17 de agosto, 2017
Si alguno de ustedes alguna vez ha administrado un hotel o ha sido gerente, podrá comprender un poco cómo es un día de trabajo nuestro. Básicamente somos administradores de un pequeño hotel; manejamos las reservaciones, el mantenimiento, los proyectos, el personal, los visitantes, y vivimos donde trabajamos, así que manejamos nuestra vida hogareña al mismo tiempo también. Nuestros días comienzan alrededor de las 6 o las 7 am, una vez que nuestros hijos se despiertan. Mi mañana se llena con los preparativos del desayuno y la limpieza, la lavandería y los quehaceres, al mismo tiempo que me pongo en contacto con nuestro personal de limpieza y los huéspedes. Luego, a eso de las 10 am, mi niñera viene y yo quedo libre para trabajar en diferentes proyectos con nuestro personal de limpieza, como ordenar y limpiar las cocinas, hacer trabajo de oficina o ayudar a los huéspedes.


Cada día es muy diferente; por ejemplo hoy: ayudé a recibir al ayudante de idioma de Jacob y ayudé a preparar las cosas para que Jacob pudiera estudiar con él, ayudé a que el soldador se acomodara, pues él está instalando una nueva puerta, y le mostré a otro contratista las habitaciones en que necesitábamos nuevas ventanas y esperé hasta que él pudiera mostrarme su presupuesto (todas las cosas que Jacob haría normalmente, pero él estaba en una sesión de francés). Estuve llamando a varias personas, estuve hablando con nuestra trabajadora doméstica en cuanto a lo que había que hacer y cuándo. Al mismo tiempo también estaba respondiendo preguntas de mis hijos y trabajando junto a mi trabajadora doméstica para hacer la compra de víveres y poner el almuerzo en la mesa; afortunadamente solo tuvimos que usar sobras de comidas anteriores. En las tardes y las noches la trabajadora doméstica no está, así que me toca a mí preparar la cena, alistar a los niños para la cama, limpiar y ordenar las cosas de la casa de huéspedes y asegurarme de que todas las puertas estén aseguradas con llave y las luces apagadas durante la noche (Jacob también ayuda con estas cosas).
Los días de Jacob también son llenos. Él está en la oficina justo después de que se levanta para ponerse al día con los correos electrónicos (esta es la forma en que reservamos habitaciones) y se pone en contacto con el hombre de mantenimiento. En parte él pasa sus días en la oficina, trabajando en las reservaciones y las cuentas, y la otra parte trabajando con el hombre de mantenimiento, pasando tiempo, ayudando o hablando con los huéspedes, rellenando el refrigerador de gaseosas y las hieleras con agua. Él acabó de comenzar el francés esta mañana, así que la mayoría de las mañanas estará con su ayudante de idioma aproximadamente entre las 10 am y la 1:30 pm. Los proyectos más grandes en los que Jacob ha estado trabajando son muchos. Por nombrar unos pocos: en esta semana ha estado remplazando nuestro tendedero, limpiando nuestro taller de mantenimiento, organizando el remplazo de la puerta de metal de nuestro techo y remplazando mallas y ventanas.



Es difícil describir todas las cosas que hacemos para mantener este lugar funcionando físicamente y la lista de tareas parece que nunca termina. Pero desde la organización de cojines y sillas hasta la colocación de puertas somos llevados a recordar que debemos estar orando por nuestros misioneros de la aldea. Por ejemplo ayer, cuando fuimos llamados para que preparáramos una habitación para uno de nuestros misioneros que iba a viajar a Dakar en autobús para que le trataran unos problemas oculares que requerían de atención inmediata. Oramos por seguridad en sus viajes durante todo el día y por su ojo. Nos despertamos esta mañana y escuchamos que finalmente había llegado a las 2 am esta mañana. Le dimos el desayuno esta mañana y escuchamos historias de serpientes y escorpiones de la aldea, antes de que saliera para ver si podía conseguir una cita con los médicos. Estamos orando para que su ojo se recupere, y al mismo tiempo estamos orando por su familia que quedó en la aldea.
Nuestra casa de huéspedes ha sido un lugar para venir a mejorarse de enfermedades, para quedarse mientras los hijos se instalan en el internado, para organizar viajes de misiones a corto plazo, un lugar de vacaciones, o un sitio para alojarse mientras las personas encuentran un nuevo lugar para vivir después de volver de un año sabático. Se utiliza para diversos propósitos y por muchas personas y misiones diferentes, pero todo es para que los misioneros en África occidental puedan seguir sirviendo a fin de que la gente de aquí pueda conocer a nuestro gran Dios; gracias por ayudarnos a servir aquí.

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