23 de diciembre, 2016
Dios envió a Su Hijo… para poder adoptarnos como hijos propios
¡Expectativas cumplidas!
A nuestra familia le encanta encender las velas de Adviento en los cuatro domingos que preceden a la Navidad. La primera vela nos recuerda que Dios envió profetas a Israel, prometiendo la venida de Su Hijo. El pueblo esperó durante generaciones, como ‘esperadores’, esperando con ilusión el cumplimiento de la promesa de Dios, antes de ver finalmente la culminación de su fe en el nacimiento de Jesús -Emanuel, Dios con nosotros.
Desde antes de casarnos, Amy y yo también habíamos sido ‘esperadores’ –esperando con ilusión el momento en que nos uniríamos a un equipo de plantación de iglesias y sabríamos en qué grupo étnico proclamaríamos las buenas nuevas de Jesús. Nuestro tiempo de espera finalmente terminó este año, ¡cuando Dios hizo evidente Su voluntad! Nos enteramos que nos vamos a mudar pronto a una aldea en las montañas donde —con un equipo maravilloso— trabajaremos para presentar el plan de la salvación de Dios. La espera en el Señor ha fortalecido nuestra fe, ¡al verle responder a tantos años de oración! Ahora que nuestra fe en esta área ha sido vista, muchas cosas han comenzado a cambiar. A medida que nos comunicamos y nos conocemos con nuestros compañeros de trabajo, sentimos más y más que somos parte de este equipo. Estamos en la última etapa del estudio de español y hemos tenido que iniciar la planificación de la construcción de la casa y la búsqueda de un vehículo todoterreno. Estos cambios de la vida cotidiana, debido a una expectativa cumplida, conducen a una pregunta importante: ¿Cuánto más debería la largamente esperada venida de Cristo cambiar nuestras vidas a diario? Emanuel está aquí –¡nuestro Dios y Rey! Celebrémoslo cada día de este nuevo año.
El calendario inicia otra vez
El año 2017 trae nuevas expectativas que esperamos se cumplan. Echar el concreto y levantar las paredes de adobe serán los primeros pasos de la construcción de nuestra casa en la montaña. Después de terminar el trabajo en Chihuahua, pasaremos algún tiempo en Estados Unidos. Y, si el Señor lo permite, el 2017 será el año en que nuestros compañeros de trabajo predicarán por primera vez a Cristo –¡crucificado y resucitado!- entre el pueblo náhuatl; por favor, ¡ora por ese tiempo!
“Escucha, escucha: la sabia y eterna Palabra como un débil niño llora; el Señor ha tomado forma de siervo, y Dios yace en una cuna”. Feliz Navidad; ¡que la gracia y la paz de Dios sean contigo en este nuevo año!
Cultura e idioma
¡Aprender diferentes maneras de actuar y hablar es un gran desafío!
¿Ahora qué? Los nahuatl
¡Estamos emocionados de ser parte del equipo de plantación de iglesias Nahuatl!
Lily María Husband
¡Agradeciendo a Dios por nuestra hija!
En cuanto al equipo más pequeño:
Elayne (casi 8 años): Le encanta la jornada de todo el día de segundo grado con su profesora de jardín de infancia, la señorita Russ. Sus dotes musicales y artísticas continúan creciendo, y nosotros disfrutamos sus generosos regalos de creativos dibujos y manualidades.
Titus (6 años): comenzó en este año el jardín de infancia enseñado por la Tía Ria. La escuela le permite desarrollar su talento para la lectura, y seguir su creciente interés hacia todas las criaturas de Dios (¡pero especialmente las arañas!)
Joel (2 años) ‘estudia’ español en casa con nuestra amiga Marisol, y a menudo le pide a Papá un ‘sorbo’ de su ‘café’. Precoz y travieso, ¡es conocido por hacer desorden y –afortunadamente- por ordenar!
Lily (casi 3 meses) nació aquí en Chihuahua el 28 de septiembre, midiendo 52.07 cm de largo y pesando 7 libras y 15 onzas. Sus sonrisas alegran nuestros días (¡a menudo también las noches!), y ¡nos encanta escuchar su risa!
Jordan y Amy Husband
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