Nit alfabetizando en un caserío que va a ser evangelizado.
22 de noviembre, 2016
Cuando recibas este informe, habré terminado las últimas entrevistas y habré aprovechado las últimas oportunidades de tomar fotos antes de regresar a la gran ciudad.
El sábado hicimos un viaje en autobús de ocho horas desde el norte de Chiang Mai hasta la frontera de Tailandia con el fin de pasar un tiempo con el equipo misionero que trabaja en la etnia prai. El domingo por la mañana asistimos a un servicio de la iglesia en un caserío, y por la noche, acompañamos un esfuerzo de evangelización en un pueblo de las montañas sobre la frontera.
Lo más destacado del lunes por la mañana fue la entrevista a las tres jóvenes prais que están alfabetizando. Fue lo más destacado debido a su visión en cuanto a la importancia de que las personas puedan leer la Palabra de Dios por sí mismas, y la carga que sienten por las muchas personas de su propio pueblo que todavía no han sido alcanzadas. Enseñarles a leer y escribir en su propio idioma es una gran manera de involucrarlos en las lecciones bíblicas.
Una de ellas, Nit, estuvo horriblemente mareada en la sinuosa carretera que conducía al caserío a donde iba a enseñar –un viaje que tendría que hacer repetidamente. “Yo dije: ‘Señor, ¿tiene que ser así?’”, comentó ella, “pero pensé, Dios me traído aquí para esto. Voy a perseverar”.
“Interiormente me siento constreñida”, dijo su compañera de trabajo, Nut, “a subir allí y enseñar a la gente a leer”, porque la alfabetización ayudará grandemente a la iglesia a evangelizar a aquellos que no han oído el mensaje.
¿Orarás por Nit, Nut y Nim mientras ellas perseveran en la labor de alfabetizar a los caseríos de los prais? Ora para que muchos aprendan a leer y escribir bien el idioma prai, y esto atraerá a muchos a las lecciones bíblicas.
Ora también por mí y mis compañeros de trabajo aquí, Jerry y April, mientras volvemos a casa, las primeras ocho horas en un autobús y luego aproximadamente 26 horas en avión.
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