13 de junio, 2016
La Selva y yo hemos desarrollado un pequeño juego. Las reglas son bastante simples: De alguna manera le insinúo a mi esposa que creo que al fin he hecho que nuestra casa sea a prueba de bichos, y luego La Selva responde liberando una de sus criaturas terriblemente aterradoras dentro de nuestra casa. Es una especie de broma juguetona no verbal, salvo que LA DETESTO de verdad.
Nuestro más reciente intercambio fue hace dos noches. Rochelle y yo habíamos concluido recientemente que podíamos dejar de usar nuestro mosquitero en las noches. No habíamos tenido ningún problema con bichos en las últimas semanas, ya que había rociado nuestros postes de la casa y la oficina de la planta baja (y todas las demás superficies exteriores a las que pude llegar) con varios galones de insecticida de grado industrial, habíamos empezado a sentir que era una precaución innecesaria. Al parecer La Selva escuchó que nos estábamos sintiendo orgullosos.
Después de tomar mi ducha de todas las noches, entré a nuestra alcoba para ponerme mi pijama. Usando nada más que una toalla de baño estampada con Lilo y Stitch* [una película animada de Disney], encendí la luz e iba a tomar un short, cuando sentí una sensación única a lo largo de mi pantorrilla. Es una sensación difícil de describir a alguien que nunca ha experimentado esto por sí mismo, pero lo intentaré: se siente como si 50 patas afiladas y puntiagudas estuvieran corriendo de mi tobillo hacia arriba; en verdad se siente EXACTAMENTE eso.
En los nanosegundos que siguieron, hice varias deducciones rápidas:
- Las patas tenían un agarre sorprendente, llevándome a especular que la criatura era fuerte.
- Sentí al mismo tiempo sus patas en mi tobillo y en la parte superior de mi pantorrilla, lo cual dio una indicación impactante en cuanto a su tamaño.
- Se movía con rapidez, y estaba subiendo, lo que significaba que todo esto estaba a punto de ir de MAL en PEOR.
- Es imposible ser valiente cuando estás usando una toalla de baño con un estampado de Disney.
Después de considerar mi situación durante menos de 3/10 de un segundo, respondí como corresponde, saltando en el aire, pateando con mis pies y gritando como una niña pequeña.** Cuando caí de nuevo en el piso, comencé a mirar frenéticamente a mi alrededor para ver qué era lo que había acabado de arrojar de mí. Estaba preocupado porque no podía encontrarlo cuando ¡EMPEZÓ A SUBIR POR MI PIERNA OTRA VEZ!
Después de arrojarlo por segunda vez, finalmente pude verlo. ¡Un ciempiés venenoso de más de 15 cm de largo*** estaba corriendo por el suelo de mi dormitorio! Cómo es que estos engendros del demonio seguían entrando a mi casa, no tengo idea, ¡pero estoy totalmente harto de sus hábitos de intruso!
Afortunadamente tengo varias latas de insecticida neurotóxico en aerosol colocadas en toda la casa para esta clase de emergencias, por lo que se evitó un desastre (aunque la cicatriz emocional parece ser permanente). En una gran muestra de valentía masculina, rocié generosamente al intruso con Mortein, cubrí su cuerpo aporreado y grotesco con un recipiente plástico y puse un libro sobre él.
Al principio, estuve tentado a considerar esto como una victoria sobre La Selva, pero más tarde en la noche, en mi camino al baño, pisé una banda de caucho en la oscuridad y casi me mato haciendo movimientos evasivos, así que ahora estoy pensando en llamarlo un empate.
Y sí, vamos a usar nuestro mosquitero en el futuro previsible.
*La toalla amarilla que tiene la forma de un pato estaba sucia, así que mis opciones eran limitadas.
**Chuck Norris hubiera hecho lo mismo en esta situación.
***No mortalmente venenoso, pero súper requetedoloroso. Cada persona que he encontrado y que ha sido picada por uno, me ha prometido que dolerá terriblemente durante un día y medio, sin respiro. Algunas damas de la aldea han dicho que es peor que un parto. El médico de nuestra misión ha dicho que el único medicamento que puede ayudar es la morfina. ?
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