8 de abril, 2017
Todos mis alumnos viven en un país remoto. Todos reciben instrucción bíblica diaria y han oído el Evangelio. Casi todos son hijos de misioneros, y todos podrían nombrar a muchos misioneros históricos o contemporáneos.
Y sin embargo, acabamos de terminar nuestra primera Semana de Misiones. Esta podría ser mi nueva actividad favorita de la Academia Cristiana Numonohi (ACN). Nuestro personal la estuvo planeando durante meses, y tenemos la visión de fomentar una pasión perdurable por la infinidad de maneras en que Dios está obrando en todo el mundo. La Semana de Misiones surgió en parte debido a una recomendación de nuestra agencia certificadora en el sentido de destacar otras organizaciones misioneras representadas por los padres de nuestros estudiantes, en parte debido a la observación de que a nuestros alumnos no se les presenta la gama de trabajos que hay disponibles para ellos después de la graduación, y en parte debido a una creciente conciencia entre nuestros estudiantes sobre los acontecimientos mundiales.
En este año escogimos enfocarnos en las misiones humanitarias. Todos los estudiantes escucharon cuál es la base bíblica para el humanitarismo y en grandes grupos y en todos los cursos exploraron ejemplos. En los grados 7-12 tuvimos cultos todos los días (¡qué manera tan dulce de comenzar los días!).
Más adelante escuchamos a una misionera médica que trabaja con la agencia misionera ABWE. Su clínica tuvo 3.500 visitas el mes pasado; contó historias sobre cómo el tiempo con cada paciente incluye tanto la atención médica como la evangelización. Estos misioneros han podido llegar a muchas comunidades cercanas a la ciudad debido a este servicio. (Su esposo se graduó de la ACN hace varias décadas y todos sus hijos han asistido a la ACN; fue muy especial saber más sobre esta conexión).
Uno de los hombres que trabaja en el centro misionero, en el mantenimiento y la construcción, también trabajó con la organización Samaritan’s Purse en Estados Unidos, Canadá y Grecia. Oímos historias y vimos fotos que expresaban el drama de la ayuda humanitaria y la atención de refugiados. Los estudiantes también tuvieron un día de culto examinando y reflexionando en cinco áreas de las misiones humanitarias (agua potable, hambre, enfermedades, refugiados y trata de personas). Ellos interactuaron con artículos, fotos, versículos y unos con otros. En el último día desafiamos a todo el alumnado con un proyecto práctico para ayudar a las misiones humanitarias de todo el mundo.
Al terminar la semana, el peso de la necesidad mundial era grande; la gente está sufriendo física, emocional y espiritualmente. En la reunión de toda la escuela en el último día, también cantamos una canción para niños: “Nuestro Dios es muy grande. Nuestro Dios es poderoso, no hay nada que Él no pueda hacer”. Esto no fue una coincidencia; las necesidades son muy grandes Y tenemos un Dios que hace lo imposible. ¡No puedo esperar a ver cómo Dios hace lo imposible a través de los estudiantes de la ACN!
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