18 de marzo, 2017
Hoy, cuando estábamos montando en un pequeño taxi “bajaj” de tres ruedas hacia un mercado local al aire libre, serpenteando entre el embotellamiento del tráfico, con un autobús abarrotado a nuestra izquierda y vendedores de toda suerte de cosas, desde marañones hasta limpiaparabrisas, a la derecha, el pensamiento de lo increíble que es el hecho de que vivamos en África se adueñó de mi mente.
Dos meses aquí nos han permitido vislumbrar apenas la puntita del iceberg de lo que significa vivir aquí, hablar aquí, funcionar aquí, y prosperar aquí. Para compartir esa punta del iceberg contigo, te ofrecemos algunos vislumbres de la vida en Tanzania para documentar algunos hitos…
¡Terminamos la primera fase de nuestro programa del idioma! Eso significa que hemos completado las primeras 100 horas de nuestro estudio del swahili y hemos embutido alrededor de 800 palabras de vocabulario en nuestros cerebros. Si crees que era una clase convencional de “abran sus libros de gramática y estudien”, solo échale un vistazo a la foto para que veas cómo era un día “normal” de clase:
Identificando los nombres de todos los objetos que hay junto a nuestros compañeros de clase y nuestro maestro
Los chicos sumergieron sus pies en el océano por primera vez. Recuerdo mi asombro ante la inmensidad del océano cuando era niño. Aunque una parte de mí lamenta el hecho de que no podemos salir a pasear en la naturaleza o tener algo de pasto y árboles en frente de nuestra puerta para que los niños jueguen, el hecho asombroso es que vivimos muy cerca del océano Índico, y allí se encuentra una gran parte de la hermosa creación de Dios.
Elías nació para nadar; a ese niño le ENCANTÓ el agua y no tenía ningún temor.
Judah, por el contrario, prefería mirar desde una distancia segura….
…y encontrar tesoros.
Viajamos a Morogoro. A principios de marzo, abordamos un autobús con todas las otras familias que estudian el idioma con nosotros y condujimos durante seis horas hasta un lugar llamado Morogoro. Allí, asistimos a un taller que detallaba los pormenores del programa de idiomas que estamos usando, al mismo tiempo que disfrutábamos de las temperaturas más frescas, los vientos y las lluvias refrescantes y las hermosas montañas.
Los guerreros delante de las montañas
A Elías le gustó ver a todo el mundo deslizándose por el tobogán gigante…
…y ser salpicado…
…y ser salpicado un poco más. ¡Él terminó bajando por el tobogán con John! Muchacho loco.
Había un montón de bichos para mantener ocupados a los chicos. Alerta de ciempiés gigante. ¿O milpiés? Sea cual sea, simplemente ¡no hay que tocarlo!
Otro de los tesoros que encontró… Realmente no sé qué es.
Una mariposa decidió posarse en la mano de Elías.
Los chicos se divirtieron mucho con el grupo de niños que estaba con nosotros.
Adelante al tercer mes en África, Etapa 2 en el aprendizaje del idioma, ¡y otra semana de innumerables lecciones de vida que hay que aprender!
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