Gracia Burnham es la viuda de Martin Burnham y la madre de Jeff, Mindy y Zach.
Durante diecisiete años, Gracia y Martin sirvieron con New Tribes Mission en Filipinas, donde Martin era piloto selvático que entregaba correo, suministros y ánimo a otros misioneros, y transportaba pacientes enfermos y heridos hasta centros médicos. Gracia servía en diversas funciones, apoyando el programa de aviación y también educando a sus hijos en casa –todos los cuales nacieron en Filipinas.
El 27 de mayo de 2001, mientras celebraban su aniversario de bodas número 18 en el centro vacacional Dos Palmas de la isla de Palawán, los esposos Burnham fueron capturados por un grupo militante de musulmanes llamado Grupo Abu Sayyaf. Además de los Burnham, el grupo se apoderó de varios huéspedes más y los llevó a la isla de Basilán, un bastión del Grupo Abu Sayyaf (GAS).
En los meses siguientes, algunos de los rehenes fueron asesinados, pero la mayoría de ellos fueron liberados. A partir de noviembre de 2001, solamente los Burnham y otro rehén permanecían en cautiverio.
Durante más de un año, y bajo el control total de sus captores, estuvieron en constante movimiento, viviendo en condiciones primitivas en la selva, evadiendo la captura de los militares filipinos, soportando tiroteos, y presenciando atrocidades indecibles cometidas por los hombres del GAS.
Poco después de los acontecimientos del 11 de septiembre, los medios de comunicación tuvieron un mayor interés en la difícil situación de Gracia y Martin y mantuvieron su historia en los titulares nacionales.
En la tarde del 7 de junio de 2002, después de más de un año de su secuestro, el ejército filipino intentó otro rescate. Trágicamente, Martin fue matado durante el tiroteo. Herida, pero viva, Gracia fue rescatada y regresó a su país bajo la atención de la nación.
Desde entonces, Gracia ha escrito dos libros, In The Presence Of My Enemies [En presencia de mis enemigos], y To Fly Again [Volver a volar].
Gracia reside en Rose Hill, Kansas. Su historia sin par y su manera cautivante en que la cuenta, hacen de Gracia una oradora popular en iglesias, conferencias y escuelas. A medida que Gracia viaja por todo el país, habla de las lecciones espirituales que aprendió durante su cautiverio y cómo Dios la ha bendecido a ella y a su familia desde la muerte de Martin.
Si le preguntas a Gracia sobre la vida en estos días, ella dirá: “Las misericordias del Señor son nuevas cada mañana. Grande es Su fidelidad”.
Deja un comentario