser considerados como uno, porque involucran la misma actividad básica, pero me hace sentir mucho mejor pensar en ellos por separado, así que voy a hacerlo de esa manera.
Mi primer éxito ocurrió en el frente doméstico. Ya que no siempre he ejercido el mejor juicio al emprender algunos de mis otros proyectos,* Rochelle no siempre se emociona cuando le hablo de alguna nueva idea que se me ha ocurrido. Esta vez, sin embargo, ella estaba totalmente de acuerdo. En esta ocasión mi idea tenía que ver con chocolate.
O más específicamente, chocolate caliente. No estoy hablando del típico chocolate caliente que puedes encontrar en Dunkin Donuts. No, estamos hablando de una bebida hecha con granos de cacao cultivados orgánicamente, cosechados directamente del árbol, secados al sol, tostados lentamente en nuestro horno, molidos y hervidos por nosotros mismos. Era una bebida digna de reyes.**
Y, a diferencia de muchas de mis otras ideas, ¡esta funcionó realmente! Nuestro producto final tenía el mismo sabor de una bebida lujosa que podrías conseguir en una cafetería presuntuosa de la zona residencial de una ciudad y con un precio exorbitante; ¡estábamos muy emocionados!*** ¡Nuestro hogar nunca supo tan bien!
El resultado fue mejor unos días más tarde, cuando tuve que pasar por el mismo proceso con el hombre iski que me había dado los granos de cacao la primera vez. Los iskis cultivan granos de cacao a pequeña escala, como un cultivo comercial, pero ellos mismos nunca hacen nada con ellos. Ellos saben que las compañías cacaoteras los compran, pero todo lo que tiene que ver con la elaboración del chocolate es un misterio. Si el mercado no está bueno para vender los granos, entonces simplemente dejan que las vainas se pudran en el suelo.
¡Fue muy divertido enseñarles a estos chicos los pasos sencillos que pueden dar para hacer una bebida increíble con los ingredientes que ya están cultivando en sus huertos! Se podía ver la emoción en sus rostros cuando los granos que se estaban tostando comenzaron a emitir ese inconfundible olor a “chocolate”. ¡Incluso se comieron todas las sobras de los granos de cacao después! Para una aldea cuya única bebida es agua, ¡fue una actividad muy chévere!
El amigo iski con el que hice el chocolate caliente, me dijo al día siguiente: “Seth, esa cosa estaba tan buena que ni siquiera sentí hambre en el resto del día. Y cuando me acosté en la noche, ¡era como si todavía fuera el mediodía! No me quedé dormido hasta que oí que los pájaros empezaban a despertar por la mañana. Tomé más esta mañana, y ¡ahora siento que toda dolencia ha abandonado mi cuerpo!” Bienvenido al mundo de la cafeína, amigo mío.
Sé que en el panorama general, ser “el chico que sabe preparar chocolate caliente en la selva” no te da mucho derecho a presumir, pero ciertamente es mejor que ser “el chico que no puede hablar bien y que hace todo raro”, por lo que estoy feliz de abrazar el título mientras pueda. No se preocupen, no dejaré que se me suba a la cabeza.
¡Tengo planes de empezar a cultivar algunos árboles de cacao y mi propia caña de azúcar!
*Como la vez que traté de hacer carbón debajo de la casa durante el tiempo de la siesta y ahumé a Rochelle y a los niños, o la vez que estaba probando una nueva flecha que había hecho y la disparé un poquito hacia la casa (en mi defensa, sin embargo, la flecha pasó a un par de metros de distancia, y realmente no dañó la lavadora).
**Los reyes aztecas cuentan como reyes, ¿verdad? Leí una vez que el rey azteca, Montezuma, bebía algo así como ochenta tazas de chocolate caliente al día.
***Y debido a una presencia inesperadamente alta de cafeína, PERMANECIMOS emocionados hasta bien entrada la noche.
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